Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Versión estenográfica de la inauguración de la exposición fotográfica “La palabra rebelde”, en el marco del centenario del natalicio de José Revueltas.

PRESENTADOR: Muy buenos días. Sean ustedes bienvenidos a esta exposición homenaje al distinguido maestro y pensador mexicano José Revueltas.

En esta ocasión nos acompañan en esta ceremonia de inauguración el senador Emilio Gamboa, presidente de la Junta de Coordinación Política.
El senador José Rosas Aispuro; el senador Enrique Burgos; la senadora Lucero Saldaña; la senadora Dolores Padierna; el senador Chico Herrera; el senador Alejandro Encinas; la senadora Blanca Alcalá y creo que también nos acompaña el senador Miguel Barbosa, presidente…
Se me puso a la izquierda. Y quien preside esta ceremonia, el senador Miguel Barbosa.
Adicionalmente, nos acompaña en representación de la familia, la señora Gilda Revueltas.
Como primera intervención, tenemos palabras de la senadora Blanca Alcalá Ruiz.
SENADORA BLANCA ALCALÁ RUIZ: Muy buenos días tengan todas y todos ustedes.
Quiero agradecer a mis compañeras, mis compañeros senadores, la posibilidad de estar unos minutos antes de iniciar nuestros trabajos este día en el Senado de la República, justamente en un momento especial para poder conmemorar la memoria de un ilustre mexicano.
En primer término, al señor presidente de la Mesa Directiva, al senador Miguel Barbosa.
SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: ¿Crees que estoy o estoy?
SENADORA BLANCA ALCALÁ RUIZ: No, yo estoy segura que está a mi izquierda.
Revueltas pertenecía a una de las familias más influyentes de la cultura mexicana; a lado de sus hermanos y hermanas: de Silvestre, músico; de Fermín, pintor; de Rosaura, actriz; y Consuelo, la paisajista.
José se convirtió en uno de los escritores mexicanos más destacados en nuestras letras, con la cualidad de ser un hombre crítico, pero además defensor de sus ideales, al grado de comprometer su vida en caso de ser necesario.
La fecha de su nacimiento, 20 de noviembre de 1914, lo marcó la palabra “Revolución”, se enmarcaría en él a través de la denuncia ideológica, política y de lucha social; debiéndolo como un revolucionario del pensamiento que no se limitó a hacer revolución a través de su obra, sino también a través de sus acciones.
La riqueza de sus textos, compañeras y compañeros senadores, radica en que su actividad literaria revolucionaria, siempre estuvo ligada a su vida ideológica; sus escritos revelan causas y porqués; y su voz solidaria reflejó la escena mexicana de ese tiempo, sin permitirse hacer digerible ni maquillar la realidad humana.
José Revueltas, que es el motivo de esta exposición, gracias al interés de uno de nuestros compañeros más queridos, pero también como Revueltas, más congruentes, el senador Alejandro Encinas, hoy nos muestra y nos permite nuevamente recordar lo que era su visión; una visión que en esta ocasión a través del lente de la curaduría de su propia nieta, de Gilda Revueltas, hoy nos permite poder disfrutarlas.
Aquella visión y sus espacios los veía de una manera particular. Su percepción es la mirada vivida, la que sostuvo, la que padeció en propia piel: he aquí la riqueza de cada una de estas imágenes que se muestran en el Patio del Federalismo del Senado de la República; que nos hacen, señoras y señores, ser partícipes del contexto de Revueltas que, insisto una vez más, se manifiesta en su obra “Los muros de agua”, “El luto humano”, “Dios en la tierra”, “Los motivos de Caín” o “El Apando”, por mencionar algunas de sus obras que ponen en blanco y negro su forma particular de acercarse a la muerte, a la soledad, al silencio, a la palabra, a la fuerza de las decisiones.
Sus reflexiones sobre la vida y el entorno lo hacen un hombre desafiante, narrador de la condición humana, con mirada múltiple que en este siglo XXI en el que estamos viviendo, nos presentaba enormes desafíos.
Es en este sentido que no me queda más que agradecer justamente a su nieta –lo reitero una vez más–, a Gilda Cruz Revueltas; a las gestiones del senador Alejandro Encinas y su equipo de trabajo, para que esta mañana mis compañeras y compañeros senadores podamos, al ver la mirada de Revueltas, efectivamente seguir teniendo esa mirada crítica e inminentemente reflexiva, pero también propositiva.
Hoy el Senado se viste de gala en un momento difícil, pero en donde definitivamente las voces de la pluralidad nos hacen pensar que vivimos tiempos modernos.
Hoy, señores coordinadores, señor Presidente de la Mesa, iniciamos este 19 de noviembre, en la víspera de lo que es el nacimiento de Revueltas, con esta exposición, en unos minutos más –resultado de esta suma de voces– estaremos en el Palacio de Lecumberri y por supuesto por la tarde también estaremos haciendo la presentación de una de las obras de Revueltas.
Agradecer, como siempre, también el apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, en esta mañana representada por el maestro Saúl Juárez, y a todos ustedes por su asistencia.
Que al mirar su obra, que al leerla podamos entre todos decir, como lo decía Revueltas: un hombre crítico que, por cierto –insisto–, nunca llamó a la violencia, tampoco a la revuelta armada.
Muchas gracias.
PRESENTADOR: Damos la bienvenida también a la senadora Itzel Ríos y al senador Benjamín Robles Domínguez.
A continuación una intervención del licenciado Saúl Juárez, quien es secretario Cultural y Artístico del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
LICENCIADO SAÚL JUÁREZ VEGA: Estimados senadores, mucho me place estar aquí, en esta exposición a la que he sido invitado y a la que asisto a nombre del licenciado Rafael Tovar y de Teresa.
Creo que es un hito el recordar a uno de los grandes hombres de la literatura hispanoamericana. Las obras de José Revueltas se inscriben en lo mejor, en los grandes tesoros de la narrativa en nuestra lengua.
Un hombre que al mismo tiempo era ideólogo y escritor; un hombre que difícilmente podemos separar su vida literaria de su vida ideológica, de su vida política. Un hombre congruente que además, sufrió el encarcelamiento; que además buscó siempre salidas para un México mejor de manera congruente, en una búsqueda que se extiende hasta el día de hoy.
Sin duda, José Revueltas marcó un camino para los intelectuales mexicanos; sin duda, José Revueltas tuvo la claridad para que la ideología que se vierte en su literatura, tenga también una búsqueda estética, una búsqueda de calidad.
Quienes hemos convivido, quienes hemos transitado por sus novelas –ya mencionadas por la senadora Alcalá–, por sus terribles y maravillosos cuentos, sabemos que la literatura tiene una fuerza política y tiene una fuerza ideológica como pocas cosas la tienen en el contexto de nuestra actualidad. Es decir, busquemos en la literatura muchas respuestas; busquemos en la obra de José Revueltas, también una respuesta para nuestros tiempos.
Muchísimas gracias.
PRESENTADOR: Destacamos la asistencia a esta inauguración, de dos senadores del estado de Durango: el senador Ismael Hernández Deras y el senador José Rosas Aispuro.
A continuación, escucharemos palabras del senador Alejandro Encinas.
SENADOR ALEJANDRO ENCINAS RODRÍGUEZ: Muchas gracias. Muy buenos días tengan todas y todos ustedes.
Agradecer la presencia del presidente de la Mesa Directiva del Senado del a República, el senador Miguel Barbosa. La presencia, un poco efímera, fugaz, del presidente de la Junta de Coordinación Política, el senador Emilio Gamboa.
A mis compañeras y compañeros senadores, en particular a la senadora Blanca Alcalá, que ha sido indudablemente una promotora muy importante para poder exponer el día de hoy en una especie de homenaje a José Revueltas, esta exposición fotográfica. Que no podría haberse realizado, sin el apoyo de Gilda Cruz Revueltas, su nieta, a quien le agradecemos toda la colaboración.
A Saúl lo saludamos, y ahora nos vamos a referir a Conaculta también.
En lo personal, aprecio sinceramente que en este Patio del Federalismo, en este espacio de la diversidad, que es el Senado de la República, realicemos un homenaje a un mexicano universal, a José Revueltas.
Este año, es un asunto de las coincidencias de la vida, se cumplen los 100 años del nacimiento de tres grandes mexicanos: de Octavio Paz, de Efraín Huerta y de nuestro querido José Revueltas.
Y hemos visto cómo la mayor parte de los homenajes se han concentrado, lamentablemente, en Octavio Paz, porque tanto Efraín Huerta, como José Revueltas, siempre fueron incómodos para el régimen, lo cual no demerita de enorme aportación a la cultura mexicana y a la cultura universal.
Por eso esta actitud del Senado de la República, de la Comisión de Cultura, presidida por la compañera Blanca Alcalá, la reconozco plenamente.
Aunque también, pensando como Revueltas, qué bueno que no se han hecho tantos homenajes a él, porque él mismo se negaba a que se hiciera ningún tipo de homenaje porque tendría una enorme preocupación respecto a la posibilidad de que el oficialismo se pudiera apropiar de su obra. Así lo dijo en diversas ocasiones.
Y así fue hasta su muerte. En su sepelio, por ejemplo, que a diferencia del sepelio de Octavio Paz, en la que participó la nomenclatura oficial: empresarios e intelectuales ligados al sistema, el sepelio de José Revueltas, fue un sepelio que se nutrió de jóvenes.
De jóvenes con una gran vitalidad, que en medio de “goyas” y de “huelums”, y el canto del internacional comunista, se convirtió en una verdadera asamblea popular, a tal grado que cuando llegó al panteón Francés, el representante del Presidente de la República, el entonces Secretario de Educación Pública, Víctor Bravo Ahúja, tuvo que reunirse en asamblea y frente a la tumba de Revueltas la asamblea decidió no permitir el paso a la representación del Presidente de la República. Y todo eso pues tuvo su costo.
Hoy, todas las obras de Octavio Paz se han vuelto a publicar. Las de Efraín Huerta siguen siendo marginales, aunque la Comisión de Cultura ha publicado un excelente libro sobre los “poemínimos” de Efraín Huerta, que les recomiendo mucho. Pero hoy difícilmente encontramos la obra de Revueltas en las librerías.
Y si bien la editorial hubiera anunciado la posibilidad de reimprimir algunas, sería muy importante que el Consejo Nacional de Cultura y las Artes, el Fondo de Cultura Económica, retomara esta obra, que a pesar de que para muchos ha perdido vigencia, para muchos de nosotros, sea el pensamiento y la obra de Revueltas, no solamente tienen vigencia, sino que en momentos actuales se revaloran profundamente.
La obra de Revueltas siempre suscitó debates, y los sigue creando, como lo hemos visto en las semanas recientes cómo desde el área de la tecnocracia y los intelectuales neoliberales, o algunos que se reivindican de izquierda, dicen que sólo ha perdido vigencia desde la caída del Muro de Berlín.
Son los mismos que anunciaron el fin de las ideologías, el fin de la historia y que la realidad ha impuesto, se han puesto tercamente, como siempre sucede.
Pero eso, la obra y pensamiento de Revueltas están plenamente vigentes.
Más ahora que un sector de izquierda se desdibuja en aras de una modernidad cómoda para el régimen en tanto se mantiene ya en un proletariado sin cabeza, sino se mantiene un proletariado decapitado.
Revueltas, este firme rebelde ante el mundo, ante el poder, ante la injusticia, nunca se dejó cooptar y nunca permitió ser funcional al sistema. Por eso, en ocasiones lo quieren ocultar.
No sólo lo quiere enterrar el oficialismo, sino también la autollamada izquierda moderna, que en este caso en aras de la modernidad pierde el objetivo de su lucha.
Revueltas conoció la cárcel desde los 15 años de edad, cuando participó en su periodo de manifestación contra el Presidente Calles, y lo fue hasta los 55 años de edad cuando fue nuevamente apresado, en 1988, por el gobierno de Díaz Ordaz.
Revueltas luchó siempre contra dogmas autoritarios, incluso contra su propio partido: el Partido Comunista Mexicano, que lo declaró enemigo del proletariado y al cual no solamente, a pesar de su expulsión nunca renunció, sino quiso morir siendo comunista. Siempre bajo el principio de que la verdad se hará siempre revolucionaria y, por ello, la izquierda siempre debe estar ligada al movimiento social, porque si no pierde su naturaleza y su sentido.
Analizar a Revueltas resulta muy complejo por sus múltiples facetas: ensayista, analista política, un gran polemista con sus propios compañeros y con adversarios, desde el cuestionamiento a la Revolución Mexicana, los intensos debates que sostuvo con Vicente Lombardo Toledano, con Dionisio Encina, dentro del Partido Comunista Mexicano, pero también fue un novelista muy importante, guionista de cine, militante político y abordó temas que para ese momento eran muy raros que un personaje de izquierda abordara: el tema de la familia, el cómo avanzar, el dejar atrás a la familia autoritaria para reconocer la diversidad que existe en las mismas e incluso escribió sobre el amor y las relaciones de pareja.
Es célebre su defensa ante el ministerio público que lo acusaba de disolución social durante el movimiento del 68, donde él en su defensa asume su responsabilidad y condena al sistema, y en respuesta a esta condena el ministerio público lo acusó de un delito que todavía no entendemos, lo acusó de azuzar a los jóvenes para su autosugestión; quizá se refería a la autogestión que demandaba y exigía Revueltas para los jóvenes.
Su obra literaria es muy vasta; la ha referido aquí la senadora Alcalá: “Los muros de agua”, “El ducto humano”, “Los días terrenales”, “Los errores”, “En algún valle de lágrimas”, “Los motivos de Caín” y “El Apando”.
En toda esta obra se da cuenta del llamado “milagro mexicano”. Sus personajes siempre tienen un rostro humano; son personajes reales que formaron parte del momento histórico que le tocó vivir.
Siempre su obra está presente en la contradicción, entre la visión enajenada del capitalismo con esperanza militante, siempre está presente la contradicción entre el dogma y la transformación social.
Si José Revueltas estuviera aquí presente el día de hoy, ¿qué nos diría de lo que nos está pasando?, del avance desbordado del neoliberalismo; de la derrota de la Revolución Mexicana; del avance indiscriminado de la concentración del ingreso; de la enorme pobreza y desigualdad, de la violencia y de los muchachos desaparecidos de Ayotzinapa.
¿Dónde estaría Revueltas? Seguramente estaría al lado de las causas de los jóvenes y de las causas del pueblo mexicano, ya que para Revueltas los jóvenes son la esperanza, son el cambio y pretender aniquilar a los jóvenes es aniquilar toda posibilidad de cambio y transformación social.
Pero si también estuviera aquí presente Revueltas, en sus propias palabras diría, –claro, si lo diría así–: “¿Qué diablos están haciendo aquí? ¿Cómo es que están perdiendo el tiempo en un homenaje? Mejor pónganse a trabajar, a luchar por cambiar la vida en beneficio de todos los mexicanos”.
Muchas gracias.
PRESENTADOR: Damos la más cordial bienvenida al senador Zoé Robledo Aburto y al senador Armando Ríos Piter.
Hace uso de la palabra la señora Gilda Cruz Revueltas.
GILDA CRUZ REVUELTAS: Buenos días a todos, gracias por venir.
Después de muchas dudas, accedí a la invitación del senador Alejandro Encinas, porque consideré precisamente que mi abuelo ha sido olvidado en general por todos los bandos y consideré que era muy importante recordarlo en toda su plenitud, en toda su complejidad, a través de esta exposición que va a ser una exposición itinerante por el país y creo que es muy importante que se reconozca a este gran hombre, cuya humanidad llegó a una heroicidad que llegó al sacrificio por sus causas y que fue un hombre que en la literatura abarcó todos los géneros: la poesía, la narrativa, el cuento, el ensayo, el periodismo, la crítica de arte. También hizo cine, ganando tanto en literatura como en el cine, premios muy importantes.
Creo que es muy importante revalorarlo y creo que más que nunca es un personaje completamente actual, sobre todo por los momentos que estamos viviendo. Hay que recuperar a Revueltas, hay que publicar a Revueltas y hay que leer a Revueltas, porque es un hombre profundamente mexicano.
Gracias.
PRESENTADOR: Ahora, escuchemos atentos el mensaje que el senador Miguel Barbosa nos transmitirá antes de declarar inaugurada la exposición.
SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Buenos días a todas, a todos. Estamos reunidos para arrancar esta exposición fotográfica “La palabra rebelde”, que nos permite dejar perfectamente clara la convicción del Senado de la República como una institución plural, democrática en la que se comparte el reconocimiento a mexicanos con posiciones ideológicas que en su tiempo no fueron compartidas por el régimen; pero que hoy, afortunadamente tenemos instituciones que abonan y transitan por una posición de tolerancia, de reconocimiento, de un conocimiento universal.
Queremos que en el Senado la universalidad del conocimiento se reconozca y por acá puede pasar toda forma de expresión artística, poética, de literatura, cualquiera que sea su contenido ideológico.
Este es el Senado que todos los días construimos 128 hombres y mujeres de diferentes ideologías y diferentes posiciones. Es el valor de tener hoy esta exposición fotográfica de un gran mexicano, de un mexicano universal, de un mexicano que si hoy estuviera entre nosotros, todos sabemos de qué lado estaría: con los jóvenes y todos tenemos que estar con los jóvenes.
Hoy vemos las calles llenas de jóvenes, por posiciones educativas, contenidos ideológicos, sí, ideas; hay que ser tolerantes, hay que dialogar, hay que admitir sus propuestas y hay que apostar siempre a la salida negociada, dialogada.

Desechamos, desde el Senado, toda forma de violación a la ley, pero también rechazamos que bajo el pretexto de la aplicación de la ley se viole la autonomía universitaria.
Hoy queremos un México que pueda convivir, que tenga como principio fundamental el diálogo, el acuerdo, la tolerancia y el reconocimiento a la diversidad y a la pluralidad.
Esas son hoy las instituciones de México y por eso senadores de las diferentes fuerzas políticas, omito su nombre porque ya fueron presentados por quien al parecer cree que estoy en esta reunión, y por tanto destaco su presencia de cada uno de ellos.
Pero destaco de manera muy especial la presencia de Gilda Cruz Revueltas, que nos comparte un tesoro familiar que se vuelve un tesoro de México: todas las muestras fotográficas y todo lo que significó este gran mexicano, José Revueltas.
Quiero poder enmarcar lo que significa para el Senado de la República una exposición de esta naturaleza.
José Revueltas fue un escritor, un luchador social, un intelectual y un mexicano excepcional. Estuvo preso varias ocasiones en el Tutelar de Menores, en la Cárcel de Belén, en el Palacio Negro de Lecumberri, es las Islas Marías; ningún muro, ninguna reja, pudieron contener sus ideas.
A los 15 años inició su lucha política y a los 16 conoció la prisión. José Revueltas siempre estuvo al lado de las casusas grandes, con las luchas más significativas de la sociedad en los años cincuenta y sesenta.
Irreverente, revolucionario, intelectual, crítico, fue contemporáneo literario de Juan Rulfo, de Octavio Paz, de Xavier Villaurrutia, de Carlos Pellicer, de Agustín Yáñez, de Juan José Arreola y del entonces muy joven, Carlos Fuentes, entre una generación de escritores que definieron el pensamiento mexicano del siglo XX.
Ensayista de los principales temas nacionales. Sus textos, siempre polémicos, siempre agudos, sobre la izquierda y la clase trabajadora, marcaron a una generación del pensamiento de izquierda en obras fundamentales, como los días terrenales y los errores.
Otra mitad creativa de José Revueltas es la literatura. Una prosa clara y directa, como sus textos: “Dios en la tierra”, “Dormir en la tierra”, “El Apando” y guiones memorables. Este último trabajo narrativo, fue escrito en la cárcel de Lecumberri, donde Revueltas permaneció preso por su participación en el movimiento estudiantil de 1968.
La literatura y la política conviven plenamente en este intelectual. Apenas ahora, a un siglo de su natalicio, de manera sorprendente, la obra de Revueltas adquiere mayor proyección por su estilo y por su ética política.
José Revueltas hace vivir las distintas formas de vida mexicana en sus personajes. Su escritura es intensa, pero su lenguaje fuerte es una simiente de esperanza, siempre y cuando se reflexione como una forma de libertad.
José Revueltas nos demostró que no hay muros capaces de contener las ideas.
En el centenario de su nacimiento, para el Senado de la República es un honor exhibir 33 fotografías de José Revueltas con su familia, compañeros y amigos.
De verdad, un placer que esto pueda ocurrir en el Senado y que el Senado reivindique –repito– el lugar donde se puedan manifestar las ideas, el lugar de la tolerancia, el lugar de la democracia y el lugar de la defensa de cualquier derecho del ser humano.
Gracias a todos; a los organizadores, a la senadora Blanca Alcalá, Presidenta de la Comisión de Cultura; al senador Alejandro Encinas, quien tuvo el contacto adecuado para que Gilda Cruz Revueltas o Gilda Revueltas, como todos la conocen, pudiera permitirnos gozar de esta nuestra fotografía.
Por esta razón, siendo las 10:30 minutos del día 19 de noviembre, a nombre del Senado de la República, declaro inaugurada la muestra fotográfica “La palabra rebelde”, que nos exhibe al mexicano universal, al mexicano de izquierda, al mexicano rebelde, al mexicano que pudo influir en toda una generación del pensamiento político de nuestro país, de José Revueltas.
Gracias y de verdad, disfrutemos esta muestra fotográfica que nos va a enriquecer como hombres y como servidores públicos.
Felicidades.

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