Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

PRESENTACIÓN DEL DIAGNÓSTICO DE LA IMPLEMENTACIÓN DE LA REFORMA CONSTITUCIONAL EN MATERIA DE DERECHOS HUMANOS 2011.

MODERADOR: Buenas tardes. Bienvenidos a este histórico y emblemático edificio, antigua sede de la Cámara de Senadores, donde con la distinguida presencia de todas y todos ustedes, y con la participación de legisladoras y legisladores de las Cámaras de Diputados y Senadores; de funcionarios del Gobierno de la República y miembros del Poder Judicial de la Federación, se llevará a cabo el Diagnóstico sobre la Implementación de la Reforma Constitucional de Derechos Humanos 2011, evaluación del proceso a tres años de su entrada en vigor. Una perspectiva integral del Estado mexicano.

Con motivo de este evento, nos acompaña el ciudadano Secretario de Gobernación, licenciado Miguel Ángel Osorio Chong. De igual manera, el señor senador, doctor Raúl Cervantes Andrade, Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República. El señor diputado federal, José González Morfín, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados. La ministra Olga Sánchez Cordero, Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. La senadora Angélica de la Peña, Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República. La diputada federal Miriam Cárdenas Cantú, Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados.

El doctor Raúl Plascencia Villanueva, Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. La maestra Lía Limón García, Subsecretaria de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación. Y el licenciado Felipe Solís Acero, Subsecretario de Enlace Legislativo de la Secretaría de Gobernación.

Damos la bienvenida a senadoras y senadores, diputadas y diputados federales, a los funcionarios representantes de las diferentes dependencias del Gobierno de la República; así como también a los integrantes del cuerpo diplomático, invitados especiales a este evento. A los funcionarios de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, a presidentes y funcionarios de las Comisiones estatales de Derechos Humanos; así como a dirigentes y representantes de organizaciones ciudadanas defensoras de los derechos humanos, de organizaciones de la sociedad civil, académicos y analistas y representantes de los medios de comunicación.

A todas y a todos, muchas gracias por su presencia.

Señoras y señores, distinguidas, distinguidos invitados, con motivo de este evento hace uso de la palabra la maestra Lía Limón García, Subsecretaria de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación.

SUBSECRETARIA LÍA LIMÓN GARCÍA: Con su permiso, señor Secretario.

Muy buenas tardes, licenciado Miguel Ángel Osorio Chong, Secretario de Gobernación; senador Raúl Cervantes Andrade, Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, muchas gracias además por su hospitalidad y todo su esfuerzo para realizar este evento.

Diputado José González Morfín, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados; ministra Olga Sánchez Cordero, muchas gracias por estar aquí; licenciado Felipe Solís Acero, compañero Subsecretario de Enlace Legislativo de la Secretaría de Gobernación; senadora Angélica de la Peña, Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Senadores; diputada Miriam Cárdenas, Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados; doctor Raúl Plascencia Villanueva, Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

Buenas tardes a todas y a todos ustedes. Es para mí un gran privilegio encontrarme el día de hoy con todos ustedes y compartir este espacio con representantes de los Poderes federales, y agradezco particularmente la presencia de la Presidenta del Instituto Nacional de Mujeres. Muchas gracias, Lorena.

De los miembros y el comisionado Presidente de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas. Muchas gracias.

También destaco, sin duda alguna, la presencia de diputadas, de senadoras, de secretarios generales de gobierno y presidentes de las comisiones estatales de derechos humanos; de miembros del Poder Judicial que aquí nos acompañan, miembros de organismos internacionales, ciudadanos destacados; miembros de organizaciones de la sociedad civil, medios de comunicación, cuerpo diplomático: Muy buenas tardes.

Doy la bienvenida a este evento en el que se hace la presentación oficial del diagnóstico sobre la implementación de la reforma constitucional de derechos humanos de 2011, como una evaluación de este proceso a tres años de su entrada en vigor.

Asimismo, en este acto se procederá a instalar el Consejo Consultivo para la implementación de esta reforma constitucional.

La reforma constitucional del 2011 cambió el paradigma de un Estado garantista a uno que asume que los derechos humanos son de las personas; exigirles por ellas y reconocidos por la autoridad, quien está obligada a protegerlos, respetarlos, garantizarlos y promoverlos.

Es así que el eje central de la reforma se basa en el principio pro persona que garantiza que en todo momento se aplique la norma que más favorezca al individuo.

Gracias a la modificación de nuestra Carta Magna, hace ya tres años, ahora se reconoce el nivel constitucional de los derechos humanos previstos en tratados internacionales celebrados por el Estado Mexicano. A tres años de este importante acontecimiento, hemos sido testigos del impacto positivo que esta reforma ha significado en la vida jurídica de nuestro país.

Para impulsar la implementación de estos cambios normativos, el Secretario de Gobernación me ha instruido a trabajar en cuatro importantes tareas derivadas de la reforma.

Primero, la construcción de políticas públicas; segundo, la capacitación a servidores públicos a lo largo de todo el país; tercero, la difusión del contenido de esta reforma también a lo largo de todo el país y con todos los sectores de la sociedad; y, cuarto, la articulación con los distintos poderes y órdenes de gobierno a fin de fomentar la participación de las entidades federativas.

Estas son las metas que nos hemos propuesto alcanzar y que estamos ciertos que contribuirán en el adecuado ejercicio cotidiano de los derechos fundamentales de nuestro país. Por ello, invito a los secretarios de gobierno y a los ombudsman estatales aquí presentes a sumar esfuerzos activamente en la implementación de la reforma.

El diagnóstico que se presenta el día de hoy se construyó a partir de un trabajo de corresponsabilidad en el que cada uno de los poderes federales analizó los avances a partir de la promulgación de la reforma y evaluaron sus capacidades institucionales y normativas para determinar el rumbo que se debe tomar para la efectiva implementación de la reforma.

Este ejercicio es sólo una muestra de la convicción que existe dentro de esta administración y de cada uno de los Poderes de la Unión para construir metas comunes en favor del respeto a los derechos humanos.

En este sentido, quiero reconocer el trabajo que se realiza por parte de los gobiernos de las entidades federativas y de otras autoridades que no se encuentran reflejadas en este diagnóstico directamente, como lo es la Comisión Nacional de Derechos Humanos, porque tiene un papel, sin duda alguna, fundamental en este tema.

Destaco la participación activa de la Academia y de la Sociedad Civil para lograr los avances con los que hoy contamos. Esperemos que esta participación continúe para que este diagnóstico sea difundido, analizado y retroalimentado.

Seguiremos trabajando en la difusión de esta reforma, porque solamente una persona que conoce sus derechos encuentra en sí mismo el principal defensor para ejercernos.

Invito a los presentes a cumplir nuestras responsabilidades desde el ámbito de nuestra labor, porque ésta, sin duda alguna, es una transformación de Estado. Es una reforma de Estado en la que todos debemos empeñar nuestros esfuerzos porque México lo vale y los mexicanos lo merecen.

Reitero el compromiso del Presidente de la República, licenciado Enrique Peña Nieto, para construir juntos una sociedad de derechos.

A los ciudadanos, hay que decirles lo que en su momento dijo el ex Secretario General de Naciones Unidas, Kofi Annan: “Los derechos humanos son sus derechos, tómenlos, defiéndanlos, promuévanlos, entiéndanlos e insistan en ellos, nútranlos y enriquézcanlos, son lo mejor de nosotros, denles vida”.

Muchas gracias.

MODERADOR: Muchas gracias. Tiene la palabra, a continuación, la diputada Miriam Cárdenas Cantú, Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados.

DIPUTADA MIRIAM CÁRDENAS CANTÚ: Muy buenas tardes tengan todas y todos ustedes.

Miguel Ángel Osorio Chong, Secretario de Gobernación.

José González Morfín, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.

Raúl Cervantes Andrade, Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la Republica.

Olga Sánchez Cordero de García Villegas, Ministra Integrante de la Primera Sala Civil y Penal de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Raúl Plascencia Villanueva, Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

Angélica de la Peña Gómez, Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República.

Lía Limón García, Subsecretaria de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación.

Felipe Solís Acero, Subsecretario de Enlace Legislativo de la Secretaría de Gobernación.

Distinguidas y distinguidos invitados:

Bertolt Brecht, poeta y dramaturgo alemán, recomendaba textualmente: “examinen sobre todo lo habitual. No acepten sin discusión, las costumbres heredadas. Ante los hechos cotidianos, por favor, no digan: es natural. En una época de confusión organizada, de desorden decretado, de arbitrariedad planificada y de humanidad deshumanizada nunca digan “es natural” para que todo pueda ser cambiado”. Hasta aquí la cita.

Efectivamente, señoras y señores, debemos estar seguros de que todo puede cambiar si realmente queremos ese cambio y trabajamos en él.

Y en el caso de nuestro país, hace tres años quisimos avanzar hacia un nuevo modelo de Estado, uno que fuera garante de los derechos humanos, un Estado que tomara en serio su alta responsabilidad de reconocerlos y protegerlos.

Esa fue la aspiración y el anhelo de millones de mexicanas y mexicanos que se rehusaron a ver como natural lo que pretendía parecer como habitual ante los resultados de una ola de violencia e inseguridad, entre otras muchas cosas más.

Efectivamente, hace tres años, luego de un amplio debate legislativo apuntalado de las opiniones de especialistas, académicos y mujeres y hombres defensores de derechos humanos, el consenso se alzó con la aprobación de la más importante Reforma que en materia de Derechos Humanos se haya efectuado en nuestra Constitución Federal.

Así, iniciamos una nueva etapa, una sustentada en principios y valores que han de guiar todas las actividades del Estado.

Hoy que conmemoramos aquel 11 de junio del 2011, fecha en que entró en vigor esta Reforma Constitucional, me parece debemos también congratularnos de que en el corto plazo el Gobierno de la República, a través de la Secretaría de Gobernación, se haya dado a la tarea de realizar un diagnóstico para conocer sobre las distintas acciones que se han efectuado para implementar esta Reforma importante de 2011 y, lo más trascendental, evaluar ese trabajo para conocer los obstáculos y los retos que han de superarse.

Ciertamente existen avances, eso es innegable y de ello da cuenta el diagnóstico que hoy se presenta, pero lo más significativo es que se asume con responsabilidad, desde los tres poderes de la Unión, el compromiso de continuar por la senda del cambio, una ruta que nos lleve al puerto en que todas y todos disfruten de una vida digna y en plenitud.

Ha quedado demostrado que nada es imposible de cambiar cuando sumamos esfuerzos, voluntades y los multiplicamos, todo ello para alcanzar mejores condiciones de vida y este es un buen momento para reflexionar sobre lo que hemos hecho, de lo que aún nos falta por hacer, para que todas y todos los mexicanos disfrutemos y ejerzamos nuestros derechos, sabedores de que el Estado habrá de garantizarlos.

En esa ruta, las instancias públicas requieren de apoyo, de la colaboración del compromiso y de la acción constante de la sociedad, para juntos construir un andamiaje sólido que nos permita difundir, promover y defender los derechos humanos.

Desde el ámbito legislativo nos comprometemos a seguir trabajando para proteger los derechos humanos. Sin embargo es importante aclarar que aún cuando una constitución y demás ordenamientos legales estén muy bien redactados, no podrán evitar, por sí solos, la violación de esos derechos, por lo que será tarea de todas y todos trabajar desde nuestros distintos ámbitos de competencia para hacerlos respetar.

Es un trabajo arduo, pero no debemos bajar la guardia porque, como dice a filósofa española Victoria Kams, donde no habita la justicia, ni siquiera como ideal o como búsqueda, la dignidad de la persona es mera palabrería y en México no podemos permitir que eso ocurra.

Por el contrario, debemos consolidar un Estado de Derecho constitucional, en el que el respeto a la dignidad de cada mujer y de cada hombre, se asuma como la mayor responsabilidad del quehacer público.

Muchas gracias.

PRESENTADOR: Muchas gracias, diputada Miriam Cárdenas Cantú.

Tendremos ahora, señoras y señores, la intervención de la senadora Angélica de la Peña Gómez, Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del senado de la República.

SENADORA ANGÉLICA DE LA PEÑA GÓMEZ: Buenas tardes a todas y a todos los asistentes.

Señor Secretario Miguel Osorio Chong, Secretario de Gobernación, bienvenido al Senado de la República; igual sean todos ustedes bienvenidos a este espacio del senado de la República.

Señor Presidente de la Mesa Directiva, José González Morfín, de la Cámara de Diputados; señor Presidente de la Mesa Directiva del senado de la República, senador Raúl Cervantes; señora ministra Olga Sánchez Cordero, bienvenida, nos da mucho gusto que finalmente haya podido resolver pronto su agenda para poder acompañarnos, sabemos de su gran esfuerzo.

Señor Presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, doctor Raúl Plascencia; señor Felipe Solís, Subsecretario de Enlace Legislativo de la Secretaría de Gobernación y por supuesto a mi colega, la diputada Miriam Cárdenas, Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, y por supuesto también bienvenida a la señora Subsecretaria Lía Limón.

Hoy presentamos el Diagnóstico de la Implementación de la Reforma Constitucional en Materia de Derechos Humanos, a tres años de su promulgación.

Los tres poderes de la Unión que signamos este documento establecemos lo que hemos hecho y lo que está pendiente emprender desde nuestro ámbito, para cumplir con nuestro mandato y garantizar a todas las personas, la más amplia protección consagrando como criterios fundamentales, la interpretación conforme y el principio pro-persona.

Los once artículos reformados en junio de 2011, constituyen un nuevo enfoque en materia de derechos humanos porque se sustentan en el control de convencionalidad. Las autoridades deberán conocer y aplicar las normas del derecho internacional, para que cuando existan distintas interpretaciones de una norma jurídica, se elija siempre la que más beneficie a la persona.

A lo anterior, debemos sumar que todas autoridades en el ámbito de sus respectivas competencias, tienen la obligación de promover, proteger, garantizar y respetar los derechos humanos, de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. La instrumentación y el éxito de este nuevo paradigma que constituye un parteaguas en nuestro marco jurídico; dependen precisamente de la actuación cotidiana y de su aplicación sistemática por parte de todas las autoridades de los tres Poderes y de los tres niveles de Gobierno y, por supuesto, de todos los organismos constitucionales y de la sociedad, que debe coadyuvar en la construcción de este nuevo Estado de Derecho.

Ahora, el gran reto es lograr que todas las autoridades, que todas las personas con algún tipo de responsabilidad en el servicio público; apliquen en todas sus actuaciones el enfoque de derechos humanos y ejerzan su responsabilidad de coadyuvar activamente a garantizar la protección efectiva de todos los derechos de todas las personas, sin discriminación de ningún tipo.

Y es aquí donde se encuentra el principal reto de la implementación de la Reforma Constitucional. ¿Cómo deben traducir, interpretar y aplicar en el ámbito de sus competencias, el nuevo mandato constitucional, los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, en los ámbitos Federal, local y municipal? ¿Cómo lograr que todas las autoridades, que todas las personas con algún tipo de responsabilidad en el servicio público, apliquen en todas sus actuaciones el enfoque de derechos humanos y ejerzan su responsabilidad de coadyuvar activamente a garantizar la protección efectiva de todos los derechos de todas las personas, sin discriminación de ningún tipo y bajo ninguna índole?

Encontrar la respuesta desde el Poder Legislativo a las interrogantes anteriores, no ha sido fácil. A tres años de distancia de la entrada en vigor de la Reforma Constitucional, es necesario reconocer que el incumplimiento en el que incurrió el Congreso de la Unión al no expedir a tiempo diversas leyes reglamentarias, tal y como estaba establecido en los artículos transitorios del Decreto de la Reforma Constitucional, se encuentra íntimamente relacionado con la complejidad de traducir en disposiciones normativas más amplias; pero también más claras y concretas, los postulados fundamentales y los principios que inspiraron y dieron sustento a la Reforma Constitucional, tomando en cuenta también a la sociedad que representamos y lo que nos reclama, también atender.

Hoy podemos definir con justicia que la Sexagésima Legislatura, que concretó el primer tramo de la Reforma Constitucional, es una Legislatura gloriosa.

Nos han dejado tareas: fortalecer los mecanismos institucionales de la Ley General de Víctimas; lograr que en el sistema educativo nacional, su enfoque de derechos humanos sea lo ordinario; implementar adecuadamente la protección de quienes buscan asilo o refugio; el reto que significa el respeto irrestricto de los tratados en materia de derechos humanos que aprobamos; la atención y formación de autoridades para que puedan garantizar el principio de reinserción social en materia de ejecución de sanciones penales; concretar la aprobación de los dictámenes de las Leyes Reglamentarias de los artículos 29 y 33; garantizar que los organismos autónomos de derechos humanos estén en el más alto nivel de aprobación, por la relevancia de su encomienda y, en particular, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos con sus nuevas atribuciones.

Repensar como ámbito legislativo, qué reformas es necesario implementar para garantizar remontar las dificultades que observamos en quienes deben aplicar estos preceptos, sin duda es un pendiente que nos ocupa.

En los fundamentos de reformas a la Legislación, es recurrente esgrimir los conceptos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos; a partir de junio de 2011, invocamos nuestra Reforma en materia de Derechos Humanos.

Así ha sido con la Ley de Amparo, con el Código de Justicia Militar, con la Ley contra la Discriminación, la Ley contra la Tortura; con diversas leyes que tienen que ver con los derechos de las mujeres, en esta persecución de la igualdad sustantiva.

El reconocimiento de que niñas y niños sean reconocidos como sujetos de derecho; la no discriminación por diversa orientación sexual o identidad de género; atender a quienes hoy reclaman por la desaparición forzada de personas; a quienes siguen pugnando porque se garantice la protección irrestricta del Estado, de periodistas y defensores de derechos humanos; etcétera, etcétera.

Este, es el nuevo contexto jurídico constitucional, en el que el Senado de la República habrá de enmarcar y sustentar sus trabajos en esta Legislatura, y en la Legislatura consecuente.

En consecuencia, las y los senadores de la República asumimos la responsabilidad: aquí me acompañan las dos senadoras que constituyen la Mesa Directiva de la Comisión de Derechos Humanos que yo presido, la senadora Lucero Saldaña y la senadora Adriana Dávila; y por supuesto desde nuestra Comisión y las comisiones, y siempre con el acompañamiento desde la Mesa Directiva del Senado, seguir construyendo y consolidando estas reformas que garanticen que los actos de los Poderes públicos del Estado, se ajusten a los estándares del Derecho Internacional de los Derechos Humanos y de nuestra Constitución.

Este diagnóstico no es un punto de llegada, sino de partida, y está a disposición de todos ustedes.

Muchas gracias.

MODERADOR: Muchas gracias, senadora Angélica de la Peña, Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República.

A continuación, señoras y señores, tiene uso de la palabra como integrante del Poder Judicial de la Federación, la ministra Olga Sánchez Cordero.

MINISTRA OLGA SÁNCHEZ CORDERO: Muy buenas tardes a todas y a todos.

Senador Raúl Cervantes Andrade, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores, muchas gracias por su anfitrionidad. Señor diputado José González Morfín, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados; señor licenciado Miguel Ángel Osorio, señor Secretario de Gobernación, muchas gracias.

Diputada Miriam Cárdenas, Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados; señora senadora Angélica de la Peña, Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Senadores; señor Presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos; señora y señor subsecretario: muchas gracias a todos por estar presentes el día de hoy.

Veo caras conocidas. Lorena, gracias; Luis Raúl, muchas gracias; señores secretarios de gobernación de los estados, de gobierno; integrantes de organizaciones civiles, diputadas, senadoras, representantes de la prensa: muchas gracias también por su presencia.

La celebración de la entrada en vigor de la reforma constitucional en materia de derechos humanos tomó carta de naturalización como una de las fechas más significativas en el calendario cívico del México contemporáneo.

A la entrada en vigor, la reforma constitucional contribuyó sin duda a precisar y a resolver muchos de los debates que afectaron la debida evolución de nuestro sistema constitucional por décadas. A tres años de distancia, posturas que defienden los derechos y libertades de las personas que se encuentran dentro de nuestras fronteras, pueden obviarse, deben quedar obsoletas en el México de la prosperidad, de la justicia y de la paz, al que todos aspiramos.

Es importante rememorar esta reforma, que ha enfatizado con toda claridad la orientación que debe tener el Estado Mexicano, como un Estado que sólo existe para proteger los derechos humanos de las personas. Todas las autoridades debemos recordarlo siempre: defender, proteger y garantizar los derechos humanos de las personas va en sintonía un Estado cuyos planes y políticas públicas contribuyan a lograr que la condición de vida de los individuos mejoren.

Velar por el estricto cumplimiento de los derechos humanos es una de las características fundamentales de las sociedades consolidadas en lo democrático y desarrolladas en lo económico, pues ni las instituciones ni los servidores públicos que las integran pueden ni deben transgredir derechos humanos.

A lo largo de estos últimos tres años, con la participación de las y los ministros, así como de los magistrados y jueces, en la Judicatura Federal, hemos llevado a cabo intenso trabajo de implementación de la reforma constitucional en materia de derechos humanos, tanto en el trabajo sustantivo como en los esfuerzos administrativos que lo apoyan, el Poder Judicial de la Federación ha tomado medidas que orientan a este poder del Estado en la ruta que exige el párrafo tercero de nuestra Constitución en su artículo primero.

Al interior del Poder Judicial de la Federación existe ya –y quiero ser muy enfática con esto– un cambio cultural, un cambio de actitud de importantes dimensiones, pues hoy todos los titulares del Poder Judicial encargados de impartir justicia a nivel federal discuten y se preocupan por temas que hasta hace muy poco no formaban parte de la cosmogonía jurisdiccional.

Lo anterior, se debe al trabajo que los tribunales de la federación, incluida por supuesto la Suprema Corte, ha venido realizando y ha generado, entre otras cosas, que ahora todos los juzgadores están más y más interesados en realizar de mejor manera el llamado Control de Convencionalidad, lo que representa una buena noticia para todos los justiciables en la defensa de los derechos humanos consagrados en los tratados internacionales de los cuales México es parte.

Se han realizado restricciones importantes a importantes instituciones jurídicas, como el Fuero Militar, como el arraigo, teniendo siempre una visión más proclive a defender los derechos humano de las personas.

Se ha ampliado el patrimonio jurisprudencial de México en materia de derechos humanos. Se han desarrollado importantes criterios jurisprudenciales, con el fin de desarrollar principios fundamentales, como son: el debido proceso, la presunción de inocencia, el interés superior de la infancia, la protección y resarcimiento a las víctimas, la consulta previa a los pueblos indígenas, los derechos de las mujeres, de los discapacitados, la erradicación de la tortura.

Todas estas decisiones y criterios han empezado a dotar de contenido a la décima época jurisprudencial, cuyo inicio fue decretado por la Suprema Corte el 4 de octubre del año 2011, lo que tendrá una influencia decisiva en la preparación y selección de los juzgadores de la décima época, quienes serán los responsables de engrandecer el prestigio de la Judicatura Federal como institución defensora de los derechos humanos y encargada final, sí, encargada final de reparar integralmente las violaciones a los mismos.

Los juzgadores de la décima época sabemos que no puede haber prosperidad económica ni normalidad democrática ni estabilidad sin el pleno respeto a los derechos humanos.

Creer que los derechos humanos obstaculizan la labor del Gobierno es apostar, tal como lo sabemos al ser parte de la Organización de Naciones Unidas, es apostar a la inseguridad, a la impunidad, a la desigualdad económica, a la injusticia en suma.

Los mexicanos, como miembros de la comunidad de naciones, sabemos bien que el respeto a los derechos y libertad de las personas también explica la historia más honorable de nuestra nación. Nacimos para la libertad y para el respeto de nuestros derechos.

Señoras y señores:

El Poder Judicial de la Federación ha pasado de la etapa de implementación de la reforma constitucional en materia de derechos humanos a su normalización cotidiana.

Nuestra participación activa en la elaboración y divulgación del diagnóstico que hoy se presenta es muestra de ello. Sabemos que aplicar y desarrollar los contenidos de la reforma constitucional en esta materia constituye la piedra angular que permitirá transitar debidamente la ruta marcada por el constituyente permanente para este Poder de la Unión.

Lo anterior es particularmente importante, al estar a dos años de la entrada en vigor de la reforma constitucional en materia penal.

En el Poder Judicial de la Federación estamos seguros de que aplicar en conjunto y debidamente los contenidos protectores de las reformas constitucionales en materia de derechos humanos, de amparo y en materia penal, lograremos que la historia constitucional de México evolucione hacia un Estado más acorde con los justos reclamos de la sociedad, dotando a las instituciones del país de una mayor legitimidad, tanto al interior como al exterior de nuestras fronteras.

En el Poder Judicial de la Federación, como siempre, haremos valer la Constitución, protegiendo los derechos de las personas por encima de cualquier consideración y a pesar de cualquier injerencia que pueda poner en riesgo el futuro de la prosperidad, equidad y justicia. En nuestro texto constitucional nos mandata en beneficio de todos.

México es un gran país; es una gran nación. Tenemos las herramientas constitucionales para lograr que esa grandeza crezca aún más.

A partir de la experiencia acumulada al interior del Poder Judicial de la Federación en los últimos tres años podemos afirmar que la reforma constitucional en materia de derechos humanos que apenas nos ha demostrado su potencial transformador, que la misma Reforma ha llegado para quedarse.

Si todas las autoridades en el ámbito de nuestras competencias ponemos en el centro de nuestra actividad los contenidos de esta histórica Reforma, lograremos pronto que México sea la sociedad de derechos a la que todos aspiramos.

Para lograr este fin, no hay excusas, no hay pretextos, sean éstas económicas, sociales, culturales o políticas que valgan. Estamos a la altura del acierto constitucional que hoy rememoramos.

Muchas gracias.

MODERADOR: Agradecemos a la Ministra Olga Sánchez Cordero, su intervención en el marco de este evento.

Tendremos ahora, señoras y señores, el mensaje del señor diputado federal, José González Morfín, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.

DIPUTADO FEDERAL JOSÉ GONZÁLEZ MORFÍN: Muy buenas tardes a todas, a todos.

Saludo con mucho respeto al Presidente del Senado de la República. Al señor Secretario de Gobernación. A mis compañeras legisladoras, presidentas de las Comisiones de Derechos Humanos. A la Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Al Presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. A la señora y al señor Subsecretario:

Es un gusto compartir con todos ellos este presídium y también saludo a todos los funcionarios tanto federales como estatales que hoy nos acompañan.

A los representantes de la sociedad. A mis compañeras y compañeros legisladores federales y locales que están hoy aquí presentes.

La verdad, es un honor estar en esta sede del Senado con todos ustedes para la Presentación del Diagnóstico sobre la Implementación de la Reforma Constitucional en Materia de Derechos Humanos de 2011.

Celebro que nos reunamos aquí representantes de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, porque nuestra presencia en este importante acto republicano nos recuerda que la defensa y promoción de los derechos humanos es una tarea de Estado, que debe siempre convocar y unir a todos los Poderes Públicos.

Sin duda, la Reforma Constitucional en materia de Derechos Humanos, aprobada en el 2011, representó un parte aguas en la vida institucional de nuestro país.

Un paso fundamental para construir un sistema legal más transparente y justo que proteja mejor los derechos de cada persona.

Yo he sostenido en otros momentos que esta Reforma en materia de Derechos Humanos, en conjunto con la Reforma Constitucional en materia de Amparo, la Reforma Constitucional en materia de Acciones Colectivas, la Reforma Constitucional que incluyó el derecho a la información y la protección de datos de las personas.

Y también con algunas partes de la Reforma Constitucional en materia Político Electoral que sumó las candidaturas ciudadanas a nuestros derechos, la Iniciativa Ciudadana a los derechos de los mexicanos, es la más grande ampliación de derechos de los mexicanos, no nada más de los últimos años sino muy probablemente después de nuestra Constitución del 17.

A tres años de su promulgación, esta Reforma en Derechos Humanos ha iniciado un proceso de implementación que enfrenta grandes retos pero que también ofrece importantísimas oportunidades.

El documento que hoy nos convoca es justamente un mapa de navegación que debe guiar los trabajos de las instituciones nacionales.

Nuestra meta en común es que la Reforma en Derechos Humanos se convierta en una realidad tangible.

Quiero compartir con ustedes una reflexión sobre tres elementos que son indispensables desde mi punto de vista para el éxito de esta importantísima transformación legal:

En primer lugar, vamos a requerir de voluntad política. Es necesario que los Tres Poderes y los Tres Órdenes de Gobierno, sumemos esfuerzos para hacer la parte que nos corresponde en la adecuada implementación de esta Reforma.

El Poder Legislativo tiene, lo sabemos, la responsabilidad de debatir y aprobar diversas leyes reglamentarias que darán certidumbre a la aplicación de los artículos constitucionales clave.

Hablo, por ejemplo, del Artículo 29, que señala los casos excepcionales y de extrema gravedad en los que puede darse la suspensión de derechos y garantías.

Hablo también del Artículo 33, que marca los casos en los que es posible expulsar a personas extranjeras del territorio nacional para salvaguardar la seguridad de los mexicanos.

Yo ratifico hoy ante ustedes el compromiso de esta Sexagésima Segunda Legislatura de la Cámara de Diputados, para analizar y debatir las Iniciativas que han sido y serán presentadas con este fin.

En segundo lugar, creo, es necesario un fuerte compromiso institucional.

Sin duda, llevar a la práctica la Reforma de Derechos Humanos implica un renovado esfuerzo por parte de todas las instancias del Estado Mexicano, en particular las instituciones encargadas de la seguridad y la procuración de justicia tienen un papel central.

La capacitación y formación de los cuadros de servidores públicos, policías, ministerios públicos y jueces, es un elemento indispensable para que esta Reforma llegue a buen puerto.

Sólo con autoridades comprometidas lograremos una defensa eficaz de los derechos fundamentales de cada mexicano.

En tercer lugar, sigue siendo, creo yo, central que contemos con una participación activa de la sociedad civil.

La Reforma aprobada en el 2011 representó un verdadero triunfo de las organizaciones de la sociedad civil que luchan por los derechos humanos a nivel internacional, por supuesto también en México.

Yo celebro que ciudadanos tan destacados, tan distinguidos hayan decidido formar parte del Consejo Ciudadano que hoy se instala.

El trabajo de estas organizaciones de la sociedad sigue siendo clave para garantizar que todas las instituciones públicas sigan avanzando en una misma dirección.

Su vigilancia, su exigencia y su compromiso es necesario, pues sólo con una sociedad civil activa y vigorosa, México podrá consolidarse como un verdadero Estado Democrático de Derecho.

Señoras y señores:

Hoy México cuenta con un Marco Constitucional de avanzada que representa una oportunidad excepcional para construir una sociedad con instituciones capaces de defender al débil del abuso y al inocente de la arbitrariedad.

Una sociedad que finque su bienestar y su prosperidad en el respeto a los derechos humanos.

Es claro que los retos frente a nosotros son muy grandes, pero igualmente grande debe de ser la convicción y el compromiso de quienes tenemos responsabilidades públicas para implementar esta Reforma.

De todos depende que el respeto a los derechos humanos deje de ser un anhelo y se convierta en una realidad para millones de personas.

Desde aquí invito a no aflojar el paso, a seguir trabajando con vocación democrática y con sensibilidad política para que la Reforma Constitucional en materia de Derechos Humanos cristalice y rinda frutos duraderos.

Será, estoy seguro, en beneficio de las generaciones del presente y también de las generaciones del mañana.

Muchísimas gracias a todos.

MODERADOR: Muchas gracias al señor diputado federal José González Morfín, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, por sus palabras.

A continuación, señoras y señores, escucharemos el mensaje del señor Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, senador doctor Raúl Cervantes Andrade.

SENADOR RAÚL CERVANTES ANDRADE: Gracias. Sean ustedes bienvenidos al Senado de la República.

Mi querido amigo, el Presidente de la Cámara de Diputados; al señor Secretario; a la señora Ministra; senadora, diputado; mi gran amigo y tocayo Raúl; señora Subsecretaria:

El diagnóstico habla por sí mismo y en voz de la senadora Angélica de la Peña, describió claramente lo que ha hecho en concreto la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República, pero también lo que ha hecho el Senado y el Congreso de la Unión.

A mí me gustaría mejor hacer una reflexión conceptual de lo que significa este diagnóstico y lo que significó la Reforma Constitucional en 2011.

Hoy, México tiene sólo un mandato: el centro de todo es el ser humano. Significa, no sólo a los poderes públicos que aquí estamos haciendo el diagnóstico, también tiene que ampliarse a los niveles de gobierno y a los órganos autónomos constitucionales, cualquiera que ejerza una función pública, por pequeña o grande que fuera su facultad, por amplia o restringida, desde el punto de vista técnico, siempre tiene que tener en el centro primero a la persona.

El Senado de la República no se puede dar el lujo cuando hace una iniciativa, cuando la analiza, cuando genera un dictamen, cuando hace un consenso y lo lleva al pleno y puede ser votado, si no tiene en el centro una interpretación del artículo primero constitucional, de los cuatro principales principios sustantivos que todos conocemos, con una interpretación prima fase, conforme a la Constitución, teniendo en cuenta el control de convencionalidad y siempre animado en el principio de pro persona.

No sólo es la norma creada, ni sólo es el Poder Judicial cuando lo interpreta o la autoridad administrativa cuando hace una interpretación y ejecución de la norma, sino también de aquí al futuro, cuando estemos creando norma constitucional o legal, siempre tendremos que reflexionar.

Por lo tanto, el paradigma cambió desde la construcción jurídica, su administración, su implementación y por lo tanto su enseñanza. Hoy México debe tener una reflexión sobre su sistema de derechos humanos.

Como se dijo ates, hacíamos una reflexión hace unos años, antes del 2011, y siempre teníamos que llamar al sistema internacional para la interpretación evolucionada de los derechos humanos, porque teníamos un sistema de garantías y un sistema de protección de misma bastante corto.

Hoy tenemos un modelo de avanzada, en donde integramos el sistema convencional, en donde generamos unos principios con la mejor técnica constitucional y donde mandatamos a todos los niveles de gobierno, poderes y órganos constitucionales a realizar.

Pero la naturaleza de esta reforma lleva consigo el que tengamos una reflexión sobre lo transversal del tema de los derechos humanos y forzosamente tendremos que llegar a analizar que también tiene que poner en el centro de la persona un particular versus otro, cuando este tiene el poder de poder afectar su esfera jurídica.

Las evoluciones que se van a ir dando quiere decir que tendremos que generar una nueva cultura, una nueva convivencia, una forma de integrarlo, una mejor forma de ser mexicanos y mexicanas.

Si esto lo entendemos se genera desde el valor de la educación, por eso el Senado de la República estuvo atento a que el sistema educativo esté imbuido del tema de los derechos humanos, a que todos generemos, los presentes, las anteriores y futuras generaciones, nos sea impensable en cualquiera de nuestro actuar, el que pudiéramos, consciente o inconscientemente, violar los derechos humanos de otros.

La evolución de entender los principios democráticos de un Estado de Derecho constitucional es respetar en todo nuestro actuar los derechos de los otros y los derechos colectivos.

Una sociedad que cuando esté de lado del ejercicio público, no tenga ni pueda pensar en que pudiera, a través del ejercicio de las facultades que le fueron investidas, ejercer un acto que violará los derechos humanos.

Para que los derechos humanos no sean declarativos y realmente sean palpables y que existan en la esfera jurídica y en la realidad de la individualidad de los mexicanos y de las mexicanas, necesitamos una sociedad más igualitaria.

Sí sociedad igualitaria, la mayoría de los mexicanos que no pueden acceder al desarrollo personal y encaminar sus sueños en el ejercicio de lo que piensan hacer con su vida, si a esto no pueden acceder igual los mexicanos, a esa gran porción de mexicanos y mexicanas, sería una visión solo declarativa y nunca pensable que fueran una realidad.

Por eso no nos quedamos solo en el marco jurídico. El Senado de la República se ha atribuido facultades muy especiales para fortalecer su vinculación con el Poder Ejecutivo, con los órganos autónomos en la vigilancia, en el acompañamiento de las políticas públicas.

Celebro el efecto democrático de que los tres poderes de la Unión, que estén invitados los órganos autónomos y los niveles de gobierno, en la reflexión de que esta evaluación, este diagnóstico, no sólo es un buen ejercicio, sino siempre será una interlocución entre los diferentes poderes, porque la obligación es del Estado mexicano en su conjunto.

Nadie debemos de entender segregado la política pública y la alteración constitucional, el marco legal dividido en la materia de derechos humanos.

Es una unicidad de sistemas, es una aspiración en el camino a una democracia constitucional y si lo logramos y caminamos en ese sendero de la reflexión, de la realidad, los mexicanos que tanto necesitan este Estado igualitario y este ejercicio real de sus derechos, estaremos en el camino correcto.

Mil gracias y bienvenidos otra vez.

PRESENTADOR: Muchas gracias señor senador Raúl Cervantes Andrade, Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República.

Distinguidas, distinguidos invitados, escucharemos ahora el mensaje del señor Secretario de Gobernación, licenciado Miguel Ángel Osorio Chong.

LICENCIADO MIGUEL ÁNGEL OSORIO CHONG: Muy buenas tardes a todas y a todos, para un evento tan significativo estar en este lugar histórico que da el marco perfecto y además, por la calidad del auditorio que hoy tenemos para este evento.

Permítanme saludar a los presidentes de la Cámara de Senadores, de Cámara de Diputados; a las presidentas de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Senadores y Cámara de Diputados: ministra, un gusto saludarle; señor Presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, subsecretarios y permítanme saludar a las y los legisladores del Congreso de la Unión; a los integrantes del Consejo Consultivo para la implementación de la reforma constitucional de derechos Humanos.

Agradecemos muchísimo el valor de la presencia de los presidentes, presidentas, de las comisiones estatales de los derechos humanos: a los secretarios de gobierno, secretarias, de las entidades de la República, a los representantes de los cuerpos diplomáticos; a los representantes de organismos internacionales, a funcionarios federales, a representantes de la sociedad civil, a representantes de instituciones educativas; a integrantes de diferentes órganos del Estado Mexicano; a los medios de comunicación, muy buenas tardes.

Hacer de los derechos humanos un ejercicio y una práctica cotidiana es una responsabilidad, pero sobre todo es un compromiso del gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto.

Desde el 2011 contaos con una norma constitucional que, como se ha dicho aquí y se ha dicho muy bien, significó la transformación más relevante en la materia, desde la promulgación de nuestra Carta Magna de 2917.

Esta evolución dejó atrás la concepción de que el Estado otorga garantías y reconoció que la legitimidad del poder proviene del ejercicio efectivo de los derechos.

Fundó un sistema en el que se incorpora el principio pro persona que obliga a las autoridades a actuar aplicando la norma que más favorezca al individuo.

Hoy el gran reto es que el contenido de la reforma es nuestro gran reto, se refleje cotidianamente en la vida de todas y de todos los mexicanos.

Ello ha requerido, aquí también se ha dicho, de un esfuerzo del Estado Mexicano, pues todas las autoridades, sin excepción, tenemos la obligación de promover, de respetar, de proteger y de garantizar los derechos humanos, de conformidad a los principios de universalidad, interdependencia y progresividad.

De ahí la importancia de que los tres Poderes de la Unión hayamos construido en plena coordinación el diagnóstico que hoy presentamos. Se trata de un análisis para evaluar en dónde estamos y cómo mejorar nuestras acciones. Desde una visión compartida dimensiona los retos, las necesidades y las estrategias para acelerar la aplicación de la reforma.

El desafío que enfrentamos es equivalente a la profundidad del propio cambio constitucional. Es por ello que el Presidente Enrique Peña Nieto impulsa acciones para cerrar la brecha entre la legislación y la realidad en el ejercicio de los derechos; entre ellas, quisiera destacar algunas:

Elaboramos ya el Programa Nacional de Derechos Humanos 2014-2018 para evaluar el proceso de implementación, difundir sus alcances y asegurar que la planeación de la política pública integre la perspectiva de derechos.

Reforzamos la cultura de los derechos humanos en la Administración Pública Federal, para garantizar que la gestión se apegue a la Constitución. Y creamos dos áreas enfocadas en la definición de políticas públicas y estrategias de atención en la materia.

Instalamos el Sistema Nacional de Atención a Víctimas y se creó la Comisión Ejecutiva para hacer exigible el derecho a la reparación integral del daño.

Diseñamos el Programa Sectorial de la Secretaría de Gobernación, que dentro de sus objetivos tiene el impulsar la coordinación entre poderes, órdenes de gobierno y órganos autónomos, con miras a fortalecer la aplicación del nuevo marco jurídico.

Cumplimos compromisos y dimos respuesta a demandas de los ciudadanos que, con justa razón, exigían ejercer sus derechos en igualdad y sin discriminación. Por ejemplo: las uniones formadas por personas del mismo sexo ya son sujetos de afiliación a la seguridad social.

Disminuyó sensiblemente el número de quejas contra la Administración Pública Federal ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, derivado del nuevo enfoque de la Estrategia de Seguridad y Justicia que pone al centro la vida e integridad de las personas.

Existen importantes avances en la materia, así lo reconoció apenas hace dos días esta misma semana el Presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, pero debemos multiplicar esfuerzos para asegurar que toda la población conozca el contenido y el alcance de la reforma y pueda así exigir su cumplimiento estricto a las autoridades.

Por eso estamos capacitando a funcionarios de todos los órdenes de gobierno, para explicar, para aterrizar las obligaciones que este cambio fundamental les genera en el actuar diario como servidores públicos.

Asimismo, con la participación de los tres poderes, hemos iniciado su difusión a través de sesiones itinerantes en cada una de las entidades federativas, dirigida a académicos, organizaciones de la sociedad civil y público en general, porque materializar la reforma necesariamente requiere la participación de la ciudadanía pues, en la medida en que la ciudadanía vigile, evalúe y proponga, sus beneficios sin duda serán plenos.

Por ello, la instalación del Consejo para su implementación es un paso decisivo, toda vez que es un órgano ciudadano, plural e incluyente.

Yo estoy seguro que con su amplia experiencia, conocimiento y trayectoria, las 17 mujeres y hombres que lo integran, contribuirán al fortalecimiento de la política pública en la materia.

A nombre de los tres Poderes, muchas gracias por haber aceptado ser parte de este Órgano, de este Consejo. Muchas gracias a todas y todos ustedes.

Reitero nuestro agradecimiento de formar parte de este Consejo, a los rectores, a los académicos, investigadores, periodistas, defensores de los derechos humanos y representantes de la sociedad civil aquí presentes.

La Reforma del 10 de junio de 2011 sentó las bases para construir una sociedad de derechos y plasmó con claridad, nuestras aspiraciones como país. Sin embargo, no hay mandato constitucional que por sí solo pueda transformar la realidad y garantizar su vigencia en todo el territorio nacional.

Por eso es que ahora nos toca trabajar juntos, a la sociedad y al Gobierno, para que los mexicanos vivan en su día a día lo que la ley prescribe.

El Diagnóstico que presentamos es claro: nos indica que debemos acelerar el paso y ampliar, en corresponsabilidad, el alcance de las acciones locales y federales y, estoy seguro, que en esto está el compromiso de todos los ámbitos de Gobierno.

Reforzar la capacitación, la difusión y su articulación para apuntalar el rumbo de la política de Estado en materia de derechos humanos. Para hacer de la actuación del Poder público, un medio que haga efectivos los derechos; esa es la única vía para ejercer plenamente las libertades y alcanzar la igualdad, la justicia y el desarrollo de un Estado que se digne de ser democrático.

Muchas gracias por su atención.

MODERADOR: De esta manera, señoras y señores, concluimos esta reunión a favor de los Derechos Humanos, compromiso de todos por un México mejor.

Agradecemos la presencia de todas y todos ustedes, del ciudadano Secretario de Gobernación y de los señores Presidentes de las Cámaras de Senadores y Diputados.


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