Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

NELSON MANDELA NOS HA DEJADO UN INMENSO LEGADO CUYA MENCIÓN ES UN RECUENTO NECESARIO:  MIGUEL BARBOSA

* Discurso pronunciado por el Senador Miguel Barbosa Huerta, coordinador del Grupo Parlamentario del PRD, durante el Foro: Nelson Mandela.

Sen. Miguel Barbosa Huerta, (MBH): Bien, buenos días a todas, a todos.

Pues, aunque formalmente lo hará el Vicepresidente de la Mesa Directiva del Senado, el Senador José Rosas Aispuro, quién representa al Senado de la República, de verdad honrado de estar en esta mesa contigo.

Felicitar primero a los organizadores de este evento, a la Senadora Layda Sansores por la percepción de que en el Senado se lleve a cabo este evento. El sentido natural de poder solidarizarnos ante hechos que del otro lado del mundo están dándose, y hacer un homenaje en vida a ese gran hombre, a Nelson Mandela.

Bienvenidos a todos a esta sede que como lo he repetido en otros eventos es una caja de resonancia. El Senado es una caja de resonancia para que se escuche más lejos, por más gente, acontecimientos que hay que resaltar y éste sin duda es un acontecimiento que hay que resaltar, el homenaje en vida a Nelson Mandela.

Bienvenidas todas y todos, y con la anuencia de los organizadores, Layda, me voy a permitir dar lectura a unas palabras que traigo preparadas para este evento, si me permiten.

El mundo se encuentra a la expectativa de los momentos que vive Nelson Mandela, estamos atentos a los acontecimientos de Sudáfrica, a lo que ocurre en esta pequeña cama de hospital en donde un hombre de casi 95 años, yace desde hace varias semanas.

Son los instantes culminantes de una vida y de un camino material que llegará a un final inevitable. En estas semanas, las mentes más lúcidas de nuestro tiempo, los hombres mas poderosos del mundo, los personajes más famosos han dedicado sus reflexiones a Nelson Mandela.

El consenso es absoluto, se trata del reconocimiento solenme a uno de los personajes más importantes de la segunda mitad del siglo XX y de lo que va de este siglo.

Los hombres parten a enfrentar el misterio de la muerte, los hechos se quedan, permanecen en la mente, en los corazones y pasan a formar parte de nuestras vidas.

Nelson Mandela nos ha dejado un inmenso legado cuya mención es un recuento necesario.

Disidente del régimen, preso político, lider de un pueblo, político excepcional, gran estadista, parece poco para definir a un hombre que ha ido plenamente sin amargura, sin odios a pesar de haber padecido 27 años de encierro por parte de uno de los regímenes más autoritarios y duros que la humanidad tenga memoria en la historia reciente.

Desde su celda, desde lo profundo de sus reflexiones, convenció con su ejemplo a la mayoría negra de que en la transformación de su país, tenía que incluir necesariamente a la minoría blanca; y a esa minoría blanca la convenció de algo que parecía imposible, que debían de renunciar al régimen de exclusión, al poder y resignarse a vivir en una sociedad gobernada por la maryoría negra.

Mandela ha tenido la capacidad de perdonar, de tenderle la mano y tratar como hermano a quiénes lo encarcelaron. Un hombre que al soñar y luchar por un futuro mejor para su país, dio un ejemplo al mundo, que al transformar radicalmente la historia de Sudáfrica demostró que por medio de la honestidad, la congruencia y la valentía se pueden lograr los más altos propósitos.

Un hombre con gran visión, que siempre ha tenido los pies en la tierrra y que ha sabido de pasiones, amores, de olvidos y perdones.  Muchos aspectos separan a Mandela del resto de los políticos de gran carisma y arrastre popular, pero uno es elocuentemente sobresaliente, uno, haber tenido la capacidad de ejercer el poder y no pretender perpetuarse en él.

Mandela nunca se sintió ni un elegido, nunca se consideró como un privilegiado, cuando terminó su mandato se retiró, volvió a sus orígenes, a la aldea de dónde es nativa su familia, a donde le impusieron esa condecoración de Madiba, que es un reconocimiento de los ancianos a él, a Nelson Mandela.

Ahora cuando en diversas partes del mundo se levantan nuevos muros, cuando la guerra y los intereses mezquinos prevalecen, cuando la corrupción y la violencia siguen ejemplos como el de Nelson Mandela, se agigantan.

Gracias Layda, por esta oportunidad de participar en este evento, gracias a todo el presidium.

Y gracias a ustedes por compartir con nosotros los senadores acá en esta sede, un evento tan importante y tan noble como el reconocimiento en vida a Nelson Mandela.

Muchas gracias.

 

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