Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Versión del discurso de la senadora Laura Angélica Rojas Hernández, durante la presentación del reporte “México, las Américas y el Mundo 2004-2014: Diez años de opinión pública y política exterior”

Muy buenos días tengan todos ustedes; bienvenidos al Senado de la República.

Compañeras y compañeros legisladores; distinguidos integrantes del presídium; distinguidos integrantes del cuerpo diplomático acreditado en nuestro país; distinguidos académicos y funcionarios que nos acompañan.

Quisiera agradecer, en primer lugar, al Centro de Investigación y Docencia Económicas, por co-organizar una primera presentación pública de este reporte en el Senado de la República. Muchas gracias también a las comisiones de Relaciones Exteriores que se sumaron con entusiasmo al proyecto de divulgar aquí los resultados de esta investigación pionera en la materia.

Gracias al Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales y a la Asociación Mexicana de Asuntos Internacionales, que son los dos centros de pensamiento que en el análisis de estos temas en nuestro país se sitúan a la vanguardia. Y gracias a todos ustedes, estudiantes, académicos, integrantes de la sociedad civil organizada y público interesado, por su respuesta a esta convocatoria.

Como todos ustedes saben el CIDE, junto con otras instituciones auspiciantes, ofrece cada dos años el resultado de una investigación que arrancó hace más de una década. “México, las Américas y el Mundo”, una encuesta que por primera vez se ocupó de documentar las opiniones y percepciones de los mexicanos sobre un tema del que prácticamente nadie les preguntaba: la política exterior de México.

Con el tiempo, y a partir del éxito de esta encuesta, el proyecto se extendió por distintos países latinoamericanos lo cual hizo posible un ejercicio comparativo en materia de actitudes sociales y cultura política de los mexicanos respecto a temas de política exterior y relaciones internacionales.

El documento que hoy se presenta, sin embargo, tiene un valor adicional. Conforma un registro único de información empírica sobre la manera en que estas actitudes y percepciones se han transformado a lo largo de una década. Desde mi punto de vista, no hay mejor espacio para presentar los principales hallazgos de esta investigación que el Senado de la República.

No sólo porque la encuesta ofrece un conjunto de recomendaciones que el Senado, en el contexto de su facultad exclusiva de análisis de la política exterior que desarrolla el Ejecutivo, debiera tomar en cuenta, sino también porque, de cierta manera, los hallazgos principales podrían inspirar acciones legislativas de distinta índole sobre temas de la agenda prioritaria que van desde la cooperación internacional, por ejemplo, la participación de México en las denominadas Operaciones para el Mantenimiento de la Paz de las Naciones Unidas también.

Por ejemplo, el reporte da cuenta de la manera en que los mexicanos muestran un interés creciente por la utilización de instrumentos de poder suave, es decir, flujos comerciales, diplomacia cultural y proyectos de cooperación internacional, como una herramienta idónea para la política exterior de México o bien la forma en que existe una valoración positiva y confianza suficientes del público en general hacia las organizaciones internacionales, incluyendo a la Organización de las Naciones Unidas cuyo acompañamiento de la política interna y exterior de México aprueban y respaldan.

Otro tema importante que me gustaría destacar es que los resultados de esta encuesta contribuyen a derruir un mito fundado en dos creencias: la primera según la cual a los mexicanos no les interesan los temas internacionales y la segunda que no hay grandes consensos entre la población sobre la materia.

Por un lado, si bien hay aún un déficit importante en materia de conocimiento e interés frente a los temas centrales de la política internacional, no sólo la mayoría de los mexicanos aprueba una participación activa del país en asuntos mundiales sino que perciben a la política exterior como la mejor política pública evaluada, superando por mucho a las políticas económicas, en materia educativa o de seguridad. Esto incluye, por ejemplo, mantener el apoyo a la participación de México en las Operaciones de Mantenimiento de la Paz siempre que sea alrededor de causas humanitarias, respaldar la inversión de más recursos presupuestales para embajadas y consulados y apoyar una mayor participación del país en organismos internacionales.

Por el otro, los mexicanos son consistentes en señalar como objetivos principales de la política exterior los de la protección al medio ambiente, el combate al narcotráfico y al crimen organizado, la protección de los intereses de los mexicanos en otros países, la promoción de los productos mexicanos en el exterior y la atracción del turismo e inversión extranjeros.

No obstante, hay rasgos preocupantes que también debiéramos tomar en cuenta. Claramente hay un grado menor de exposición y contacto directo e indirecto con el exterior, cierto pesimismo de los mexicanos sobre el entorno internacional y brechas cada vez más amplias entre líderes y población en general alrededor de distintos temas de enorme importancia para la agenda internacional.

Por lo anterior, quizá no haya mejor manera de celebrar el décimo aniversario de este proyecto que tener claras las lecciones más importantes que ofrece este reporte y buscar que orienten decisiones de política exterior, acciones legislativas en la materia y nuevas investigaciones sobre la dinámica de continuidad y cambio en nuestro posicionamiento internacional.
Muchas gracias a todos y bienvenidos.

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