Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Versión del discurso del senador Juan Carlos Romero Hicks durante la inauguración del Foro Nacional: “El ejercicio de la enfermería en México: Panorama, desafíos y compromisos”, convocado por las comisiones Para la Igualdad de Género, de Educación, y el Consejo Internacional de Enfermería

Muy buen día.

Distinguidas senadoras, senadores.

Funcionarios del Gobierno de la República.

Distinguidísimas enfermeras y enfermeros del país.

El ser humano es inmensamente vulnerable, y lo es particularmente cuando su salud está en riesgo. Y todos hemos vivido la experiencia de que la primera riqueza que tenemos es la salud, y de ella deriva la felicidad, el equilibrio personal, familiar y colectivo. De otra forma dicho, la salud es la unidad que le da valor a todos los ceros de la vida.

Nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido y nada tan caro como lo que no se tiene en algún momento determinado.

La senadora Diva Hadamira Gastelum, quien preside la Comisión de Igualdad de Género, es quien ha promovido este evento de manera principal y quiero que mis primeras palabras sean en reconocimiento a ella y lamentablemente, la paradoja es que por motivos de salud no nos puede acompañar. Dentro de un momento veremos la manera de hacer un enlace telefónico para tener un saludo de parte de ella.

Aquí tenemos presencia de enfermeras y enfermeros de 14 entidades federativas, todos ellos trozos del alma importante de México: Michoacán, Veracruz, Morelos, Hidalgo, Querétaro, Tamaulipas, Chiapas, Quintana Roo, estado de México, Jalisco, Guanajuato, Zacateas, Oaxaca, Nayarit y la ciudad de México.

Hace años tuve el privilegio de encabezar la Rectoría de la Universidad de Guanajuato y me tocó en la década de los 70 la transformación de la enfermería como nivel medio superior y nivel técnico a licenciatura y sé de la lucha que con polvo, sudor y lágrimas desde hace prácticamente cuatro décadas, esta profesión ha tenido para poder encontrar en México algo que está pendiente.

Tenemos una deuda social, académica y laboral inconclusa y todos sabemos que la primera línea de batalla es el cuidado de la salud. Cuando miramos el ejercicio de la profesión ―y celebro que estén aquí personas de la Secretaría de Salud, de la Secretaría del Trabajo y la Cancillería― encontramos contrastes muy agudos, desde el número de enfermeras y enfermeros por cada mil habitantes, así como su distribución en las grandes y en las pequeñas poblaciones. Y cuando miramos al resto del mundo y nos damos cuenta cómo se ejerce la enfermería tanto en el ámbito púbico como del ámbito privado, advertimos también inmensas asimetrías.

Lo mismo ocurre cuando tenemos que reconocer que tenemos pendientes de recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo. En enfermería tenemos auxiliares de enfermería, niveles técnicos, niveles licenciatura y en cada vez casos de mayor frecuencia, el nivel de posgrado.

En todas las expresiones internacionales de estudio de lo que es una profesión se advierten rasgos que por fortuna la enfermería ya ha venido cubriendo. Por ejemplo, Ellis y Hartley señalan que una profesión debe de tener siete características. Primero: el tener un cuerpo definido y organizado de conocimientos intelectuales que pueden ser aplicables a la actividad del grupo, y en enfermería sin duda que hay conocimiento propio, aunque también se adapta y se complementa con el resto del equipo de salud.

Segundo: la utilización del método científico. Tercero: el formar profesionales en instituciones de alto nivel educativo, y cuando advertimos la secuencia desde la primera escuela de enfermería, con Florence Nightingale en los años, hacia 1860 en la llamada Nightingale Training School for Nurses, vemos cómo ha venido creciendo esto.

Cuarto: el que funcione con autonomía en la formulación del control profesional de su actividad profesional, y esto también ya se hace. Quinto: el tener un código ético, y también existe. Sexto: el reconocer una profesión como una contribución a la sociedad por los servicios que se prestan, y se han venido incrementando.

Y finalmente: hacer un gran esfuerzo para ofrecer compensación a profesionales por medio de su tarea cotidiana.

En otros marco teóricos conceptuales, Flexter, por ejemplo, considera que una ocupación, a diferencia de una profesión, la profesión tiene características muy importantes: una base intelectual que le da un alto sentido de responsabilidad; el que haya aprendizajes sistemáticos en cuerpos de conocimientos; el que haya la combinación de la parte teórica y la parte práctica y sobre todo que haya un motivo superior de altruismo y de clara sensibilidad.

¿Qué es un perfil profesional? Es un conjunto de conocimientos, habilidades, valores, conductas y actitudes que le dan un carácter moral y sobre todo respetable en cuanto a una reputación pública. Y aquí yo quiero hacer una mención especial a la enfermería de este país: es la que nos recibe en la vida y en muchos casos, la que nos acompaña en el último suspiro final. Que lo hacen con honradez, que lo hacen con confianza y que además el origen de la palabra es depositar una fe, una fianza en lo que esté ocurriendo.

En los perfiles de enfermería, ustedes han venido creciendo para poder hacer valoración, diagnóstico, tratamiento, rehabilitación tanto en instituciones hospitalarias como en ambulatorios, internamiento individual y grupos sociales.

En algunos casos, y la representación va incrementando, y celebro que ahora llegue a nivel internacional con la persona que hoy nos acompaña, hacen trabajo de gerencia, de administración, de coordinación de espacios; participan en la docencia, en la investigación, en asesorías, en consultorías y sobre todo, porque hemos tenido trato por parte de toda la población y no hay una sola excepción.

En enfermería encontramos empatía. Pensar y sentir como la persona, el acompañamiento, el sentido flexible, el sentido orientador, el sentido reflexivo y el sentido de la actitud respetuosa les dan a ustedes un papel de asistencia y sobre todo, de poder acompañar a una persona en uno de los momentos más difíciles de su vida.

Éste es un tema complejo; me ha tocado vivirlo en diferentes etapas de la vida. En el caso universitario, lo que puedo reconocer, entre otras cosas, es la disciplina, la pasión, la diligencia, la sensibilidad y sobre todo el amor a la profesión que ustedes despliegan.

Tiene avenidas académicas, avenidas sociales y avenidas laborales y sé que hay propuestas para regular el ejercicio profesional y sé que hay temas muy injustos todavía indebidamente atendidos, como es la anarquía y la inseguridad social y laboral que como mexicanos todavía no alcanzamos a responder, y esto implica mucho: el tema universitario, los planes de estudio, los perfiles, el tema de las instituciones de salud, el tema laboral, el tema de la colegiación, el tema de la regulación de qué es lo que podemos hacer en diferentes momentos y por eso yo estoy convencido, porque lo he vivido, que son ustedes la hospitalidad de los hospitales.

Y me pregunto: ¿Cuánto vale el amor a una persona? ¿Cuánto vale el cuidado de la vida? ¿Cuánto vale el acompañamiento y las personas que en un momento tan frágil, necesitan de alguien que les dé la palmada y los escuche; simplemente que esté presente en el momento en que nosotros quisiéramos tener a un ser querido?

En el mundo laboral, por ejemplo, una máquina puede hacer el trabajo de una, dos, 20, 100 o más personas. Lo ´sí estoy convencido es que ninguna máquina va a poder sustituir ese trabajo de enfermería, porque donde la ciencia termina, la variable que mueve es la fe y el amor, y es lo que ustedes representan.

Bienvenidos al Senado de la República.


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