* Versión de la intervención de la senadora Mariana Gómez del Campo Gurza, en la conferencia conjunta con el senador colombiano, Álvaro Uribe, al término de la inauguración del foro “México en el mundo: diagnóstico y perspectivas de las relaciones internacionales”
Agradezco enormemente la presencia del señor senador Álvaro Uribe, expresidente de la República de Colombia, en esta conferencia de prensa. También por supuesto la presencia de los senadores Ernesto Cordero y el senador Juan Carlos Romero Hicks.
Saludo a todos los representantes de los medios de comunicación y por supuesto a la gente que nos ve a través del Canal del Congreso.
Nos honra en México la presencia del senador Álvaro Uribe, en el marco del seminario de política exterior que organizamos en este Senado de la República.
Agradecemos enormemente que haya respondido a la invitación que le hicimos desde la Comisión de Relaciones Exteriores América Latina y El Caribe, para que nos comparta la visión que tiene de México desde el exterior, particularmente desde la región y además con su enorme trayectoria nos ayude a enriquecer el debate en México para tener una política exterior de altura y de vanguardia, sobre todo de cara a los retos que tenemos como región.
Queremos decirles que uno de esos retos es precisamente hacer que los derechos humanos se abanderen, se defiendan y se garanticen no solamente en México sino también en el mundo entero.
Hoy el tema que nos trae a esta conferencia de prensa es decirles que lamentablemente hoy Venezuela está herida de muerte. Un país hermano de Latinoamérica, un país de nuestro vecindario está viviendo un momento muy difícil; una de sus peores crisis humanitarias y sociales en los últimos años y por desgracia en México se está haciendo cómplice de esto con el silencio.
La gente en Venezuela hoy enfrenta la peor inflación del planeta, superior al 68 por ciento; no tiene alimentos, no tiene medicinas, en general la escases es mayor en medicamentos, para tratar enfermedades crónicas como la hipertensión, diabetes y tiroides. Hacer filas desde el amanecer para recibir algo en supermercados se ha convertido en una profesión.
En los próximos meses la situación será todavía más grave ante la caída de los precios internacionales del petróleo, debido a que el 90 por ciento de las divisas que reciben en aquel país provienen de las exportaciones petroleras.
Los derechos de los venezolanos hoy están secuestrados, derechos tan elementales como la alimentación se han vulnerado. De la misma forma se les ha privado de su derecho a manifestarse y a expresar su descontento.
A los jóvenes que salen a las calles se les asesina y desaparece, a la oposición política se le persigue y se les encarcela, 44 personas han muerto y más de 3 mil personas han sido detenidas solamente por participar en marchas.
Estamos a casi un año de aquel 18 de febrero del 2014, cuando Leopoldo López, líder de la oposición fue apresado tras haberse entregado a las autoridades y a un año de distancia, desde México reclamamos su libertad y exigimos que el pueblo de Venezuela se le trate con dignidad y que pueda también regresar a la democracia.
Venezuela hoy más que nunca necesita de la comunidad internacional. Desde el Senado Mexicano les externamos nuestra más profunda solidaridad y le decimos al pueblo venezolano que resista.
Levantemos la voz también para que las autoridades de México actúen y no sea cómplices de gravísimas violaciones a derechos humanos. Estamos obligados por distintos instrumentos internacionales a defender la democracia, la libertad y la dignidad de las personas.
Colombia recientemente pidió la libertad de Leopoldo López, a través de su Ministerio de Relaciones Exteriores; 13 ex ministros de la coalición gobernante de Chile firmaron una declaración diciendo que no pueden permanecer impasibles ante la situación y la pregunta que surge es: ¿El gobierno de México qué está esperando?
Exhortamos también nosotros al presidente Peña Nieto a que en el marco de su participación en foros internacionales promueva la visita de jefes de Estado y de Gobierno a Venezuela. Le pedimos simplemente que actúe.
Un gobierno tiránico no tiene cabida en el mundo actual, mucho menos debe tener cabida en América Latina. Nuestra Cancillería no debe quedarse callada, sino todo lo contrario. México nunca ha sido un país que baje los brazos y agache la mirada ante lo que ocurre en nuestra región.
Esta situación es la que precisamente deseamos también analizar y discutir en este seminario de relaciones exteriores que espero sea muy productivo en estos días.
Nuevamente agradezco profundamente el que pueda estar en esta conferencia de prensa el expresidente Álvaro Uribe, hoy senador de Colombia, y decirle también que es un honor tenerlo en nuestro país y espero que sea la primera de muchas visitas al Senado mexicano y ahora cedo el uso la palabra al senador Álvaro Uribe.
Muchas gracias.
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