Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Versión del discurso de la senadora Gabriela Cuevas Barron, durante la primera reunión de la Comisión de Seguimiento Parlamentario al Acuerdo Marco de la Alianza del Pacífico

Buenos días a todos, especialmente a quienes nos visitan de Chile, de Perú, muchas gracias por estar aquí, sean todos bienvenidos a esta antigua sede del Senado de la República.
Senador José Rosas Aispuro, vicepresidente de la Mesa Directiva del Senado de la República.
Diputado Fernando Zárate, secretario de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados.
Diputado Jorge Ulloa; congresista Jaime Delgado; embajador Javier Eduardo León, embajador de la República del Perú; compañeras y compañeros legisladores; señores y señoras que nos acompañan.
Es para mí un gran honor tener la oportunidad de estar hoy aquí y de tener esta primera reunión de la Comisión de Seguimiento Parlamentario al Acuerdo Marco de la Alianza del Pacífico y darles la más cordial bienvenida a México.
Nos hemos preparado con mucho gusto, con alegría y sobre todo con la hospitalidad que siempre ha distinguido a los mexicanos. Para nuestro país y, especialmente, para el Congreso mexicano esta reunión resulta de la mayor relevancia.
En primer lugar, porque se realiza exactamente a un año de la instalación de esta Comisión de Seguimiento Parlamentario, en Santiago de Chile; en segundo lugar, porque se da en el contexto de la transferencia de la presidencia protempore de la Alianza del Pacífico, de Colombia a México, hace unas semanas; y en tercer lugar, por qué no decirlo, Alianza del Pacífico es un mecanismo que nos compromete a todos los mexicanos.
En cuanto recibimos esta propuesta en el Senado mexicano, fuimos el primer país en ratificarlo en el Senado, le apostamos a la Alianza del Pacífico, le apostamos a la integración de nuestros países, por ello hago votos para que en estos dos días de trabajo intenso logremos afianzar el funcionamiento de esta Comisión, a fin de que la Alianza del Pacífico pueda cumplir a cabalidad con su objetivo de conformar un área de integración profunda, que impulse un crecimiento mayor, desarrollo y competitividad de los países participantes.
Sin duda, el papel que tenemos como legisladores es de la mayor relevancia, no sólo en la ratificación de los instrumentos que firman nuestros ejecutivos sino también en la adecuación del marco normativo que será indispensable para el funcionamiento de este acuerdo y el acompañamiento, evaluación e impulso que se debe llevar a cabo en todo momento.
Esta reunión ocurre en un momento crucial y definitorio para el rumbo que tomará en los meses por venir este novedoso mecanismo de integración; una vez que el Acuerdo Marco ha sido ratificado ya por todas las partes comienza el proceso por medio del cual en los cuatro países, nuestros cuatro parlamentos examinaremos el Protocolo de Desgravación Arancelaria, que le permitirá a la Alianza del Pacífico conformar una zona de libre comercio que integrará a las economías más exitosas de la región y que juntas conformaremos ya la octava economía del mundo.
Este Protocolo no sólo nos permitirá incrementar sustancialmente el flujo comercial, que por cierto aún está lejos de su verdadero potencial, sino consolidar un bloque comercial extraordinariamente competitivo, pero entre otras regiones del mundo. Seremos juntos una potencia exportadora a nivel mundial.
Un bloque con una proyección y una vocación de vinculación natural hacia las economías del pacífico asiático, pero con los pies firmemente puestos en nuestra América Latina, la Alianza del Pacífico por tanto representa una oportunidad de diversificación de nuestras relaciones comerciales y un proyecto para contribuir sin demagogia y con pragmatismo a la realización del viejo anhelo de integración latinoamericana.
Desde la suscripción del Acuerdo Marco en junio de 2012, la Alianza del Pacífico ha registrado avances verdaderamente extraordinarios que eran difícil imaginarse entonces, pero que han podido concretarse a lo largo de estos años, me refiero a la supresión de visas, la promoción del turismo, la cooperación consular y la movilidad estudiantil.
Por eso no es de extrañar que Alianza del Pacífico sea el único mecanismo de integración en América Latina que ya concentra a 32 observadores, dos de ellos se consideran candidatos para ser Estados parte y tres más han expresado su interés de unirse a este gran proceso.
Esto no significa, sin duda que Alianza del Pacífico este exenta de retos, más allá de los que tiene la propia Alianza en su propio proceso de integración sobresalen temas de interés común que justifican aún más el interés por consolidar esta iniciativa.
Sin duda compartimos los retos derivados del narcotráfico, del combate a la pobreza y la desigualdad, la lucha contra el crimen organizado y la trata de personas, el mejoramiento de la infraestructura, la calidad de la educación, el acceso a los servicios de salud, y compartimos también la urgencia de acabar con la corrupción, la necesidad imperante de promover los derechos humanos y la equidad de género, la impostergable tarea de reducir el sector informal en nuestras economías y de redoblar esfuerzos en la mitigación de los efectos del cambio climático.
Hay un tema que recientemente ha adquirido la relevancia, que debió haber tenido desde hace mucho en la agenda pública internacional, y me refiero a la cooperación que debe existir entre las agencias y las autoridades migratorias y consulares para facilitar el movimiento de personas y el tránsito migratorio; Alianza del Pacífico es y puede seguir siendo un ejemplo en un proceso de integración mucho más amplio que en la esfera comercial nada más, como se había dicho tradicionalmente, pero el gran reto tiene que ver y no sólo a nivel de Alianza del Pacífico sino incluso a nivel regional y por qué no decirlo, a nivel mundial, en el libre movimiento de personas, es una de las premisas que motiva Alianza del Pacífico.
Pero hoy como lo comentaba el diputado Zárate, México, pero también muchos de nuestros países enfrentan el reto de la migración y el tránsito especialmente de menores no acompañados o separados, y esta tendencia en el mundo empieza a crecer, y empezó a crecer desde hace algunos años, pero hoy lo que verdaderamente lo etiqueta como una crisis humanitaria tiene que ver con el incremento tan fuerte que ha habido de migración claramente centroamericana hacia México, hacia Estados Unidos, pero que se irá dando también en muchos rincones del mundo.
Yo espero que Alianza del Pacífico dentro de estos objetivos donde se plantea precisamente el libre movimiento de personas, no sólo privilegiemos a los capitales, a los bienes o servicios, sino que siempre tengamos presente que el verdadero espíritu de la política está en las personas, y no pueden ser las personas quienes queden al último o quienes queden fuera de un acuerdo, y más de un acuerdo de esta trascendencia.
No cabe duda que el éxito de mecanismos de integración como el de Alianza del Pacífico depende de la manera en qué enfrentemos todos estos retos comunes y la estrategia que sigamos para ir siempre un paso delante de las expectativas que genera su consolidación, sin este doble esfuerzo la Comisión de Seguimiento Parlamentario tiene un papel fundamental que desempeñar, los parlamentarios de la mano de los gobiernos, los empresarios y la sociedad en su conjunto tenemos que contribuir activamente a este esfuerzo de construcción de un futuro compartido y de una identidad común.
Estoy segura de que esta reunión será recordada como el inicio de la participación activa y comprometida de los parlamentarios para avanzar en la integración profunda, que no se quede únicamente en lo comercial, en estos días reflexionaremos sobre el inmenso potencial de la Alianza del Pacífico, un referente actual para el resto del mundo y sobre el papel que estamos llamados a desempeñar como legisladores en el enriquecimiento de propuestas para su desarrollo futuro y la identificación de respuestas a los desafíos más apremiantes.
Pero más importante aún, espero que este mecanismo sirva para ratificar la solidaridad de nuestras naciones, el reencuentro de nuestros pueblos y lograr la unión de la región Latinoamericana, somos una nación amiga y los recibiremos hoy y siempre con los brazos abiertos.
Muchas gracias, sean todos ustedes bienvenidos.