Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Muy buen día a todos.

Señores legisladores.

Señores representantes de las instituciones académicas y del sector empresarial y gubernamental.

Quiero destacar también la presencia de Don Jorge Flores Valdés, coordinador del Consejo Consultivo de Ciencia de la Presidencia de la República; del doctor Enrique Villagómez, que no solamente coordina y dirige el Consejo Potosino de Ciencias, sino la Red Nacional de Consejos Estatales de Ciencia y Tecnología, y la doctora Gabriela Dutrénit, que encabeza el Foro Consultivo de Ciencias.

Corre una anécdota de que en el año 1855, Michael Faraday estaba presentando al mundo su descubrimiento sobre electricidad y magnetismo, y en la audiencia, entre otras personas, estaba William Gladstone, quien era el ministro de Hacienda del Reino Unido en ese momento, y al terminar la presentación de Faraday, le pregunta: “¿Y eso para qué sirve o qué sentido tiene para nosotros?”, y la respuesta de Faraday fue monumental ―años después se convertía en primer ministro Gladstone―, y le dice: “No se preocupe, algún día pagaremos impuestos por estos descubrimientos”.

Nadie negaría el fenómeno del impacto de la electricidad y el magnetismo, particularmente en el mundo contemporáneo.

Y esta cadena virtuosa de educación, ciencia, tecnología e innovación y cómo convertir el conocimiento para mejorar el bien ser y el bienestar de las personas sigue siendo uno de los grandes retos del mundo contemporáneo. Cómo convertir el conocimiento en riqueza, no solamente desde el punto de vista material, sino particularmente desde el punto de vista espiritual.

Hoy, sin duda, a partir de esta gran iniciativa en donde las cámaras del Congreso de la Unión, como resonadores potentes que registran las más pequeñas vibraciones que provienen de todos los rumbos del destino de México, junto con la Academia Mexicana de Ciencias, con el Conacyt, con las instituciones aquí representadas, presentan los resultados de esta agenda ciudadana, y estos nueve temas: agua, seguridad alimentaria, cambio climático, salud pública, salud mental y adicciones, medio ambiente, investigación espacial, energía, educación, entre otros, son inmensamente significativos.

En el mundo de hoy estamos urgidos de fortalecer el proceso de ciudadanía, y lo quiero decir con mucho respeto: la cuestión política del país nos dejó muy holgado el concepto de ciudadanía; México tiene muchos habitantes y pocos ciudadanos.

La ciudadanía el día de hoy solamente tiene cuatro obligaciones: la primera, educar a los hijos y no lo hacemos bien; la segunda es pagar contribuciones y le damos la vuelta; la tercera es enlistarnos en el Ejército o en la Guardia Nacional y no se hace como un ejercicio responsable, y el último es la posibilidad de votar y de ser votados, pero esto no es el fondo de un ejercicio de ciudadanía.

Ser ciudadano es preguntarnos: ¿Tú cuestas o vales?, ¿tú contribuyes o estas esperando a que los demás hagan otro tipo de contribuciones?

En los últimos meses, hemos visto cómo el Gobierno de la República ha hecho una consulta muy importante para el Programa Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación que ya se ha publicado en el Diario Oficial, y hemos visto estos esfuerzos tan importantes de la Academia Mexicana de Ciencias, donde nuestro amigo el doctor José Franco ha encabezado un esfuerzo muy importante para ver qué es lo que piensan y qué es lo que sienten los mexicanos, qué es lo que vibra en su alma y son los resultados que hoy estamos viendo.

Por eso estas instituciones, el Consejo Consultivo de Ciencias; la Academia Mexicana de Ciencias; el Foro Consultivo; la Red Estatal de Consejos de Ciencias; por supuesto que también las universidades; el Cinvestav, que hoy nos ha hecho una propuesta extraordinaria; la Anuies; el Conacyt, hoy se abren para poder decirle a México que llevamos prisa y que queremos hacer las cosas de manera diferente, para que los actores principales: la academia, la empresa y el gobierno podamos subrayar que esto requiere mejores soluciones.

Celebro en particular que estemos aquí en la sala que lleva el nombre de uno de los mexicanos más preclaros y que estamos festejando el centenario de su nacimiento.

Octavio Paz, en el Laberinto de la soledad, reflexionaba que el hombre no es solamente fruto de la historia y de las fuerzas que lo mueven. “El hombre, me parece ―dice Octavio Paz―, no está en la historia, es la historia”.

Y en otra reflexión nos diría que todo es presencia porque todos los siglos son el presente; la memoria no es lo que recordamos, sino lo que nos recuerda. La memoria es un presente que nunca acaba de pasar, y ése es el reto: poner este conocimiento a disposición de las instituciones para que México vibre, piense, siente y construya al tamaño de sus sueños.

Muchas felicidades.