Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Por considerar que la propuesta de gravar la turbosina es lesiva a la industria aérea nacional, el Senador Luis Sánchez Jiménez anunció que el PRD votará en contra de este gravamen, así lo dio a conocer en compañía de miembros de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA).

En conferencia de prensa, el senador mexiquense indicó que la propuesta presidencial de gravar con 18.71 centavos de litro a la turbosina a través del  Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) no favorece a la competitividad de las aerolínea mexicanas.

Sánchez Jiménez indicó que la pretensión de gravar este combustible deja en Estado de indefensión a las líneas aéreas y que de acuerdo a los integrantes de ASPA, "no es ningún impuesto verde, si no por el contrario es un impuesto que desincentiva el crecimiento del sector; un sector que sí se ha renovado y que tiene una flotilla aérea de menos de 12 años, muy por debajo de la antigüedad de otros países en aviones".

En un documento elaborado y repartido por la ASPA que dirige, el Capitán Piloto, Carlos Díaz Chavez Morineau se advierte que en "los Criterios Generales de Política Económica 2014", se califica a este impuesto como un impuesto verde, con el fin explícito de "desincentivar la conducta que causa la combustión de turbosina, es decir, los viajes por avión".

Sigue el documento de los pilotos, "la lógica del impuesto es encarecer el precio de la turbosina, con el fin de que en el futuro las aerolíneas realicen inversiones en tecnologías que consuman menos turbosina, para ser más eficientes".

Pero señala, "sin embargo, este impuesto no se justifica desde el punto de vista ambiental ni desde el punto de vista económico".

"El impuesto busca incentivar el uso de nuevas tecnologías. Las aerolíneas mexicanas tienen una flota moderna bajo estándares internacionales y han pedido 220 aviones de última generación, que producen hasta 20% menos C02, con una inversión de 20 mil millones de dólares. Esto significa que las aerolíneas nacionales -aún sin este "incentivo"- están invirtiendo en nuevas tecnologías a favor del medio ambiente".

Denuncian los pilotos de  México: "A diferencia de otros combustibles, la turbosina no cuenta con subsidio, régimen especial ni exenciones regresivas”.

"Por el contrario, cargar turbosina en México es generalmente entre 3-7% más caro que en aeropuertos de Estados Unidos”.

"Además, el costo de este impuesto recaerá sobre las aerolíneas mexicanas. Las aerolíneas extranjeras podrán evitar su pago, toda vez que el mismo es violatorio de los principios establecidos en los Convenios sobre Transportes Aéreos firmados por México con otros países”.

"La aplicación del IEPS tendrá un impacto negativo en la industria aérea nacional, mermando las condiciones de competitividad de las aerolíneas mexicanas",  precisan los integrantes de ASPA”.

Además, argumentan que  con este impuesto se reflejará en un incremento en el precio de los boletos, situación que se traduciría en reducción de rutas, de los planes de inversión y, consecuentemente, de la creación de empleo en la industria aérea, haciendo más difícil que más mexicanos puedan viajar en avión.

Para los líderes sindicales, existe una alta sensibilidad de los pasajeros respecto a las tarifas aéreas, por lo cual se estima que, de forma específica, la medida reduciría considerablemente el tráfico de pasajeros en México provocando así un impacto negativo para la aviación comercial por un monto superior a mil millones de pesos anualmente, cifra que captura sólo una parte del costo social que conllevaría la medida.

"A nivel industria, el IEPS a la turbosina tendrá un impacto de más de mil millones de pesos anuales (por línea aérea y dependiendo de su flota), entre el IEPS y el cargo por manejo que cobra Pemex", acotan.

La aplicación del IEPS se convertiría en una inequidad más a las que ya existen para las aerolíneas mexicanas frente a líneas aéreas de otros países en materia de servicios aeroportuarios, tal es el caso de los derechos por navegación aérea y cobros por cuenta de terceros, entre otros.

Pone en riesgo la competitividad de las aerolíneas mexicanas, su expansión y, desde luego, los miles de empleos que genera el sector aéreo en nuestro país,  advirtieron los pilotos aviadores.

Luis Sánchez Jiménez concluyó: el PRD hace suyas estas demandas y estará atento a no vulnerar este sector económico.


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