Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

•  Marchas en el DF han provocado pérdidas económicas por más de 1,700 millones de pesos, señaló la senadora Gabriela Cuevas Barron

•  El ejercicio de los derechos de manifestación y reunión no es incompatible con la democracia, aseveró


La senadora de la República, Gabriela Cuevas Barron anunció en conferencia de prensa que el jueves presentará ante el Pleno del Senado una iniciativa para expedir la Ley de Manifestaciones Públicas en el Distrito Federal, misma que será presentada en la Asamblea Legislativa y en la Cámara de Diputados.

La legisladora mencionó que dicha ley no busca sancionar ni mucho menos prohibir la libertad de expresión o de asociación, sino lograr un balance entre dichas libertades y los derechos de los ciudadanos cautivos que ven alteradas sus actividades diarias y, con ello, mermada su calidad de vida.

Acompañada del diputado local Federico Döring Casar y el diputado federal Jorge Francisco Sotomayor, Cuevas Barron comentó ante los medios de comunicación que por mucho tiempo se ha hablado de regular las manifestaciones en la Ciudad de México.

“En reiteradas ocasiones, los ciudadanos han visto afectados sus bienes, sus derechos, sus libertades e incluso su seguridad mediante marchas, plantones y bloqueos que ocasionan afectaciones de diversa índole: pérdidas económicas en los comercios; retrasos en la llegada a los centros de trabajo; daños en propiedades públicas y privadas y en algunas ocasiones alteración del orden público”, dijo.

La senadora dio a conocer que las medidas que se proponen en la iniciativa son: prohibir el bloqueo de vías primarias y el desarrollo de manifestaciones en vialidades de un solo carril; establecer horarios para la realización de las manifestaciones; disponer como obligación de los ciudadanos el dar aviso a las autoridades sobre las manifestaciones que realizarán; y obligar a los miembros de la Secretaría de Seguridad Pública local a recibir capacitación sobre derechos humanos antes de ser asignados a la difícil tarea de controlar manifestaciones públicas.

Reveló que en la última década se ha registrado un aumento significativo en el número de movilizaciones que se reportan diariamente en la Ciudad de México. “En el año 2002 se registraron 778 movilizaciones en la vía pública y en el 2010 se presentaron 6 mil 200 movilizaciones, es decir, ocho veces más”.

La legisladora panista puntualizó que en los últimos meses se han realizado manifestaciones de manera permanente en las avenidas más importantes del Distrito Federal. Algunas estimaciones señalan que se han provocado pérdidas económicas por más de mil 700 millones de pesos.

"Todo ello evidencia la necesidad de contar con una ley que reglamente las manifestaciones públicas en la capital del país dentro de las limitaciones que nuestra propia Constitución y las normas internacionales de derechos humanos imponen al ejercicio de las libertades de expresión y de asociación. Por ejemplo, la Convención Americana sobre Derechos Humanos señala que la libertad de reunión puede estar sujeto a restricciones previstas en la ley y que sean necesarias en una sociedad democrática", dijo.

Las marchas pueden y deben regularse desde el Congreso de la Unión, explicó la legisladora panista. En primer lugar, porque el artículo 122 de la Constitución faculta a los diputados y a los senadores a legislar en lo relativo al Distrito Federal en aquellas materias que no están expresamente conferidas a la Asamblea Legislativa, como es el caso de las manifestaciones públicas.

En segundo lugar, agregó, porque nuestra Carta Magna faculta al Congreso de la Unión a dictar disposiciones generales que aseguren el debido, oportuno y eficaz funcionamiento de los Poderes de la Unión, los cuales tienen su asiento en la capital.

La regulación del ejercicio de los derechos de manifestación y reunión no es incompatible con la democracia, ya que permitirá la expresión de las ideas, peticiones e inconformidades en un marco de respeto a los derechos de terceros, velando en todo momento por la integridad de los propios manifestantes, concluyó Gabriela Cuevas Barron.


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