Debido a que la mayoría de las pesquerías están en su máxima capacidad de explotación y se requiere de una mayor producción de alimentos, urge se realice una mayor investigación acuícola y se innove tecnológicamente, por lo que es necesario que el Instituto Nacional de Pesca (Inapesca) asuma su liderazgo y compromiso con los productores mexicanos, destacó el senador Francisco Salvador López Brito.
El Presidente de la Comisión de Pesca del Senado de la República, al presentar una iniciativa plantea cambiar el nombre a la institución para transformarse en Instituto Nacional de Pesca y Acuacultura, dijo que el potencial que tiene México en esta actividad es enorme, ya que de 600 especies que se cultivan en el mundo, sólo 12 son explotadas comercialmente en el país.
Expuso que diversos países desarrollados y en vías de desarrollo han identificado a la acuacultura como uno de los sectores estratégicos que podrían liderar el crecimiento nacional en los próximos años, y han adoptado una visión estratégica desde la política pública, y medidas bien definidas para lograrlo. Sin embargo, México no ha visualizado el potencial real económico de esta actividad y avanza de manera muy lenta y poco eficiente en su desarrollo.
“Se requiere de un cambio de paradigma de desarrollo, acompañado de medidas de política pública y acciones con una visión estratégica, por ello urge que el Inapesca asuma su responsabilidad en la materia para fortalecer el desarrollo de la acuacultura”, puntualizó López Brito.
El legislador panista apuntó: “necesitamos incrementar nuestros esfuerzos para contar con una acuacultura altamente tecnificada, con altos estándares de sanidad e inocuidad que permita a esta industria ser competitiva y prevenir incidencias de virus y bacterias que afecten sus cultivos”.
Destacó que la acuacultura, --que representa sólo el 16 por ciento del sector--, percibió el 40 por ciento del total de los recursos captados en el 2012, por lo que los márgenes de utilidad son mayores que los que aportó la pesca.
Indicó que la acuacultura permite prosperar a largo plazo, basándose en el cumplimiento de cuatro requisitos previos para el desarrollo sostenible, en concreto: solidez tecnológica, la viabilidad económica, la integridad ambiental y el consenso social.
Cabe mencionar que luego de la descentralización que le otorgó autonomía al Inapesca, se conoce que en su nuevo proyecto de estructura, el Instituto ha decidido transformar la Dirección General Adjunta de Investigación en Acuacultura, para ser absorbida por dos direcciones generales de pesca y acuacultura, una para el Pacífico y otra para el Atlántico, “lo que sería un retroceso”, consideró el Legislador federal.
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