Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

 

  • Las futuras filtraciones serán su responsabilidad.

Las futuras filtraciones o casos de espionaje que muestren un evidente daño a los líderes opositores serán responsabilidad del Presidente, quien tiene los medios para hacerlo y además ha renunciado a la responsabilidad de conducir el proceso de transición del poder, sostuvo el senador Luis Humberto Fernández Fuentes.

El legislador del bloque PT-Morena aseguró que el espionaje político existe y las pruebas están ahí: los mensajes con links hacia servidores ya identificados claramente con las empresas de espionaje; la contratación probada de estos equipos por parte del gobierno federal y, sobre todo, las filtraciones de las llamadas telefónicas en momentos convenientes con direccionalidad, intencionalidad y oportunidad política.

“Estos hechos muestran la incapacidad en tantos niveles: espías torpes, un gobierno con una visión patrimonial, sin conciencia del daño que supone, pero lo más preocupante es su renuncia a la responsabilidad de conducir el proceso de transición del poder, que constituye históricamente uno de los momentos más delicados y de mayor atención de cualquier gobierno”, expresó.

Fernández Fuentes señaló que la respuesta del Gobierno ha sido la de siempre: cinismo y negación, así como también el sugerir que los teléfonos de los afectados sean sujetos a un peritaje realizado por el FBI, lo cual calificó de tramposo y absurdo, dado que se sabe que software Pegasus no deja huellas y tiene la capacidad de autodestruirse.

“Es de la mayor urgencia nacional aclarar el tema, ya que enfrentamos un proceso de gran descomposición, no abona al prestigio de las instituciones, y confirma la hipótesis de que no fueron suficientes los recursos económicos desviados al Estado de México, por lo que para preservar los intereses hay que utilizar los activos de seguridad nacional”, añadió.

El legislador comparó que en su momento, el ex presidente de Estados Unidos, Richard Nixon tuvo que abandonar el cargo por un caso de espionaje; “¿qué hace suponer que un Presidente sin prestigio, con la más baja aceptación en la historia de las encuestas, al que nadie le concede un legado duradero, podrá salir mejor librado?”.

Aseguró que sólo una cosa permite suponer tal infamia: un conjunto de funcionarios cómplices y encubridores.

“Prueba de ello es la reunión del Sistema Nacional Anticorrupción en la que los funcionarios impidieron que se abriera una investigación, cuando a todas luces el espionaje político es un acto de corrupción”, añadió.

Aseveró que después de todo sólo hay una conclusión, que las futuras filtraciones que contra líderes opositores serán responsabilidad del Presidente.

No obstante, comentó, el punto es cómo reencauzar un proceso electoral en gran descomposición a la confianza y las instituciones y cuál es la ruta para una transición del poder, civilizada y armónica, que permita dejar bases políticas para el crecimiento económico.