El Grupo Parlamentario del PRD en el Senado presentó un punto de acuerdo para que la Comisión Permanente solicite la comparecencia del titular de la Secretaría de Economía, con el fin de conocer el panorama completo respecto de las renegociaciones del TLCAN, en su apartado laboral; así como las maneras que se buscarán para modernizarlo, tomando como referencia estándares internacionales, tales como el Convenio 98 de la OIT.
“La Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión exhorta a la Secretaría de Economía a producir datos estadísticos sobre trabajadores cuyo empleo depende directamente del TLCAN y hacerlos de acceso público por las vías conducentes, con la finalidad de cumplir con los criterios de transparencia suscritos en el ACLAN”, se agrega en el punto.
Los senadores del PRD refirieron que en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte se establece una porción significativa de las reglas que rigen nuestra relación comercial con Estados Unidos y Canadá. Entre éstas, se encuentran las relativas a las condiciones laborales a las que están sujetos millones de trabajadores mexicanos.
Recordaron que cuando fueron negociadas por primera vez, se favoreció la concepción de explotar la brecha salarial como ventaja comparativa respecto a nuestros vecinos del norte. Sin embargo, esta caracterización ha limitado el desarrollo de puestos laborales más productivos, fomentando la creación de plazas laborales ocupadas por mano de obra poco cualificada y cuyos ocupantes no pueden usar de plataforma para desarrollarse a un estadio más elevado de bienestar.
A consideración del Grupo Parlamentario del PRD en el Senado, dos cuestiones abonan a esta circunstancia de limitación de potencialidades de desarrollo personal a través de la marginalización: uno, la imposibilidad que muchos trabajadores enfrentan para exigir sus derechos de manera colectiva, lo que los coloca en una situación muy grave de desventaja respecto a sus patrones y, dos, la falta de transparencia en los datos, sea porque no se elaboran o porque no se publican, impide conocer con certeza qué clase de empleos ha generado el TLCAN y cuál ha sido su aportación al bienestar público.
“Ambas circunstancias contradicen los compromisos adoptados en el Acuerdo de Cooperación Laboral de América del Norte (ACLAN), aprobado por el Senado de la República en 1993. Sin embargo, pese a la falta de datos más concisos, son visibles ejemplos del desamparo al que el TLCAN ha orillado a millones de mexicanos”, sentenciaron.
A consideración de los senadores del PRD, la vida de los trabajadores del campo, se ha empobrecido y han sido obligados a migrar a partir de la entrada en vigor del TLCAN. Muchas de las políticas adoptadas durante la negociación original del TLCAN, así como las medidas posteriores para mitigar su impacto, no han cumplido con la encomienda de modernizar sus procesos productivos ni mejorar las condiciones de vida de los campesinos.
Afirmaron que en la industria manufacturera se han creado millones de empleos pero mal pagados y poco productivos. “La fuerza laboral manufacturera que México ha atraído se caracteriza por la baja especialización y fácil reemplazo. Aunado a esto, las normas sobre sindicalización les impiden exigir de manera colectiva mejores condiciones laborales a sus patrones nacionales o extranjeros”.
“De esta manera, el trabajo realizado por las y los mexicanos se considera como uno que puede ser mal pagado por las empresas nacionales y extranjeras, lo que ha redundado en la continua pauperización del mismo. En 2015 la brecha salarial se reflejó en que el salario medio por hora en el sector manufacturero de México fue de 5.90 dólares, mientras que en Estados Unidos fue de 37.71 dólares y en Canadá 30.94 dólares.
En este sentido, los trabajadores mexicanos no gozan de plena libertad de asociación, contrario a los criterios establecidos en el ACLAN, el cual, en su Artículo 1, señala como objetivo la mejora continua de las condiciones de trabajo en las tres naciones, a la vez que se invita a la promoción, observancia y aplicación de la legislación laboral”, informaron.
El Grupo Parlamentario del PRD en el Senado afirmó que México está a la saga en derechos laborales, lo cual debe ser subsanado lo más pronto posible por las autoridades conducentes.
“El Estado tiene la finalidad de preservar e impulsar el bienestar de los ciudadanos a los que sujeta. En este entendido, la competitividad laboral es sólo un medio para lograr la meta primigenia, lo que supone la existencia de vías alternas y más efectivas para su realización, por lo que es necesario dotar a los trabajadores de poder para hacer valer sus derechos, a la vez que considera que fomentar su capacidad organizativa es una vía que debe ser abierta con miras a la consecución de este objetivo”, concluyeron.
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