Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

 

  • Cambiemos las balas por las palabras, hagamos de México un país más libre, justo y próspero por una prensa crítica e independiente.

La libertad de expresión es una de las características intrínsecas del proceso democrático y hoy en México enfrentamos un grave problema en esa materia: existe el derecho a la libertad de expresión, pero no la libertad después de ejercerlo, sostuvo el senador Zoé Robledo.

Durante la IV Entrega de medallas al mérito periodístico 2017, el senador del bloque PT-Morena afirmó que si en un país no se puede expresar libremente y sin ningún tipo de interferencia la opinión sobre cualquier tema y en cualquier momento, entonces no hay tal cosa como una democracia.

“Uno de esos indicadores democráticos, la libertad de prensa, la libertad de expresión, es lo que puede dividir y distinguir a una democracia de otra. Ahí está la línea entre una democracia plena, que se despliega de igual manera en todo el territorio y entre todas las personas, y una democracia que solamente funciona bien para algunos, una democracia mocha, una democracia también de moches”, dijo.

Zoé Robledo comentó que en una democracia debe de haber una discusión permanente de temas y jamás un rechazo al encuentro con los periodistas; se deben de premiar los espacios de confrontación honesta y crítica y menospreciar los medios de consigna; debe haber transparencia en la relación con el poder y el cuarto poder y no acuerdos en lo oscurito ni mucho menos indignas cajitas llenas de efectivo.

“En democracia, ese pilar que hoy celebramos, el de la libertad de expresión, se pone siempre del lado correcto de la historia”, aseveró.

El presidente de la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía advirtió que la prensa no puede ni debe ser cercana al poder; no pueden ser amigos, mucho menos cómplices o socios, haría que poco a poco la política en México pierda su naturaleza emancipadora, su naturaleza constructiva.

En nuestro país, dijo “si existe libertad de expresión, lo que no existe es libertad después de la expresión; el poder público, que en teoría debería de proteger el ejercicio de los derechos ciudadanos, es quien hoy en los  hechos más lo limita”.

En ese sentido, refirió el reporte de Artículo 19, que  establece que, de las 397 agresiones recibidas tan solo en el año 2015, 165 fueron realizadas por servidores públicas; entre 2009 y 2015, las autoridades responsables del 46.9 por ciento del total de las agresiones a periodistas son funcionarios que reciben un sueldo del Estado mexicano.

“Cambiemos, pues, las balas por las palabras, hagamos de México un país más libre, más justo, más próspero todos los días, por una prensa crítica e independiente que hoy venimos a celebrar”, concluyó.