Senado de la República

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Carlos Landeros Gallegos logró en su libro: “Grandeza y decadencia de la fiesta brava”, realizar un recorrido histórico que permite vislumbrar la evolución del toreo, en la viva voz de las figuras más destacadas de las últimas décadas.

Además, destacó el senador Miguel Romo Medina, esta obra literaria editada por la Universidad Autónoma de Aguascalientes, tiene una cualidad didáctica e ilustrativa, pues es un compendio que recorre diferentes matices, yendo de lo técnico a lo pedagógico, sin olvidar las semblanzas que describen la personalidad y el espíritu de figuras,  como “El Cabecero”, Humberto Moro y José Tomás.

Dijo que las entrevistas únicas e interesantísimas hechas a personajes emblemáticos para el torero contemporáneo, tales como Rafael Rodríguez, “El Volcán” de Aguascalientes; Antonio Ordóñez, Conchita Cintrón, Paco Camino, Álvaro Domecq, Enrique Ponce, Julián López, “El Juli”, Antonio Lomelí, y desde luego a nuestro entrañable amigo Paco Madrazo y su esposa Esperanza, destacados ganaderos. adquieren especial valor.

En el patio de eventos del Museo Nacional de Historia, ubicado en el Castillo de Chapultepec, el vicecoordinador del PRI comentó que en sus primeras páginas hace un recorrido claro, sucinto y de agradable lectura en el que se esbozan los orígenes de este bello animal conocido como el toro de lidia, su evolución y la forma en que ha sido partícipe en la fiesta brava.

Sobre el particular, el legislador priista manifestó que el toreo es arte y, de ello no tiene ninguna duda, pero también es entretenimiento y en ese sentido se debe apelar y tomar en cuenta la sensibilidad, la percepción y el gusto de quienes asisten a las corridas.

Sin embargo, reconoció que estamos en un momento coyuntural, en el cual se debe reflexionar sobre la fiesta brava, puesto que la tauromaquia es un factor importante en la economía de miles de familias del campo y las rancherías, pero también para aquellas que viven en la ciudad.

Inlcuso, agregó Romo Medina, es etiología y generadora de expresiones artísticas, “esta es su realidad cultural, y como a los libros, quien quiera leer uno lo hará por propia voluntad, gusto o interés, nadie le puede coartar su libertad de hacerlo o de impedirle el placer de la lectura destruyendo bibliotecas”.

Y en el caso de la fiesta brava, la pasión e inspiración que de ella emanan, tampoco acabarán al intentar cerrar las plazas, sostuvo el senador del Partido Revolucionario Institucional, quien al igual que el matador, Fermín Rivera, Mary Carmen Vázquez, Fernando Llaguno Gurza, Beatriz Pagés Rebollar y José Cuelí, comentaron el libro de Carlos Landeros.

Por su parte, el autor del libro: “Grandeza y decadencia de la fiesta brava”, Carlos Landeros, confió que la fiesta brava nunca acabará, porque es “una cosa que hay que respetar. Si para una gente su gusto, su pasión es la fiesta brava pues adelante, pero también creo que no es necesario que los que no están a favor de la fiesta brava, que hagan manifestaciones”.

Señaló que lo más triste del caso, “es que hay gente que nunca ha visto una corrida de toros; entonces hablan de lo que no han visto, de lo que no saben y la gente que no conoce es como la gente que no ve”.

Enseguida, Landeros Gallegos enfatizó que las anécdotas que cuenta en su libro las ha vivido y las entrevistas que hizo no se las contó nadie.

Para Carlos Landeros, el toreo como el arte no aceptan la mediocridad, ya que es un don, que se le dio a las personas que los ejercen.