Con el propósito de que la población esté advertida sobre los daños que puede producir el consumo inmoderado de fármacos antiinflamatorios no esteroideos, el senador Luis Humberto Fernández Fuentes propuso modificar la Ley General de Salud para que el etiquetado de estos productos lleve una leyenda sobre la posibilidad de daño renal por consumirlos.
A través de una iniciativa, el legislador también propuso que la Secretaría de Salud en coordinación con el Instituto Mexicano de Investigaciones Nefrológicas y el Colegio de Nefrólogos de México lleven a cabo investigaciones sobre el uso de estos medicamentos y sus efectos en los riñones, con el objetivo de generar políticas públicas que coadyuven a disminuir sus efectos negativos de los, incluyendo el objetivo de establecer controles rígidos y congruentes, evitando el libre consumo de algunos de ellos.
Al fundamentar su iniciativa, el senador señaló que los fármacos antiinflamatorios no esteroideos son medicamentos de uso cotidiano, empleados en el tratamiento de diversos malestares comunes entre la población como el dolor, inflamación y fiebre, cuya venta no requiere receta.
Añadió que dentro de la lista de estos medicamentos se encuentra incluido el ácido acetilsalicílico, más conocido como "Aspirina", que es el analgésico consumido en nuestro país con cifras anuales superiores a los 560 millones de unidades, lo que representa un valor aproximado a los 50 millones de dólares.
“Estos medicamentos de venta sin receta, son consumidos sin control alguno por la población para curar dolores e inflamaciones leves o moderadas; han coadyuvado, en el corto plazo, a mejorar la calidad de vida de algunos pacientes disminuyendo esos dolores, sin embargo, los efectos del consumo no moderado de los mismos, son los que afectan de manera irreversible la salud de los seres humanos”, advirtió.
En ese sentido, Fernández Fuentes destacó la necesidad de advertir sobre los efectos nocivos del consumo inmoderado de estos medicamentos, sobretodo tomando en cuenta la facilidad con los que la población los adquiere y consume.
Señaló que uno de los órganos que se ven mayormente afectados debido al abuso en el
consumo de los antiinflamatorios es el riñón.
Informó que en el año 2010 la Secretaría de Salud tenía registrados al menos 40 mil nuevos casos de insuficiencia renal en el país, sin embargo, la tasa de crecimiento anual es de más del 10%, situación que duplicará en poco tiempo la incidencia de enfermos renales en la población mexicana.
“El Estado también ha visto incrementado su gasto para cubrir la demanda de tratamientos de pacientes con este padecimiento; alrededor de nueve millones de personas padecen de enfermedades renales y casi 130 mil de ellas se dializa, para lo cual se erogan 250 mil pesos anuales (por cada paciente), imposible para el estado el cubrir este gasto”, agregó.
La iniciativa fue turnada a las comisiones de Salud de y Estudios Legislativos del Senado de la República para su análisis.