· El mero envío de fuerzas federales a la zona no resolverá el problema, señala
· La impunidad es uno de los principales incentivos de este delito, advierte.
El combate al robo de hidrocarburos requiere, no sólo el envío de las fuerzas de seguridad pública, sino un plan integral que ataque la corrupción y genere la reactivación económica de las zonas donde se presenta esta nueva forma delictiva, sostuvo el senador Miguel Barbosa Huerta.
Ante el pleno de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, el legislador del Bloque Morena Senado advirtió que el robo de hidrocarburos es una nueva modalidad de crimen organizado que se suma la violencia desatada por el narcotráfico, la trata de personas, los feminicidios y las desapariciones.
Señaló que la ordeña de ductos de Pemex, particularmente en varios municipios de Puebla, tiene uno de sus orígenes en la corrupción en Pemex y entre servidores de los tres niveles de gobierno.
“Quienes roban hidrocarburos, cometen un delito grave, pero su falta de castigo, lamentablemente, es uno de los principales incentivos para que la actividad, no sólo se siga realizando, sino que se expanda. La impunidad es uno de los principales incentivos de este delito”, dijo.
Reconoció que la expansión de este delito en Puebla lo ha convertido en un fenómeno criminal, pero también en uno de carácter social en el que segmentos de varias comunidades del llamado Triángulo Rojo –que incluye los municipios de Tepeaca, Palmar de Bravo, Quecholac, Acaltzingo, Acajete y Tecamachalco-, participan en la ordeña, transporte, distribución, almacenamiento y venta de hidrocarburos robados, por los que reciben elevados ingresos económicos.
En ese sentido, afirmó que “sin soslayar la necesaria presencia de fuerza pública para enfrentar grupos criminales con elevada capacidad de fuego, el mero envío de fuerzas federales a la zona no resolverá el problema”.
Por eso, añadió, el fenómeno debe atacarse de manera integral, con una estrategia que combata a la corrupción, la cual también otorga soporte al robo de hidrocarburos, desde la colusión de cuerpos de seguridad pública, pasando por trabajadores de Pemex que participen en este ilícito, hasta las complicidades políticas de funcionarios de los tres niveles de gobierno.
Además, sostuvo que cualquier plan eficaz debe incluir un programa para la generación inmediata de empleos, la reactivación económica de la zona, dignificación de espacios públicos y viviendas, así como la reconstitución de infraestructura de servicios de salud y educación.
“No debe repetirse el error que se ha cometido en otras regiones del país al combatir a grupos de la delincuencia organizada sólo con las fuerzas del orden, el cual consiste únicamente en el descabezamiento de éstos y dejarlos intactos en su estructura”, agregó.
El senador poblano expresó su solidaridad con el Ejército mexicano y con las familias de los cuatro soldados que perdieron su vida en recientes hechos.
Pero también manifestó la necesidad de reconocer que existe un soporte social del robo de hidrocarburos, el cual tiene su origen en la pobreza y la marginación.
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