- Critica el limitar concepto a “no localizados”
Ciudad de México.- Luego de reconocer el trabajo de dos años que hicieron las organizaciones de la sociedad civil y las comisiones dictaminadoras, el senador Armando Ríos Piter lamentó que el gobierno federal no haya querido reconocer en esta propuesta de Ley de Desaparición Forzada, la definición de persona “desaparecida” y se limite a estipular como “no localizadas”.
En reunión extraordinaria de Comisiones Unidas de Justicia, de Gobernación, de Derechos Humanos y de Estudios Legislativos, cuyos integrantes revisaron y aprobaron la propuesta de Ley General de Desaparición Forzada de Personas y Desaparición Cometida por Particulares, y se reforman y derogan diversas disposiciones del Código Penal Federal y de la Ley General de Salud, Ríos Piter celebró que después de dos años, ya se logre tener un producto terminado.
El legislador independiente precisó que el dictamen en la materia, le deja un mal sabor de boca el hecho de que no hayan querido ceder en el tema de “no localizadas”. Y Adelantó que insistirá en su reserva en este tema.
Agregó que al mantener esta idea de “no localizadas” es que el Estado mexicano y que el gobierno de la República, no quiere reconocer el problema”. En ese mismo sentido, ejemplificó con el caso de la desaparición de los 43 jóvenes desaparecidos en Iguala: “es como decirles a los padres, oigan sus hijos son “no localizados”.
Recordó que lo que originó esta ley, fue precisamente la desaparición de los 43 jóvenes, en la entidad de la que es oriundo: “fue en mi tierra, en Iguala, en Guerrero, y fue a partir de ahí donde el presidente Peña Nieto mandó en el decálogo, la propuesta para que se legislara en esta materia”.
Ríos Piter expresó que votará a favor del proyecto de dictamen, pero en este punto, si existe una falta de claridad y de reconocer la magnitud del problema: “yo he estado recorriendo la República en las últimas semanas, y el fenómeno de desaparecidos y de fosas clandestinas está en todo el país”.
Reiteró un agradecimiento a las organizaciones de la sociedad civil, que lo largo de dos años, no cejaron en su empeño de estar presentes, discutiendo, debatiendo, atendiendo y proponiendo para que esta ley pudiera salir: “yo votaré a favor en lo general; creo que es un producto bueno el que tenemos”.