Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Senadores del Grupo Parlamentario del PRI alertaron que en los últimos años en nuestro país ha aumentado de manera alarmante el tráfico de especies animales, actividad que es el tercer negocio más lucrativo del mundo, sólo superado por las ganancias que proporcionan las armas y las drogas.

Los delitos contra la fauna silvestre representan un negocio muy lucrativo con ganancias que se estiman en más de 10 mil millones de dólares y está administrado por redes del crimen organizado internacional. De acuerdo con la Interpol, el tráfico de especies es el tercer negocio ilícito más importante del mundo, sólo después del tráfico de estupefacientes y armas”, revelaron.

Los senadores consideraron necesario y urgente implementar las acciones para detener el tráfico y comercio ilícito de especies, en beneficio de su conservación y el aprovechamiento sustentable de nuestros recursos naturales, ya que entre el 8% y el 10% de las especies de plantas y animales del planeta se encuentran en nuestro país.

Por ello presentaron un Punto de acuerdo por el que solicitaron a la Secretaría del Medio Ambiente y a las autoridades de los tres niveles de gobierno que implementen campañas permanentes de concientización sobre el daño que ocasiona a los ecosistemas el tráfico y el comercio ilícito de flora y fauna silvestre.

La creación de conciencia en la sociedad, respecto al daño que ocasiona al medio ambiente el tráfico y comercio ilegal de especies debe ser una prioridad para las políticas públicas en la materia. Sólo la reducción de la demanda de ejemplares o artículos hechos con especies exóticas puede detener la expansión de este delito”, aseguran.

Los legisladores priistas argumentaron que entre los animales que se encuentran en peligro de extinción en México se encuentran el jaguar, el lobo mexicano, el loro cabeza amarilla, la totoaba, el mono saraguato, la guacamaya verde, la guacamaya roja, el mono araña, el águila real, el loro yucateco, el flamenco americano, el ajolote, la vaquita marina, la tortuga caguama, el manatí de las Antillas, el conejo teporingo y el tapir, entre otros.

“La extracción de fauna y flora silvestres de su hábitat natural ha tenido como consecuencia que muchas de las especies en México se encuentren amenazadas y en peligro de extinción. El tráfico y comercio ilegal de animales silvestres amenaza no sólo su existencia, sino también la de los ecosistemas, ya que éstos funcionan como una estructura en la que cada especie tiene un rol específico para el correcto funcionamiento del ecosistema”, revelaron.