Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Como parte de las obligaciones del Estado mexicano para garantizar el derecho a la salud de las mujeres, la senadora Angélica de la Peña propuso que el Servicio de Administración Tributariareduzca o desgrave el impuesto al valor agregado que se paga por los productos de higiene menstrual, toallas sanitarias y tampones, en virtud de ser productos de primera necesidad.

Apuntó que la higiene menstrual es fundamental para el bienestar y dignidad de las niñas y mujeres, sin embargo, el silencio y el estigma que rodea el tema hacen que este cuidado íntimo no esté entre las prioridades dela agenda de política pública.

En México, la vida fértil de una mujer promedioes de casi cuatro décadas. En condiciones regulares, su ciclo mensual durará 28 días, con cinco días de menstruación; tomando en cuenta la recomendación de usar una toalla o tampón cada cuatro horas durante el ciclo menstrual, tenemos que, al mes, una mujer utilizará aproximadamente 30 unidades; el cálculo para un año es de 360 toallas o tampones.

Si una mujer llega a la menopausia a los 50 años y comenzó su ciclo a los 13 años, significa que utilizará 13 mil 320 toallas femeninas o tampones durante su vida fértil, con un costo promedio de $2.00 pesos por unidad . Esto representa un costo de 26 mil400 pesos .

La senadora del PRD comentó que en nuestro país ninguno de los principales programas sanitarios ha examinado realmente las necesidades de la mujer en relación a la menstruación; por ello, es un reto de la política pública el abordar los desafíos y las dificultades que las mujeres enfrentan durante su menstruación; y es una obligación estatalel garantizar que cada niña y mujer tenga la posibilidad de gestionar su menstruación de forma higiénica – donde quiera que esté – en la intimidad, con seguridad y dignidad.

La carencia de recursos económicos para adquirir toallas y tampones, debido a los precios exorbitantes o la falta de acceso a productos como toallas o tampones hacen que se busquen otras alternativas, como ropas viejas, trapos, periódico y hasta tierra; además, la falta de acceso al agua potable las obliga a lavar sus ropas en agua sucia y, por vergüenza de secar las ropas manchadas al aire libre, suelen volvérselas a poner húmedas, prácticas que pueden provocar infecciones y enfermedades vaginales, vulnerándose el derecho a la salud.

“El impuesto que se paga por productos de higiene menstrual es una disposición tributaria discriminatoria, pues se cobra exclusivamente a las mujeres; en ese sentido, es importante reducir el porcentaje del pago al impuesto sobre el valor agregado (IVA) o incluso que estos productos queden exentos del pago de dicho impuesto.”

En su proposición, la senadora Angélica de la Peña también solicita al Sistema Nacional de Salud a realizar campañas informativas sobre la importancia de la higiene menstrual, como parte del derecho a la salud de las mujeres. Asimismo, fomenten el uso de productos para el manejo de higiene menstrual alternativos, que sean amigables con el medio ambiente, como son la copa menstrual y las toallas sanitarias lavables, mediante la distribución gratuita de los mismos.

 

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