En virtud de su condición y por las barreras sociales asociadas a condiciones de discapacidad, falta de oportunidades laborales, carencia de servicios de salud, entre otros, las personas adultas mayores se enfrentan a diversas problemáticas, por lo que se vuelve necesario velar porque este sector de la población no padezca carencias ni sea víctima de discriminación o violencia, apuntó la legisladora Hilda Esthela Flores.
A diferencia de otros grupos considerados en situación de vulnerabilidad, explicó la senadora priista, existen pocas normas o lineamientos a nivel internacional que protejan los derechos de las personas mayores, por ello, se considera necesaria la creación de un marco jurídico internacional vinculante, con el fin de que los gobiernos resguarden los derechos humanos de este sector.
En este sentido, presentó un punto de acuerdo para exhortar al Ejecutivo Federal para que solicite y promueva ante la Organización de las Naciones Unidas la elaboración de una Convención amplia e integral en materia de derechos humanos de las personas adultas mayores.
Esto, en el marco del Día Internacional de las Personas de Edad, cuyo tema es: “El futuro que queremos: lo que dicen las personas mayores” y a fin de que México continúe a la vanguardia en el impulso a los tratados sobre Derechos Humanos.
Ultimadamente, dijo, el envejecimiento demográfico y sus problemáticas inherentes de pobreza, desigualdad y discapacidad es una tendencia mundial que incluye a nuestro país.
En efecto, de acuerdo con el censo de 2010 realizado por el INEGI, en México 28.8 por ciento de la población entre 60 y 84 años tiene una discapacidad y tres de cada cinco personas de la población de 85 años y más registra esta condición.
Por otro lado, la medición multidimensional de la pobreza en México realizada por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en ese mismo año, estimó que 11.3 por ciento de los adultos mayores a 60 años se encuentra en pobreza multidimensional extrema.
Es decir que 1.3 millones de adultos mayores pertenecen a hogares que aún al hacer uso de todo su ingreso en la compra de alimentos, no puede adquirir lo indispensable para tener una nutrición adecuada y presentan al menos tres carencias sociales de las seis incluidas en el cálculo del Índice de privación social.
La propuesta fue turnada a la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables para su dictaminación.
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