Número-560
- La Liga Árabe tienen un Producto Interno Bruto conjunto de 2.5 trillones de dólares y una población de 406 millones de habitantes.
Ante la coyuntura por la que atraviesa México en relación con Estados Unidos y la problemática renegociación del TLCAN, es necesario diversificar las relaciones comerciales e incrementar nuestros productos y servicios con empresas árabes, principalmente en industrias como la energética, donde muchos países son potencias, señaló el senador Ernesto Cordero Arroyo.
Al participar en la conferencia “Perspectivas de negocios e inversión en los países árabes”, el Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República consideró que las relaciones con esos países se encuentran por debajo de lo que pueden generar.
Los lazos que unen a nuestros países son de más de 150 años. Las personas árabes que decidieron emigrar a México en el siglo XX, rápidamente asimilaron nuestra cultura y han participado activamente en la dinámica social, política y económica de nuestro país.
Esta se ha desarrollado en actividades como el comercio de bienes, la industria, agricultura, minería, pero también se ha dado en el campo de las artes, la gastronomía y la arquitectura, explicó el senador Ernesto Cordero.
El Presidente del Senado destacó la gran labor que ha desempeñado la Cámara Árabe Mexicana de Industria y Comercio, pues desde su fundación en 1997, ha acercado a empresarios de ambas partes para generar nichos de oportunidad tanto en México con empresarios árabes; como para empresas mexicanas en cada uno de los 22 países que conforman la Liga Árabe.
“Los miembros de la Liga Árabe tienen un Producto Interno Bruto conjunto de 2.5 trillones de dólares y una población de 406 millones de habitantes, que representan un importante nicho de mercado para los productos y servicios que empresas mexicanas ofrecen”, indicó.
Por su parte, el senador José Ascención Orihuela Bárcenas, presidente de la Comisión de Fomento Económico, dijo que México y los países árabes deben “combatir los mitos y las concepciones erróneas” que hay en torno a ellos y que muchas veces limitan las inversiones y el comercio.
“Tanto México como los países árabes todos los días lidiamos con estigmas que nos hacen daño, que buscan alarmar para ahuyentar a las empresas y los empresarios”, sostuvo.
“No podemos permitir que al hablar de nuestros países sólo se haga en el marco de los debates, de los retos para la seguridad, porque somos mucho más que eso”, agregó.
Orihuela Bárcenas dijo que México tiene la oportunidad de desarrollar nuevas relaciones, “habrá que conocer que las naciones del Magreb en el norte de África han realizado esfuerzos importantes en la agricultura y la agroindustria, para fructificar su tierra. Se nos abre una oportunidad enorme en ámbitos como la nanotecnología”.
Debemos ser capaces de identificar proyectos susceptibles en estos países para la inversión mexicana. Tenemos que ser lo suficientemente sagaces para difundir nuestro potencial real, quitar los estigmas e informar sobre los incentivos que ofrecemos para las inversiones, convencerlos que somos el mejor destino para que fluyan inversiones, subrayó.
Juan Carlos Baker Pineda, subsecretario de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía, señaló que el gobierno mexicano está convencido de que estamos en el momento justo para avanzar en los pendientes que tenemos respecto a las relaciones con los países árabes.
“Estamos en una coyuntura donde se exige creatividad, diversificación, tomar aventuras para tener otras alternativas de comercio”. Dijo que a pesar de que México es un país abierto al libre comercio, aún no hemos concretado acuerdos con los países del Oriente Medio, “esta región nos puede detonar comercio e inversiones”, acotó.
Participaron en esta conferencia el embajador de Argelia en México, Rabah Hadid, y decano del Consejo de Embajadores Árabes en México; Nabil Al-Abdul Jalil, subsecretario adjunto de asuntos económicos del Estado de Kuwait; y Joaquín Pría Olavarrieta, presidente de la Cámara árabe-mexicana de industria y comercio.
Posteriormente, se realizaron mesas de diálogo en las que se expusieron las áreas susceptibles de inversión y cooperación entre México y los países árabes.
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