En reunión con el Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República, las comisiones de Ciencia y Tecnología y de Energía del Senado de la República examinaron las energías con las hoy en día México compite en el mundo, así como las alternativas con las que cuenta para impulsar su desarrollo, esto bajo la primicia de que entre más fuentes de energía de diverso origen tiene una nación, su seguridad energética será mayor.
Alejandro Tello Cristerna, presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología, afirmó que en el momento coyuntural que México está viviendo, la Reforma Energética va a ser nodal para la transformación que nuestro país necesita. “Hoy estamos en el momento de poder concretar las visiones,” señaló.
Por su parte, el senador David Penchyna Grub, presidente de la Comisión de Energía, aseguró que aunque en el Senado existen diferentes propuestas de reforma, en ninguna está a discusión que los energéticos son propiedad de la nación y de los mexicanos. Más aún, todas coinciden en que hay que actuar hacia el aprovechamiento de la riqueza energética de nuestro país.
En efecto, apuntó, a pesar de que México se coloca a nivel mundial entre las economías más importantes con reservas petroleras, ha vivido 75 años a partir de un modelo energético que no ha podido aprovechar nuevas fuentes energéticas como el gas shale y las energías renovables que cada vez tienen una mayor rentabilidad.
De esta manera, aseguró que por seguridad energética es necesario crear una legislación robusta y con visión de futuro que aunque puede ser controvertible, “no nos debe de impedir y amarrar las manos y el pensamiento para poder construir la alternativa de tener una legislación donde hagamos más competitivo el sector, donde le apostemos a la productividad y donde podamos aprovechar la gran riqueza que tiene nuestro país”.
Por su parte, Jorge Flores Valdés, coordinador general del Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República, coincidió en que para lograr una reforma energética real en nuestro país es indispensable diversificar las fuentes de energía, así como implementar políticas sociales de alternativa energética y de ahorro de energía.
Particularmente, Flores Valdés señaló que es preciso intensificar el uso de las energías solar y eólica, analizar la conveniencia de construir nuevas centrales nucleares y aprovechar el potencial hidroeléctrico del país.
El senador José Ascención Orihuela Bárcenas señaló que México se encuentra ante la necesidad de transformar su desarrollo económico; sin embargo, esto no será posible si no se atiende el desarrollo tecnológico y las demandas que tienen que ver con una mejor sustentabilidad.
El senador Jorge Luis Lavalle Maury hizo énfasis en que México debe fabricar su propio talento y dejar de importar tecnología y conocimiento. Aseguró que la política energética de nuestro país tiene que ser a mediano y largo plazo y que el uso del gas tiene que ser únicamente un periodo de transición hacia las energías renovables, “para poder alcanzar no solamente la seguridad energética sino poder apostarle a las energías del futuro”.
En este sentido, Rafael Fernández de la Garza, ex director ingeniero de la central nucleoeléctrica “Laguna Verde”, afirmó que la energía nuclear es un factor muy importante para el desarrollo del país en el futuro, especialmente ante el hecho de que la utilización masiva de gas natural llevará al aumento del precio de este combustible fósil.
Igualmente se refirió a la Ley para el Aprovechamiento de las Energías Renovables y el Financiamiento de la Transición, la cual establece que para 2024, 35 por ciento de la energía eléctrica en México debe provenir de fuentes no fósiles. No obstante, actualmente este porcentaje se sitúa en 19 por ciento, mientras que 47 por ciento de la electricidad se genera a partir de gas y 35 por ciento de otros fósiles como el aceite y el diesel.
Por otro lado, el director general del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), Vinicio Suro Pérez, aseveró que si se quiere alcanzar la meta planteada por el presidente Enrique Peña Nieto de producir 3 millones de barriles de petróleo y alrededor de 7 mil millones de pies cúbicos de gas diarios para 2018, se debe utilizar la tecnología como una palanca importante. Después de todo, afirmó, de todas las tecnologías que emplea Pemex, entre 90 y 95 por ciento son producidas fuera de México.
Mariano Bauer Ephrussi, investigador del Instituto de Física de la UNAM, afirmó que la Reforma Energética debe ser extensiva al IMP, cuyo principal problema es que carece de autonomía de Pemex. De este modo, ve mermada su capacidad de autogestión y de certidumbre presupuestal, lo que le impide, a su vez, implementar proyectos de desarrollo a largo plazo.
El biólogo Adrián Fernández Bremauntz abundó en que a fin de remover las barreras y acelerar el uso de energías renovables se deben crear esquemas novedosos de financiamiento y un marco regulatorio óptimo.
Se refirió, además, a la introducción años atrás de la NOM 086 que exige fabricar y distribuir combustibles de bajo azufre, norma que Petróleos Mexicanos (Pemex) viola flagrantemente.
Entre los efectos que esto conlleva, dijo, además de las miles de muertes prematuras asociadas con la contaminación, se encuentra la limitación a tecnologías obsoletas que sí admiten el uso de diesel con altos niveles de azufre.
En la reunión también participaron Claudio Alejandro Estrada Gasca, investigador del Centro de Investigación en Energía de la UNAM y Carlos Arámburo de la Hoz, Coordinador de la Investigación científica de la UNAM.
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BOLETÍN-076 Indispensable diversificar fuentes de energía, señalan senadores y especialistas.
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