Senado de la República

• Propone destinar parte de los excedentes petroleros a becas para educación obligatoria
De continuar la tendencia actual se necesitarán “188 años” para combatir el rezago educativo de  casi 40 millones de mexicanos mayores de 15 años, que no han concluido la primaria o la secundaria o que son analfabetas, afirmó el senador Marco Antonio Blásquez Salinas.
El legislador del Partido del Trabajo reiteró que en un país con más de 50 millones de personas en situación de pobreza, la educación es la única esperanza firme para ascender en la escala social y satisfacer las necesidades básicas de una familia: alimentación, salud y vivienda.
Sin embargo, hizo notar que “el número de mexicanos con capacidades mínimas de educación se incrementó más de 3.6 millones de personas en las últimas dos décadas, al pasar de 29.7 millones a 33.4 millones”.
“Truncar los estudios de primaria o secundaria --enfatizó-- tiene un impacto devastador en las personas, pues las coloca en condiciones de desventaja en el mercado laboral, con ingresos promedio de entre seis y ocho pesos por hora laborada; mientras que quienes cuentan con estudios universitarios logran ingresos de 56 pesos la hora”.
Blásquez Salinas reconoció que en las últimas décadas se han realizado esfuerzos importantes para ampliar el acceso a la enseñanza primaria y se incrementó el gasto público en educación en un equivalente de 3.7 por ciento del Producto Interno Bruto en 1990 a 5.7 por ciento del PIB en el 2009, pero “los recursos resultan todavía insuficientes”.
Ante este contexto, presentó una iniciativa para reformar el artículo 19 de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, a fin de destinar 10 por ciento de los ingresos que se obtengan por excedentes petroleros a programas de becas para estudiantes de educación obligatoria.
De esta manera, aseguró, el Estado cumplirá con su deber de facilitar a los particulares la preservación del derecho a la educación de sus hijos.
El senador por Baja California manifestó que “los recursos para apoyar a los niños y adolescentes que no pueden ir a la escuela sí existen, pero se gastan en otras cosas y es el sistema el que cierra la puerta de la escuela a la niñez y la juventud en situación de pobreza”.
Resaltó que parte de los ingresos por excedentes petroleros se dirigen a infraestructura tanto en los estados como en la Federación, “pero lo cierto es que en este campo priva la opacidad y que el caudal se va principalmente a gasto corriente”.
La propuesta se turnó a las comisiones de Hacienda y Crédito Público y de Estudios Legislativos, Segunda, del Senado para su análisis y dictamen correspondiente.
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