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Artistas de todos los géneros solicitaron al Senado que se incluya, dentro de la reforma en telecomunicaciones, un artículo especial para que les sea concedida seguridad social.
Lo anterior en el marco del II Foro: “La Creatividad en la Sociedad del Conocimiento” en conmemoración del Día Mundial del Arte y en seguimiento a la reforma en telecomunicaciones.
En uso de la palabra, el presidente de la Asociación Nacional de Artistas, Mario Casillas, reprochó: “He escuchado mucho de modificar leyes y parece que no han entendido que queremos que retribuyan a los creadores algo” del 10 por ciento que aporta el arte al Producto Interno Bruto del país.
“Acepten la propuesta de María Rojo, que se retribuya por lo menos con un seguro social al creador…Los creadores necesitamos un servicios social, que dé garantías para poder seguir creando”, subrayó.
Con lo anterior coincidió la maestra Magnolia Flores, presidenta de Sociedad Mexicana de Coreógrafos, al puntualizar que quienes se dedican a la danza tienen un ciclo laboral muy breve, pues éste se ubica en el rango de los 17 a 30 años de edad; de ahí la importancia que se les apoye en su proyecto de seguridad social, propuesta presentada ya en la Cámara de Diputados.
Reprochó que en México no haya “educación para la cultura”, por lo cual demandó se impulse una educación integral para respetar el arte.
Por su parte, el presidente de la Sociedad Mexicana de Artistas, Pau Arche, acusó que los creadores no reciben regalías por el uso de su obra en internet, lo cual deriva en que “la creación se olvide y la belleza e ideas se escapen a otros países donde sí se reconoce su aportación”.
Ante ello, apuntó, es importante se legisle a favor de que los medios cibernéticos sirvan para retribuir a los creadores, para lo cual en principio se debe reconocer que las nuevas generaciones sí leen, pero no de forma tradicional en libros sino de los medios cibernéticos.
“Las personas menores de 30 años de edad, que representan 62.8 por ciento de la población, ocupan 62.5 por ciento de su tiempo en las redes sociales”, a través de las cuales acceden a todas las creaciones de diversos artistas plásticos, músicos, etcétera, pero sin que se les conceda ninguna retribución, de ahí la necesidad de legislar.
En su turno, Francisco Ortega Munguía, socio fundador y presidente de la Sociedad Mexicana de Historietista, apuntó que este sector se encuentra en crisis por diversos factores: La “indignación” de los editores por las “pérdidas” que experimentaron por el pago de derecho de autor; el arribo al país del cómic americano, pues desplazó las “pocas historietas existentes”, a través de una alianza con Televisa y un acuerdo con la Unión Nacional de Expendedores de Revistas.
A ello se agrega, destacó, que aún no existen mecanismos suficientes para realizar cobros adecuados en las publicaciones a través del internet, situación que “prácticamente está extinguiendo la historieta mexicana”.
Para revertir esta situación, apuntó, se presentará una iniciativa para crear un Instituto de Fomento a la Historieta Mexicana, “porque sólo así se podrá mantener viva”.
En su turno, Juan Quesada destacó la importancia de la Sociedad Mexicana de Caricaturistas, pues mantiene la unión entre los integrantes del gremio, quienes demandan se cree una entidad que les dote de protección y certeza jurídica en materia de derecho de autor, a la par de impulsar la difusión de la cultura.
Invitó a los miembros del gremio a fomentar la unión y a la sociedad mexicana la exhortó a conocer las obras de los caricaturistas en el museo dedicado a ello.
En su turno, la presidenta de la Sociedad Mexicana de Escenográfos, Félida Medina se unió a la petición de las sociedades para legislar y respetar los derechos de los autores y creadores, “nos unimos a esta solicitud porque somos creadores de atmósferas a base de luz y color en diferentes ámbitos y situaciones en una puesta en escena”.
Para finalizar, el titular de la Sociedad Mexicana de Ejecutantes de Música, Leobardo Acosta García expresó que existe una dependencia de las sociedades de gestión hacia el sindicato de músicos, lo que representa una problemática, “ya que la administración, operación y toma de decisiones se concentra en un grupo pequeño, que busca el beneficio particular y olvida a los autores ejecutantes”.
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