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La Estrategia Nacional de Energía 2013-2027, enviada en febrero pasado por el presidente Enrique Peña Nieto, “es un instrumento eficiente de planeación del sector energético, por lo que es viable su ratificación”, estimaron senadores de la Comisión de Energía.
En el proyecto que este martes conoció en primera lectura el pleno senatorial, los legisladores calificaron de “acertada” la Estrategia, en virtud de que propicia la inclusión social de la población a los beneficios que derivan del uso de la energía y la sustentabilidad a largo plazo del sector.
Además --dijeron-- está encaminada a mitigar los impactos negativos que la producción y el consumo de energéticos puedan tener sobre la salud y el medio ambiente, incluyendo la emisión de gases de efecto invernadero.
Dejaron en claro que la ENE es coherente con las recomendaciones hechas por la OCDE, en septiembre del año pasado, al establecer una política energética que busque proveer energía a precios accesibles y que coincidan con el crecimiento económico y la sustentabilidad.
El documento incluye también políticas dirigidas a impulsar el uso de energías renovables, así como la generación y el consumo eficiente de energía, y busca aumentar la eficiencia energética en las empresas petrolera y eléctrica, entre otras.
Para la Comisión la productividad decreciente del yacimiento de Cantarell, considerado el más importante de petróleo y el surgimiento de producción de gas no convencional en Estados Unidos, constituyen factores de cambio en la mezcla de fuentes energéticas.
Por ello, agregan, es acertado aplicar una política que identifique la demanda para ubicar la infraestructura de producción de combustibles y generación de electricidad, así como de transporte y transmisión que amplíen la cobertura de la oferta, calibren precios y tarifas de menor costo, y calculen los márgenes que permitan la inversión para lograr una expansión de los servicios.
Asimismo, coinciden en que para reducir el uso energético del país sin que tenga repercusiones en su crecimiento, es necesaria la utilización de las mejores prácticas y tecnologías, lo que traerá como consecuencia un aumento en la productividad de la economía.
Destacaron que en el sur del país, aún cuando existe una importante cantidad de recursos energéticos, su infraestructura de transporte es limitada y en ocasiones inexistente, por lo que existen oportunidades para llevar gas natural a esas entidades que no cuentan con gasoductos o que tienen acceso limitado al gas natural.
En otro orden, la Comisión de Energía destaca la necesidad de fomentar la participación ciudadana en las decisiones relativas a la energía nuclear y seguir promoviendo la cultura de la seguridad entre los operadores del sector.
Asimismo, convinieron en establecer medidas para acelerar la transición energética hacia fuentes no fósiles, sobre todo renovables.
En su opinión, ello aumentaría la seguridad energética, permitiría aprovechar otros recursos naturales abundantes en el país, avanzar ante un escenario de regulación climática internacional y coadyuvaría a la generación de empleos.
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