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Por unanimidad, el Senado de la República aprobó la minuta que envió la Cámara de Diputados para que la Secretaría de Salud y los gobiernos estatales implementen programas para la atención y control de los efectos nocivos del cambio climático en la salud.
De acuerdo con el dictamen que reformó la Ley General de Salud, la dependencia federal debe determinar y evaluar los riesgos sanitarios a los que se encuentra expuesta la población, por fenómenos naturales originados por dicho fenómeno.
Al presentar el proyecto, la senadora panista Maki Esther Ortiz Domínguez mencionó que el cambio climático representa una amenaza emergente para la salud pública, por ello es necesario reducir las actividades que afectan de manera directa al medio ambiente.
Pero lo anterior, dijo, sólo se puede lograr con la participación de los tres órdenes de gobierno en la implementación de medidas de mitigación y adaptación a los efectos de este fenómeno, así como en la elaboración de programas para la atención y control de los efectos nocivos del ambiente en la salud.
Su compañera de bancada, Guadalupe Garza Galván expresó que este problema “no es un tema de moda” sino “una cuestión de vida” porque con el calentamiento global los agentes patógenos “agrandarán su hábitat y tendrán que llegar, desgraciadamente, a la salud de los mexicanos”.
A nombre del PRD, el senador Benjamín Robles Montoya subrayó que la salud está íntimamente relacionada con el cuidado del medio ambiente y el Estado tiene la obligación de tomar en cuenta las alteraciones de los ecosistemas para garantizar este derecho.
Por eso, destacó la importancia de prevenir enfermedades epidémicas y endémicas, así como generar las condiciones que aseguren a todos la asistencia y los servicios médicos.
Por el PVEM, la senadora María Elena Barrera Tapia advirtió que las repercusiones sanitarias de este problema “ya se están haciendo sentir” y México es uno de los países con mayor vulnerabilidad.
Resaltó que las variaciones en el clima están relacionadas con las olas de calor, inundaciones y sequías que provocan enfermedades comunes, pero también padecimientos mortales como la “malnutrición” y las diarreas.
La minuta se aprobó con 76 votos y se envió al Ejecutivo federal para sus afectos constitucionales.
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