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• Anuncia que el PAN impulsará reformas como la reelección consecutiva de legisladores y alcaldes y la segunda vuelta en elecciones presidenciales
Con la presencia de diplomáticos, funcionarios del Gobierno Federal, representantes del Instituto Federal Electoral y del Congreso de la Unión, se presentó el libro: Elecciones y Política en América Latina 2009-2011, bajo la coordinación de Manuel Alcántara, académico de la Universidad de Salamanca, en España y de María Laura Tagina, que amplía el panorama político-electoral de la región latinoamericana con las repercusiones que para las naciones implican estos procesos electorales.
El presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, Ernesto Cordero Arroyo aseguró que el libro mencionado no es sólo una descripción de procesos electorales sino que está llamado a ser “un referente de la historia de la democracia electoral de la región, ya que nos permite hacer un recorrido por los procesos electorales de 17 países entre 2009 y 20011 incluyendo, por supuesto, a México”.
Cordero Arroyo apuntó que hay tres temas en particular que son motivo de debate en nuestro país: la relación entre la política y el dinero, que se refiere al financiamiento a los partidos políticos y el límite a las contribuciones de las entidades privadas.
“A pesar de estas regulaciones, advirtió, la lógica de la competencia electoral da incentivos perversos a los partidos políticos para llegarse de cada vez más recursos para ganar la contienda”, por lo que el Poder Legislativo pretende realizar una nueva serie de reformas que reduzcan el costo de las campañas políticas y garanticen su transparencia, mejoren la fiscalización de las cuentas de los partidos antes y durante el proceso electoral, así como sanciones más estrictas a quien viole la ley electoral.
El segundo tema, aseveró, es el poder ciudadano. Aseguró que es indispensable mover el reflector al verdadero protagonista de la democracia, que es el ciudadano, por lo que el PAN en el Senado de la República impulsará reformas como la reelección consecutiva de legisladores y alcaldes, nuevos mecanismos para la participación ciudadana, así como la, segunda vuelta en elecciones presidenciales.
El tercero es, aseguró, el fortalecimiento de las instituciones electorales y, especialmente, del Instituto Federal Electoral, ya que, dijo, la intensidad de la competencia electoral ha crecido y requiere de un árbitro cada vez más fuerte.
“Nos conviene a todos, dijo, actuar con lealtad democrática, que significa que el Congreso respete la autonomía del IFE y emita leyes pensadas para promover la transparencia, la equidad y la certeza de los procesos electorales; significa también que las propias autoridades electorales sean las primeras en cumplir y hacer cumplir esas leyes de manera eficaz sin dejar duda de su propia imparcialidad y que los partidos políticos y sus candidatos guíen su actuación con base en la ley en los principios de la democracia”.
Por su parte, el consejero presidente del Instituto Federal Electoral, Leonardo Valdés Zurita convocó al Congreso de la Unión a que analizando la experiencia latinoamericana y entendiendo que en México el pluralismo llegó para quedarse, analicen la pertinencia de alguna fórmula de segunda vuelta, para construir condiciones de gobernabilidad democrática, ya que “el sistema de mayoría simple que hoy tenemos en nuestro país parece mostrar signos de agotamiento”.
Aseguró que la democracia llegó a América Latina para quedarse y tiene consecuencias muy importantes, como la destacada participación de la ciudadanía, la competitividad y la competencia en las elecciones, la tendencia a la formación de coaliciones que trascienden lo electoral y se convierten en coaliciones de gobierno, la alternancia de los gobiernos y la construcción de mecanismos institucionales para resolver las diferencias tanto en el acceso, como en la distribución y el ejercicio del poder político.
La participación ciudadana, reiteró, ha transformado el sistema de partidos en América Latina, se entiende de la representación política a formas de expresión de mandatos populares a través de mecanismos de democracia directa, tanto en Centroamérica como en los países sudamericanos.
Otro elemento que destaca en las investigaciones del libro, es el de las mujeres, que van ganando espacios no sólo como participantes en los procesos electivos sino también como candidatas e incluso, como gobernantes, como es el caso de Brasil, Argentina y Costa Rica.
Afirmó, además, que la segunda vuelta electoral sigue siendo una signatura pendiente en nuestro país que se ha convertido “en el mejor mecanismo para tomar decisiones que legitimen a los gobernantes y crean mejores condiciones de gobernabilidad.
Para finalizar su intervención, Valdés Zurita apuntó que la democracia latinoamericana es perfectible, pero es importante entender que el transcurso y el trayecto histórico que México ha vivido no puede ni debe tener retrocesos. Debemos, dijo, atender los pendientes acerca de la representación proporcional, mecanismos ágiles de recuento de votos, de las situaciones de compra y coacción de votos y avanzar hacia una democracia de calidad que anteponga la vigencia del Estado de Derecho, el ejercicio pleno de los derechos políticos y libertades civiles, la participación ciudadana, la gobernabilidad, el desarrollo humano, la transparencia y la rendición de cuentas en México y en toda América Latina.
También participó la legisladora Patricia Retamoza Vega, vicepresidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados quien destacó que el libro Elecciones y política en América Latina cubre diferentes facetas en materia electoral y nos facilita la comparación entre los diversos procesos electorales en América Latina.
“El propósito de esta publicación desde mi punto de vista, apuntó, es abordar el contexto político de las elecciones, el entramado institucional que rige los comicios, los mecanismos de selección de los diversos candidatos, las plataformas programáticas de diversas candidaturas, la evolución de los sondeos de intención de voto, los resultados electorales y su impacto en el sistema de partidos políticos”.
Participó además el director General de Grupo Editorial, Miguel Ángel Porrúa, quien agradeció el privilegio de editar el citado libro, que calificó como un trabajo arduo. “Creo que es uno de esos grandes esfuerzos que se tienen que hacer por poder conjuntar a América Latina en una visión de liderazgo desde México”.
La subsecretaria de Relaciones para América Latina y el Caribe, Vanessa Rubio Márquez, subsecretaria para América Latina y el Caribe aseguró que la obra presentada, “abona al estudio comparativo internacional de la evolución que ha tenido la democracia en América Latina”.
No podemos dejar de reconocer que distinto a lo que teníamos 40 años atrás en la región, “hoy contamos con el reconocimiento casi universal de la relevancia del sufragio y las elecciones, de las instituciones democráticas, de la pluralidad, de la relevancia que tienen los medios de comunicación en estos procesos, de la participación necesaria y plural de la sociedad civil y en general, yo creo que esto representan grandes avances en la democracia de nuestros países y de la región en su conjunto que deben de ser valorados”.
Rubio Márquez aseguró que para México, la democracia siempre ha sido una plataforma fundamental tanto en Naciones Unidas, como en la OEA, en el Consejo y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en donde está reconocida a la democracia como una herramienta fundamental de las libertades individuales y de la consolidación institucional de los países latinoamericanos.
Por su parte, el presidente de la Sociedad Mexicana de Estudios Electorales (SOMEE), doctor Víctor Alarcón Olguín aseguró que el enemigo de la democracia no está en los organismos autónomos sino en una clase política que tiene que luchar por entenderse a sí misma, para mejorar su comunicación con la ciudadanía, para mejorar en muchos de los aspectos en donde los ciudadanos sabemos y estamos en la obligación de apoyarla.
Aseguró que la obra de Manuel Alcántara Sáez y María Laura Tagina nos obliga a hacer un alto en el camino y reflexionar sobre cuáles son nuestras tareas pendientes y cómo nos podemos ver desde el mirador mexicano a través de América Latina. Debemos preguntarnos, dijo, qué tanto se ha mejorado nuestra estructura representación, si se han generado marcos regulatorios adecuados para una competencia equitativa y plural, que alienten la participación ciudadana y revisar los faltantes como el combate al caudillismo, el clientelismo o el personalismo en la política.
Debemos preguntarnos también, agregó, en qué estamos fallando en esa estrategia de ida y vuelta que nos representan los procesos electorales; cómo llegar a la corresponsabilidad autoridades electorales-Congreso de la unión para lograr la corresponsabilidad, “ese círculo virtuoso en donde toda democracia de buena ralea debe estar debidamente sustentada”.
Advirtió que en la región se ha mejorado la condición del número efectivo de partidos, se ha superado el bipartidismo; sin embargo, el avance democrático dependerá de que América Latina cuente con partidos institucionalizados, disciplinados y que sepan aprender a negociar no solamente en el marco de la competencia electoral sino en el ejercicio público, para sacar las reformas que se requieren.
Apuntó, además, que la hora de que el ciudadano se empiece a mover ha llegado a través de candidaturas independientes, en la iniciativa popular, en la consulta popular.
Finalmente, comentó que la democracia mexicana tiene que combinar adecuadamente y política y tiene que ser una democracia que efectivamente pueda ir de la mano, juntos, con nuestro Congreso y con nuestros institutos autónomos.
Para cerrar la presentación del libro Elecciones y política en América Latina, el doctor Manuel Alcántara Sáez, catedrático de la Universidad de Salamanca, en España y coordinador de dicha obra, apuntó que el libro trasluce un alegato en favor de la transparencia en el financiamiento electoral y de los procesos de reforma electoral.
Destacó que los estudios de opinión pública afirman que en toda América Latina los ciudadanos manifiestan desencanto, desconfianza y en algunos casos, cierto debilitamiento de la calidad democrática, esto es muy peligroso, porque cuando la legitimidad se empieza a perder, “la crisis de la democracia está servida y el autoritarismo está entrando.”
Apuntó que América Latina tiene dos retos fundamentales para la calidad electoral: abrir espacios complementarios a la representación política, es decir, quitarle el monopolio de la representación a los partidos políticos, que permitan que se abran los espacios a la participación ciudadana y el incremento de mecanismos para la rendición de cuentas de los partidos políticos.
A la presentación del libro: Elecciones y Política en América Latina 209-2011 acudieron los embajadores de Costa Rica, Ecuador, Chile y de la Organización de Estados Americanos Gabriela Jiménez, Patricio López Araujo, Roberto Antuero y Antonio Aranibar Quiroga, respectivamente.
El evento fue clausurado por el presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, Ernesto Cordero Arroyo.
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