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Este miércoles legisladores, activistas, organizaciones sociales y académicos reinstalaron en el Senado de la República el Frente Parlamentario contra el Hambre, Capítulo México.
Al respecto, la senadora perredista Angélica de la Peña Gómez consideró que existe un avance estructural en el marco jurídico mexicano de “gran trascendencia” en el reconocimiento del derecho a la alimentación en la Constitución.
Dijo que en este “cambio de estafeta” se debe trabajar de forma transversal en la coordinación del Frente, con la finalidad de tener progresos en esta materia que se reflejen en la forma de vida de las personas y “no hacer a cuentagotas pequeños avances”.
La senadora priista Lisbeth Hernández Lecona mencionó que por su parte se ha estado trabajando en la creación de una ley de seguridad alimentaria y nutrición, que se encuentra ya en análisis en las comisiones correspondientes.
Destacó que es fundamental que en cada familia y hogar de México “pueda llevarse un plato a la mesa de una comida sana y nutritiva que genere una vida plena para ayudar a transformar a la sociedad mexicana”.
A su vez, el senador perredista Isidro Pedraza Chávez, presidente de la Comisión de Autosuficiencia Alimentaria, expresó que se tiene que hacer un esfuerzo para alinear los objetivos planteados en este tema, a fin de crear una legislación que ayude a mitigar el problema del hambre.
Se tienen que instrumentar políticas públicas --agregó-- que ayuden a cumplir los objetivos planteados para el año 2025.
Sobre el tema, Nuria Urquía, representante de la FAO en México, señaló que la situación en nuestro país no es tan positiva, pues existen 21 millones de personas que no tienen el ingreso necesario para comparar la canasta básica necesaria para llevar una vida sana.
Asimismo, hizo notar que México a pesar de tener la capacidad de producir sus propios alimentos, es una nación que los importa en una proporción que no corresponde con la realidad económica, ni histórica, ni climática y eso “es el resultado de una serie de políticas” que han llevado a esta situación.
En su turno, Vera Scholz, de la Consultora Iniciativa América Latina y Caribe sin Hambre, externó que el hambre y la inseguridad alimentaria son un problema de falta de voluntad política en países en los cuales se cuenta tanto con los recursos como con las distintas capacidades para hacer frente a esta problemática y acabar con el problema del hambre.
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