NÚMERO - 1788
- La alta vulnerabilidad de estas personas representa uno de los mayores retos para la construcción de una sociedad más justa.
El Senado de la República sugirió a la Secretaría de Bienestar revisar la posibilidad de que no se modifique la edad, de 65 a 68 años, para el acceso a la pensión para adultos mayores que opera esa dependencia.
Lo anterior, a fin de “mantener los efectos positivos que este apoyo ha tenido en las condiciones de vida de ese grupo de población y en la sociedad mexicana en su conjunto”.
En el dictamen avalado, los senadores destacaron que la alta vulnerabilidad de estas personas representa uno de los mayores retos para la construcción de una sociedad más justa.
Subrayaron que esta situación tiene su origen en el descuido histórico de los trabajadores “y en la inoperancia de las instituciones que deben promover y hacer valer los derechos de las y los mexicanos”.
El programa Pensión para Adultos Mayore no puede erradicar dicha vulnerabilidad, asentaron, pero favorece la autonomía de este sector de la población y palía los efectos de la pobreza.
Además, se refiere en el documento el argumento de que “aumentar la edad de acceso a ese apoyo excluiría a alrededor de 4.1 millones de personas de ese beneficio”.