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Integrantes de la Comisión de Relaciones Exteriores Europa del Senado de la República expresaron su más sincera felicitación a los países miembros de la Unión Europea, por haber obtenido el Premio Nobel de la Paz 2012.
Al mismo tiempo, desearon el mayor de los éxitos en el proceso de fortalecimiento y consolidación de principios y valores que dan sustento a la integración europea.
A nombre de la Comisión, su titular, el senador perredista Rabindranath Salazar Solorio, destacó que el galardón “no podía haberse dado en un contexto más simbólico” por la crisis económica e institucional que atraviesa el bloque europeo y la grave situación social en la que se encuentran algunos países en lo particular.
Recordó que el sueño de las seis naciones que firmaron en 1957 el Tratado de Roma --Francia, Alemania, Italia, Bélgica, Holanda y Luxemburgo-- derivó en la edificación de un gran bloque político y económico conformado por 27 estados.ecE
Un bloque, agregó, que ha rebasado todas las proyecciones y que, pese a los pronósticos y sus innegables contradicciones, ha logrado constituirse en un polo de poder mundial y consolidarse como un proceso de integración exitoso y avanzado en el ámbito internacional.
“Por ello, y porque los mexicanos compartimos con los europeos principios y valores fundamentales, entre los que destaca nuestra vocación pacifista, saludamos la decisión de concederle a la Unión Europea el Premio Nobel de la Paz 2012”, expresó.
“Nos preocupa --dijo-- el alto costo social de las medidas que se están adoptando para hacer frente a la crisis y tomamos en cuenta que pueden existir diversas contradicciones y acciones de política exterior e interior que han puesto en duda, en algunos momentos, el compromiso de algunos países con los derechos humanos y el respeto al derecho internacional”.
Sin embargo, subrayó, “el objetivo de haber alcanzado una paz permanente entre quienes padecieron los efectos más devastadores de las dos guerras mundiales que definieron el siglo XX constituye una razón suficiente para distinguir a la Unión con el premio más representativo y significativo de nuestro tiempo.
El pronunciamiento fue respaldado por todos los integrantes de la Comisión de Relaciones Exteriores Europa.
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