Número-537
- Han incrementado diabetes y cáncer, vinculadas a la exposición de contaminantes.
La senadora Verónica Delgadillo García sostuvo una reunión de trabajo con integrantes de la Red Temática de Toxicología de Plaguicidas para conocer las consecuencias de la aplicación de Plaguicidas de Alta Peligrosidad (PAP) en los humanos, abejas y el medio ambiente.
La legisladora del Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano (MC) adelantó que presentará una iniciativa para prohibir el uso de estas sustancias –PAP- en cultivos cercanos a comunidades, ya que atentan contra la vida de los seres humanos y de las abejas. Desde el Senado se busca construir un andamiaje legislativo que permita velar por el bienestar del planeta, precisó.
El senador Dante Delgado Rannauro, coordinador del Grupo Parlamentario de MC, destacó el ejercicio de Parlamento Abierto a través del contacto con sectores diversos de la sociedad, a fin de hacerlos partícipes con su opinión sobre el tema y se sumó a la propuesta que planteara su compañera de bancada.
En la reunión, los integrantes de la Red de Toxicología de Plaguicidas expusieron que las PAP son productos diseñados para matar, aunque no de manera inmediata pero sí cuando se utilizan indiscriminadamente cerca de la población.
Señalaron que la categoría de los mismos debe inscribirse en la legislación mexicana porque el término plaguicida ya no es suficiente, al estar rebasado por la industria. Por lo anterior, insistieron en que hay una deficiencia importante en las leyes que protegen los derechos humanos y el medio ambiente.
El Estado mexicano, precisaron, ha sido omiso en la emisión de una regulación para evitar riesgos de impacto a la salud. Debería establecer en un solo cuerpo normativo en lo referente a plaguicidas, su regulación y la competencia de autoridades, de acuerdo con lo que señalan organismos internacionales.
De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la norma debe ser eficaz para enfrentar problemas de plagas y entender el riesgo de lo que se debe usar, cómo y en qué tiempo, de acuerdo con el tipo de cultivos existentes.
El marco regulatorio en México debe brindar protección y garantía de no riesgo de extinción, por lo que se tiene que llevar al ámbito de la salud humana, advirtieron.
Se debe incidir en el marco regulatorio que tiene bajo su tutela los registros de compuestos altamente tóxicos, en la Ley General de Salud, en la competencia de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y los mandatos para la fabricación o importación de insumos de agroquímicos, argumentaron.
Desde 1991 se estableció una lista de plaguicidas prohibidos y otra de estatus restringido, que no ha sido modificada, por lo que es urgente atender este tema. Existen rastros de plaguicidas en las partículas atmosféricas de la Ciudad de México -no se necesita ir al campo- lo que habla de la magnitud del problema, destacaron.
Hicieron referencia, además, al incremento de diversas enfermedades como leucemias infantiles, cáncer, problemas de reproducción humana, diabetes, obesidad, Alzheimer y Parkinson, con la exposición a contaminantes, al tratarse de compuestos que modifican el equilibrio de las hormonas.
A la reunión asistieron la senadora Susana Harp Iturribarria y el senador Juan Quiñones Ruiz, así como Octavio Gaspar Ramírez, investigador del Ciatej, Nuevo León; Aurora Elizabeth Rojas García, Amelia Gascón Cervantes, Irma Martha Medina Díaz, Cyndia González Arias, investigadoras de la Universidad Autónoma de Nayarit; Guadalupe Ponce Vélez del Instituto de Ciencias del Mar de la UNAM; y Betzabet Quintanilla Vega, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN.
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