Número-809
- México debe aumentar su tasa de competitividad mediante mejoras de financiamiento al sistema fiscal.
México puede aprovechar la reforma tributaria de Estados Unidos y revertir los riesgos que implica, coincidieron el presidente de la Comisión de la Ciudad de México, Mario Delgado Carrillo y especialistas en la materia, al proponer que en el próximo gobierno mexicano emprenda una reforma integral que prevea la transparencia y eficiencia del gasto.
Delgado Carrillo, también secretario de la Comisión de Hacienda, explicó que la reforma de la administración de Trump establece incentivos fiscales para atraer mayores inversiones, lo cual representa el riesgo de que se pierdan recursos para México y una posible presión en el tipo de cambio del peso frente al dólar.
Representa igualmente la oportunidad de un mayor crecimiento económico del vecino país que beneficie a México, “siempre nos va bien cuando le va bien a Estados Unidos”, por ello se debe realizar una reforma integral, subrayó.
“Va a ser una tarea que deberá abordar el próximo gobierno, independientemente de quién gane, porque las tendencias del gasto presionan directamente el marco de las finanzas públicas”, acotó, al tiempo que señaló que entre estas presiones están el aumento de las pensiones, por lo menos hasta el año 2035, y la transferencia de recursos a las entidades federativas.
Arnulfo Rodríguez Hernández, economista senior de BBVA Bancomer, puntualizó que una reforma fiscal integral debe incluir los temas de transparencia y rendición de cuentas, “en la que todos los actores políticos se pongan de acuerdo para dar un uso apropiado a los recursos públicos, y revertir las caídas en el gasto de inversión que incide directamente en la disminución de la generación de empleos y mejoras salariales”. .
Eduardo Peralta, de la Consultora internacional Deloitte, se pronunció porque México aumente su tasa de competitividad mediante mejoras de financiamiento al sistema fiscal. “Nuestro próximo gobierno, sea quien sea, puede hacer un presupuesto base cero, porque hay cosas que no se pueden cambiar, pero sí hay posibilidades de invertir mejor”.
Héctor Villarreal Páez, del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, señaló que el próximo gobierno deberá preparar una reforma fiscal a partir del 2019, “con una sólida base, muy informada y conscientes de que algo deberá cederse, pues se prevé que no contará con la mayoría en las Cámaras del Congreso”.
Ramón de la Torre Medina, especialista en derecho fiscal, indicó que en el rediseño del sistema tributario se deberán tomar medidas con la debida seriedad, pues “sería irresponsable tomar medidas que sólo sirvan para aumentar la base tributaria, por ejemplo gravar los alimentos”, sin antes solucionar problemas prioritarios, como el pago de las pensiones.
Los expertos precisaron que la reforma fiscal de EU tienen como ejes principales reducir las tasas impositivas y aplicar un impuesto a los productos importados, lo cual puede provocar que las empresas corporativas que operan en México sean sujetas a reglas anti diferimiento de impuestos, es decir, podrían estar expuestas al pago de impuestos en nuestro país, además de que no repatriarán sus utilidades.
Otra implicación importante es la acreditación de impuestos pagados en el extranjero, pues las tasas que se tengan tanto en los Estados Unidos como en México afectan tanto en las inversiones mexicanas que se tienen en nuestro vecino del norte, como en las inversiones de estadounidenses en nuestro país, expusieron los participantes.
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