Númeor-413
- Titular de Sedesol comparece ante senadores de la República como parte del V Informe de Gobierno.
- Con disminución de presupuesto a desarrollo social se pondera una política de guerra.
La presidenta de la Comisión de Desarrollo Social, senadora Iris Vianey Mendoza Mendoza, señaló que en el Presupuesto de Egresos 2018, los recursos destinados a este rubro disminuyeron en 3.4 por ciento, por lo que consideró que el mensaje real es que se pondera más una “política de guerra”, que una de desarrollo social, que coadyuve a prevenir la delincuencia y la violencia en el país.
En la comparecencia del secretario de Desarrollo Social, Luis Enrique Miranda Nava, ante integrantes de la Comisión, dijo que los recursos destinados a gastos sociales han disminuido desde 2016, mientras que el presupuesto de la Secretaría de Marina tuvo un incremento presupuestal de 13.4 por ciento y el de la Defensa, aumentó en 11.4 por ciento.
Informó que la Comisión ha decidido reactivar el trámite legislativo para dictaminar la ley que regula la autonomía del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) e hizo una invitación explícita al funcionario para que “acompañe esta responsabilidad con la plena disposición de avanzar en el cumplimiento de un mandato constitucional”.
En su exposición inicial, Miranda Nava aseguró que el combate a la pobreza es una prioridad del Presidente de la República y se ha logrado la disminución de este problema. Refirió que las mediciones que realizan el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y el CONEVAL indican que 2.2 millones de personas dejaron atrás la pobreza extrema.
En tanto, dijo que 4.5 millones de mexicanos ya no son pobres y tampoco son vulnerables. “Si nos remitimos a estas dos últimas mediciones, la pobreza, por primera vez, redujo al mismo tiempo la pobreza moderada y la pobreza extrema”, expresó.
Comentó que en tan sólo dos años 1.9 millones salieron de pobreza extrema y alimentaria, que 2.7 millones de personas más tienen acceso a servicios de salud y 1.8 millones a servicios básicos de la vivienda.
No obstante, el Secretario reconoció que “las carencias siguen” y no “podemos ser triunfalistas” ni “echar campanas al vuelo en un tema tan delicado como es la pobreza”.
Dijo que una de las tareas fundamentales de la dependencia es fortalecer la vinculación de los tres órdenes de gobierno, a la iniciativa privada, organizaciones de la sociedad civil, la academia y organismos internacionales en esta materia. La disminución de este flagelo no se logra solamente con una política aislada, sino con acciones públicas en conjunto, subrayó.
Aclaró que la medición de la pobreza es la misma para todos los estados y “no importa quién gobierne, si gobierna el PRD o gobierna el PRI o gobierna el PAN o gobierna el partido que ustedes quieran, la medición es exactamente la misma”.
Consideró “que mientras dejemos pasar mediciones y simular que disminuimos la pobreza, entonces no estaremos avanzando como país. Y no estaremos avanzando como país, porque estaremos repitiendo los mismos errores del pasado”.
Destacó la importancia de ayudar a la gente a salir de esta situación socioeconómica, pero advirtió que “no hay que quedarnos plenamente en el populismo de que todo simplemente es dar a una población”, sino “hay que ayudarle a la gente a salir adelante y luego hay que encaminarlas a proyectos productivos, a mejorar una economía social”.
Dijo que ante las afectaciones por los sismos de septiembre en diversos estados se solicitaron recursos para hacer frente a esta situación, los cuales se aprobaron; sin embargo, aceptó, “no son equivalentes a lo que nosotros quisiéramos como Desarrollo Social” y “tenemos que adaptarnos a esto porque no tenemos otra”.
Cómo podemos solucionar el grave problema que viene en los próximos años: mantener un crecimiento económico, tener una población que cada día salga del asistencialismo y vaya a trabajar, apuntó.
Miranda Nava hizo un llamado a trabajar conjuntamente y en coordinación, a dejar atrás épocas electorales y fijar metas de largo alcance sin importar quién será el próximo Presidente, Gobernador o Presidente Municipal.
Al fijar la postura del PRD, el senador Fernando Enrique Mayans Canabal advirtió que los programas de desarrollo social funcionan como monedas de cambio para la compra de votos, “lo que menos tiene el país es desarrollo social”.
Aseguró que en las comunidades de los estados más pobres del país, la gente vive en la insalubridad, “no hay medicina y no hay manera de encontrar lo mínimo indispensable”.
Por el PT, el senador Rabindranath Salazar Solorio señaló que el aumento de la pobreza es responsabilidad de la política del Gobierno y la implementación de metodologías y acciones fallidas, así como del fracaso de los programas sociales diseñados “para estructurar redes de clientelismo y manipulación” y del reparto de recursos que no llegan a los beneficiarios.
Los programas sociales han crecido 194 por ciento durante la última década, y su presupuesto aumentó más de mil 200 por ciento, sin embargo de todos ellos, el 81 por ciento tiene graves problemas de opacidad, puntualizó.
El senador Luis Fernando Salazar Fernández, del PAN, expresó que es preocupante la falta de una focalización adecuada en la operación de miles de programas sociales, ya que esto sólo sigue implicando un gasto millonario y una tentación para hacer uso electoral de los mismos.
Indicó que los últimos cinco años no se ha podido reducir el número de pobres en el país, ya mientras en 2012 la cifra era de 53.3 millones, para 2016 esa cifra fue de 53.4 millones de pobres, “sin mencionar que la cifra sigue siendo extraordinariamente alta”.
El senador del PRI, Jesús Casillas Romero hizo un llamado a todas las fuerzas políticas concentradas en el Congreso para que a través de la suma de voluntades, iniciativas y esfuerzos, se afiance una política social para seguir alentando las buenas prácticas y continuar dotando al Gobierno de recursos para la implementación de los programas estratégicos.
Se tiene el firme compromiso con la instrumentación de una política social que genere resultados y contribuya a crear un piso mínimo de bienestar y acceso a oportunidades para los mexicanos que más lo necesitan, concluyó.
