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El Senado de la República reconoció la labor del Poder Judicial de la República de Argentina por la sentencia histórica dictada a través del Tribunal Federal de Justicia No. 5 contra 16 represores por cometer crímenes de lesa humanidad durante la Dictadura Militar (1976-1983).
En el dictamen, aprobado por votación económica, se indica que a través de esa sentencia el gobierno argentino refrenda su compromiso en la lucha contra la impunidad de los crímenes cometidos, y de proteger los derechos humanos.
En tribuna, el senador perredista Arturo Herviz Reyes, recordó que la dictadura secuestró a más de 30 mil personas, cuya mayoría no apareció jamás. Muchos crímenes –dijo-- se cometieron en la Escuela de Suboficiales de Mecánica de la Armada, uno de los centros clandestinos más emblemáticos de la dictadura.
Dijo que desde entonces organizaciones humanitarias, asociaciones de familiares, y amigos de las víctimas, y otras instituciones altruistas, han estado reclamando justicia para esos desaparecidos, encarcelados, sin juicio alguno, torturados, ejecutados de forma anónima y clandestina.
Explicó que la desaparición de los opositores a la dictadura era un método represivo, que se basaba en ocultar estos hechos tenebrosos, por lo que recuperar la memoria y exigir la verdad se volvieron reclamos principales de las organizaciones de Derechos Humanos.
Sin embargo, agregó, después de 37 años de estos sucesos, en Argentina se logró hacer justicia el 27 de octubre del 2011, cuando fueron juzgados 18 ex militares del antiguo régimen y se condenó a 16 de ellos por crímenes de lesa humanidad.
Entre los acusados, están los ex capitanes de la Armada, Alfredo Astiz, Jorge Eduardo “Tigre Acosta”, y Ricardo Miguel “Cavallo”, este último extraditado de México, quienes fueron sentenciados a cadena perpetua junto a otros ocho ex militares.
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