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En la conmemoración de primer año del terremoto y posterior tsunami en Japón, el presidente del Senado, José González Morfín, refrendó la solidaridad y fraternidad de México con el pueblo y gobierno de esa nación.
La pérdida de vidas humanas, el surgimiento de los heridos y la búsqueda desesperada de sobrevivientes, dijo, fueron hechos que conmovieron y “tocaron una fibra muy sensible en el corazón de los mexicanos”.
En la ceremonia, que se llevó a cabo en la residencia del embajador de Japón en México, Shuichiro Megata, recordó que en septiembre de 1985 nuestro país pasó por una experiencia similar, cuando un sismo de 8.1 grados en la escala de Richter provocó la pérdida de miles de vidas y la destrucción de centenares de edificios en la Ciudad de México.
En medio de esta tragedia, expresó el senador González Morfín, el noble pueblo de Japón nos tendió la mano y con su apoyo solidario y el de otras naciones hermanas, así como con la voluntad a toda prueba de nuestra gente, México salió adelante.
26 años después, agregó, México acudió al llamado de auxilio de nuestros amigos japoneses, ya que al saber de la magnitud de la catástrofe se ofreció a Japón ayuda incondicional y una brigada de especialistas arribó a la zona del desastre para apoyar las tareas de rescate.
Recordó que estos héroes mexicanos colaboraron varias semanas en el rastreo de victimas, trabajando bajo situaciones climáticas muy adversas y enfrentando, como muchos otros rescatistas de otras partes del mundo y del propio Japón, los peligros de la radiactividad que estaba presente en la zona más afectada por el terremoto y el posterior tsunami”.
A casi un año de esa tragedia --dijo-- “recordamos la entereza, la determinación y la bravura del pueblo japonés que ha logrado ponerse de pie y salir adelante y hoy, como siempre, reconocemos su estoicismo y disciplina a toda prueba, así como su serenidad y valor, cualidades que sin duda, todos admiramos”.
Japón, enfatizó, “está resurgiendo más grande y más fuerte de ese amargo momento y cuenta y contará siempre con la fraternidad del pueblo de México”.
En tanto, Shuichiro Megata manifestó su profundo agradecimiento por la solidaridad y el apoyo brindado por el pueblo y gobierno de México en los momentos difíciles que sufrió la nación japonesa el 11 de marzo de 2011.
“Gracias al cálido apoyo de México y el mundo --afirmó--, Japón ya dio los primeros pasos para su reconstrucción y casi toda la nación ha recuperado la normalidad y podrán realizar negocios, estudios y turismo con tranquilidad”.
Reiteró el compromiso de su país para impulsar “una comunidad más fuerte” y seguirá colaborando con la sociedad internacional para enfrentar retos como la transición hacia una economía verde y la prevención de desastres.
Previo al inicio del evento, los senadores José González Morfín, Juan Bueno Torio y Javier Castelo Parada, así como el embajador Megata, cuerpo diplomático y amigos de ese país guardaron un minuto de silencio en memoria de las víctimas del terremoto y posterior tsunami.
Más adelante, el coro de la Asociación México-Japonesa dedicó dos piezas del compositor austriaco Wolfgang Amadeus Mozart a los damnificados.
Asimismo, Toshio Hirano, representante de la organización Japan Emergency NGO, dio cuenta del saldo de la tragedia a los asistentes: 15 mil personas muertas y más de tres mil desaparecidas.
Más de 300 mil japoneses se encuentran en alojamientos de transición, pues reconstruir una comunidad después de un tsunami “es un proceso que consume mucho tiempo”, indicó.
Posteriormente, los senadores mexicanos participaron en la ceremonia del té, en compañía de Shuichiro Megata, que es una práctica significativa de la historia y la cultura japonesa tradicional.
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