Número-311
- El senador José Francisco Yunes Zorrilla, integrante de dicha Comisión, informó que se superaron las discrepancias con la Cámara de Diputados.
- Lo importante es que esta Comisión Bicameral pueda funcionar, podamos cumplir lo que establece la Constitución y dar certeza en un tema tan importante, afirmó.
El senador José Francisco Yunes Zorrilla informó que quedaron superadas las discrepancias con la Cámara de Diputados y que la primera presidencia de la Comisión Bicamaral en Materia de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y de los Municipios corresponde al Senado de la República.
Yunes Zorrilla, integrante de la citada Comisión Bicamaral, afirmó que ésta será presidida por el senador Ernesto Cordero Arroyo.
“Ya están los cuatro integrantes del Senado de la República que la conforman; entiendo que también ya están los cuatro diputados y quienes hemos decidido en la Cámara de Senadores que debe presidir esta comisión, es el senador Ernesto Cordero”, dijo.
El senador del Grupo Parlamentario del PRI explicó que con esto concluye el proceso de conformación de la Comisión Bicamaral en el marco de la Ley de Disciplina Financiera, que fue una de las primeras iniciativas que conoció el Senado en la pasada Legislatura.
Recordó que se llevó a cabo un periodo de negociación largo para determinar qué cámara sería de origen para procesar la Ley de Disciplina Fiscal y que se determinó que fuera la de Diputados por ser temas de carácter fiscal, mientras que la primera presidencia correspondería a la de Senadores.
“Lo importante es que esta Comisión Bicameral pueda funcionar, podamos cumplir lo que establece la Constitución y dar certeza en un tema tan importante que se ha demorado y que se ha dilatado a lo largo ya de muchos años”, subrayó el senador Yunes Zorrilla.
Consideró que es necesario que la Comisión Bicamaral se instale cuanto antes y, con base en sus facultades, empiece a revisar aquellos temas financieros que están causando problemas a los estados y municipios.
El senador dijo que se reconoce la celeridad con la cual ha crecido el endeudamiento en estados y en algunos otros municipios y la necesidad de generar frenos y techos, en el marco de estas nuevas disposiciones.