Número-363
- Legisladores urgen a que se actúe para erradicar acciones de tortura por parte de efectivos de corporaciones policíacas, el Ejército y la Marina.
- Amnistía Internacional califica de “escandaloso” y “alarmante” el índice de casos en que se somete a tortura a quienes son detenidas por efectivos policíacos, del Ejército, o la Marina.
La Comisión Permanente del Congreso de la Unión aprobó un dictamen en el que solicita a la Secretaría de Gobernación (Segob) que perfeccione el Mecanismo de Seguimiento de Casos para Tortura Sexual cometida contra las Mujeres, que es coordinado por la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres.
Además, pide a la Procuraduría General de la República (PGR) acelerar el trabajo de la Unidad Especializada en la Investigación del Delito de Tortura y publicar urgentemente un registro de denuncias, desglosadas por género, edad y nacionalidad. El dictamen aprobado por la Permanente también solicita a la PGR garantizar la atención médica a las detenidas que hayan denunciado haber sido objeto de agresión sexual.
Lo anterior con el objetivo de erradicar eficazmente la agresión que sufren los detenidos, en especial las mujeres, durante operativos de corporaciones policíacas, el Ejército o la Marina, particularmente tratándose de casos de delincuencia organizada.
En el dictamen se subraya que en la investigación “Sobreviviendo a la muerte, tortura de mujeres por policías y Fuerzas Armadas en México”, Amnistía Internacional (AI) reporta “un cuadro escandaloso y una realidad alarmante, que refleja claramente el nivel de tortura que viven las mujeres, al grado que la violencia sexual usada como tortura parece haberse convertido en una parte habitual en los interrogatorios”, realizados por autoridades de seguridad y del Ejército.
La investigación de AI, puntualiza el escrito, ha sido reconocida por el gobierno federal, a través de la PGR, instancia que admitió que “hay retos persistentes en materia de prevención y sanción de la tortura, así como eliminación de la discriminación y violencia de género”.
En el dictamen aprobado se hacen hincapié en que las detenciones de mujeres se realizan frecuentemente durante arrestos en grupo; son acusadas de ser novias de delincuentes y cómplices de actos delictivos, sin que existan pruebas sólidas que respalden esas acusaciones.
El organismo internacional sostiene que la mayor parte de las aprehensiones de mujeres durante operativos, se utiliza “como un medio para aumentar las cifras de detenciones, y demostrar así a la sociedad que los esfuerzos del gobierno en materia de seguridad dan resultado”.
AI entrevistó a cien mujeres detenidas; de ellas 41 dijeron haber sido víctimas de prácticas como la semi-asfixia con una bolsa de plástico u otro objeto similar, pero además registró torturas que no dejen huella corporal, como descargas eléctricas o golpes.
“Las palizas también son un elemento habitual. Las zonas del cuerpo donde más habitualmente se les golpea eran la cabeza, estómago, tórax, piernas y oídos. La cara se excluye deliberadamente para evitar lesiones visibles”. Además están el acoso sexual y abusos psicológicos, que incluyen insultos, violación y amenazas de abuso sexual contra sus familiares, manoseo, golpes y descargas en la zona genital, entre otros.
De acuerdo con AI, la violación ha sido utilizada por la policía de todos los niveles –municipal, estatal y federal– así como por militares y marinos. La entrevista revela que los índices de violación más altos a manos de la Marina, pues de las diez detenciones practicadas por esta corporación, ocho habrían incluido esta práctica ilegal.