Número-173
- Que el cálculo político electoral no sea pretexto para hacer lo que tenemos que hacer, para hacer un viraje en la política pública con respecto a las drogas, empezando por la marihuana: Roberto Gil.
- Organizaciones civiles pidieron al Senado ejercer y garantizar los derechos de los consumidores y de quienes requieren de la marihuana para tratamientos médicos.
El presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, Roberto Gil Zuarth pidió a más de 29 organizaciones de la sociedad civil, a favor de la regulación integral de la marihuana, acompañar el proceso legislativo que se lleva a cabo en el Senado en esa materia.
“Les pedimos que no se vayan. Estoy seguro que los aquí presentes vamos a dar la batalla hasta el último momento. Y estamos también convencidos y optimistas de que vamos a convencer a algunos, si ustedes nos ayudan, a lo mejor y convencemos a una mayoría”, les dijo durante la recepción de una carta en la que las organizaciones pedían se incluyera en la agenda legislativa el tema de la regulación de la marihuana de manera integral.
Gil Zuarth felicitó a la sociedad civil por provocar un cambio en la racionalidad de las políticas públicas en torno a las drogas, e hizo un llamado a la sensatez, “en cuestión del tratamiento de las políticas de drogas y la aproximación a los temas de drogas: sensatez, sentido común”, dijo.
El senador aseguró que la regulación de la marihuana no solamente es un tema de derechos humanos sino del derecho de libertad de consumir, de decisión y de justicia.
“La política prohibicionista que lleva ya prácticamente 5 décadas, ha fracasado en todos sus objetivos. No ha servido para disuadir el consumo, ni tampoco ha servido para controlar la oferta. Pero sí ha sido ocasión para provocar violencia y profundas injusticias”, aseveró.
El presidente del Senado mexicano calificó de injusta, desde la criminalización de consumidores de marihuana hasta la falta de acceso y disposición de medicamentos y elementos terapéuticos para atender un padecimiento.
“Yo entiendo de algunos el temor que implica asumir una posición en este tema. El temor a pagar los costos políticos; también el temor de que una decisión equivocada pueda provocar efectos o daños sociales mayores. Lo que me queda muy claro es que nada puede estar peor; nada puede estar peor”, enfatizó.
Roberto Gil aseguró que la experiencia obtenida a través de la criminalización de las drogas puede traer oportunidades “para cambiar la aproximación de las políticas públicas, imprimirles sentido de justicia, asumirlas, construirlas y aplicarlas desde la perspectiva de los derechos humanos y darle un poquito más de sensatez a la intervención del Estado en el comportamiento individual de las personas”.
El senador informó que el 10 por ciento de la población penitenciaria federal está recluida por delitos asociados a la posesión, y el uno por ciento, es decir, alrededor de 2 mil 500 personas, están ahí por portar más de 5 gramos de marihuana.
“Son personas que pudieran recuperar su libertad de manera inmediata si tomamos una decisión legislativa. Porque no hay ninguna razón de justicia que explique que están ahí, ni tampoco hay ninguna razón por la cual deban seguir estando ahí”, dijo.
En cuanto al acceso a medicamentos a base de marihuana, Gil Zuarth dijo que se debe encontrar un modelo que incentive la investigación, los usos y aplicaciones, que genere mayor información para que la propia industria farmacéutica y de paliativos genere mejores aplicaciones, pero sobre todo que garantice la disposición y el acceso efectivo de quienes lo necesitan.
Y advirtió: “si nos equivocamos en el modelo de usos medicinales y terapéuticos y lo hacemos estrictamente rígido, no lograremos el objetivo que estamos planteando. Ciertas restricciones pueden provocar no solamente que el mercado de nuevas aplicaciones terapéuticas o medicinales sean capturadas por agentes económicos y que reproduzcamos los problemas que tenemos en tabaco o en alcohol, sino también que al final de cuentas el objetivo de garantizar el acceso no se cumpla”.
Gil Zuarth aseguró que “no dar el paso en la eliminación del pretexto a la criminalización simplemente va a recrudecer los círculos de violencia que vivimos en el país” y recalcó que se tiene que trabajar por lo deseable en políticas de drogas.
“Lo deseable no solamente es que exista acceso a medicamentos por parte de quienes lo necesitan. Lo deseable es que recuperen su libertad consumidores. Lo deseable es que nadie sea extorsionado por consumir. Lo deseable es que nadie entre a una interacción violenta en el mercado negro de las drogas, a propósito de su deseo de consumir”.
Lo importante, aseguró Roberto Gil, es saber utilizar los instrumentos del Estado para obtener y alcanzar objetivos sociales.
“Ojalá que el cálculo político electoral no sea pretexto para hacer lo que tenemos que hacer, para hacer lo correcto; y lo correcto es un viraje en la política pública con respecto a las drogas, empezando por la marihuana”, dijo.
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