Número-162
- El presidente del Senado mexicano, Roberto Gil, clausuró el ciclo de conferencias de la colección “Los mexicanos vistos por sí mismos” de la UNAM.
- El debate apacigua los incentivos a hacer de las campañas electorales ejercicios de publicidad en la que todo se vale: Gil Zuarth.
El Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, senador Roberto Gil Zuarth, aseguró que una de las reflexiones inmediatas después del proceso electoral es qué tipo de debate se quiere y qué hacer para desplazar los anonimatos, las calumnias, las filtraciones y las intervenciones en la vida privada.
En el marco de la clausura de la presentación de la colección “Los mexicanos vistos por sí mismos. Los grandes temas nacionales”, realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y que forma parte de las actividades conmemorativas del centenario de la Constitución de 1917, Gil Zuarth afirmó que hoy “la calidad del debate público ha tocado fondo. Estamos en un verdadero déficit de debate público”.
El senador explicó que cuando una sociedad tiene una cultura fuerte de debate público las distorsiones tienden a inhibirse o por lo menos a desplazarse.
“La ociosidad comunicacional de los contendientes es la madre de todos los vicios y en consecuencia, cuando no hay espacios, canales de debate, para contrastar ideas, ejercicios para poder revelar la musculatura racional, las fortalezas personales de los contendientes, cuando no hay esos espacios, surgen los anonimatos, las calumnias, la legión de anónimos, las filtraciones, las intervenciones en la vida privada”, dijo.
Gil Zuarth afirmó que cuando una sociedad debate profundamente sus problemas, sobre su realidad y su destino, se apaciguan “muchos de estos incentivos a hacer de las campañas electorales, ejercicios de publicidad en la que todo se vale”.
El senador dijo que el Congreso, cada partido, organización política, y la propia autoridad, tendrá que hacer reflexiones en la parte que le toca tras el aprendizaje inicial de este proceso electoral para “sustituir el incentivo a la calumnia, la mentira, la injuria, a la denigración, a los anonimatos por una fuerte cultura política, democrática, en la cual todos nos haremos responsables de lo que decimos y de las consecuencias de lo que decimos”.
Roberto Gil reconoció el desempeño ejemplar del Instituto Nacional Electoral (INE) durante el proceso electoral con el que dijo, tenemos certeza, institucionalidad, autonomía e imparcialidad.
Sobre los 26 tomos de la colección “Los mexicanos vistos por sí mismos” destacó que generan un espacio de mejor comprensión de nuestras instituciones pero siempre viendo que nuestra realidad nos va revelando nuevos desafíos, y es nuestra realidad el principal derrotero que tenemos que atender desde la actividad política.
En su oportunidad, el senador Enrique Burgos García, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, dijo que esta investigación, compuesta por 26 documentos, permite que el Senado de la República sirva como conducto para que esta información permita a los mexicanos analizarnos y tener una idea precisa de la realidad, para encaminar tareas, acciones, actitudes y trabajos.
Abundó en que representa una utilidad con sentido práctico y con sustento teórico fundado que servirá a la sociedad mexicana.
Lorenzo Córdova Vianello, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), refirió que el cambio de comportamiento político en la sociedad, es un proceso lento en comparación con el ritmo con el que se modifican las instituciones políticas, y cuya velocidad depende en cierta medida de la que se observe en la transformación de la sociedad misma.
Por lo que esta investigación debería servir como insumo para identificar con claridad las problemáticas que deberán atenderse mediante cambios en la legislación o el desarrollo de políticas públicas a escala nacional o local.
Señaló que se debe reflexionar sobre si se ha logrado trasmitir a los jóvenes, o en todo caso lograr ser enfáticos con ellos, para traducirles el cambio político que se ha realizado en el país, porque ese es un problema no menor.
Julia Isabel Flores Dávila, coordinadora del Departamento de Investigación Aplicada del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, dijo que en México sí existe cultura política, pero no es democrática; y ésta es indispensable para el fortalecimiento de los sistemas democráticos, y facilita que la maquinaria electoral funcione de manera fluida y se retroalimente.
Explicó que la investigación fue sobre cómo se ha modificado el interés de los ciudadanos en la política y los asuntos públicos, cómo interpretar estos cambios, cuáles son los elementos que permiten hablar de un compromiso cívico y cuáles son los elementos que componen el llamado “déficit de la democracia mexicana en la actualidad”.
Omar Alejandre Galaz, coautor de “El déficit de la democracia en México”, comentó que la sociedad mexicana no está muy interesada en la política porque piensa que es complicada, sin embargo la mayoría considera que sí es importante.
Dijo que se deben ampliar los nuevos mecanismos de participación política que se han implementado últimamente en el país, como las candidaturas independientes, la iniciativa popular y la consulta ciudadana.
Salvador Vázquez Mercado, coautor de “El déficit de la democracia en México”, explicó que el déficit democrático es la diferencia entre lo importante que dice la gente que es la democracia y qué tan democrático es el régimen en que vivimos.
Dijo que este déficit ha aumentado, y los mexicanos están más decepcionados con su democracia, aunque es una democracia que funciona.
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