Número-122
- Nuevas reglas de verificación obligan a renovar la flotilla del servicio público porque la gran mayoría ya cumplió su vida útil.
- Un taxi eléctrico cuesta en promedio 350 mil pesos, un camión de transporte tres millones y un trolebús aproximadamente 600 mil dólares.
La Comisión Permanente turnó a la Tercera Comisión el punto de acuerdo de la senadora Silvia Garza Galván, del Grupo Parlamentario del PAN, en el que propone exhortar a los titulares del Poder Ejecutivo de las 32 entidades federativas a implementar las medidas necesarias para modernizar las unidades de transporte público de pasajeros, a fin de disminuir las partículas contaminantes que emiten.
La legisladora también solicita que se considere la adquisición gradual de unidades eléctricas de transporte público de pasajeros.
En la propuesta, la senadora destaca que se han implementado algunas medidas para resolver el problema de la calidad del aire, sin tomar en cuenta que este tema se debe tratar de forma global, ya que es una cuestión multifactorial.
En este sentido, precisa que se deben observar elementos como: la utilización de gasolina y diésel de buena calidad y ultra baja de azufre; mejor manejo de residuos sólidos; prevención de incendios forestales; control en la emisión de gases contaminantes de las industrias; deforestación tasa cero; utilización de energías renovables; actualización de las normas oficiales mexicanas relativas a la calidad del aire, y la promoción de incentivos fiscales a vehículos eléctricos para fomentar su uso.
Por otra parte, evidencia el retraso tecnológico de varias décadas con que cuenta la Ciudad de México, pues tiene solo 290 trolebuses eléctricos en uso, cuya antigüedad es de 65 años; 20 taxis eléctricos y nueve metrobuses híbridos. Al respecto, detalla que un taxi eléctrico tiene un costo promedio de 350 mil pesos, un camión de transporte tres millones y un trolebús 600 mil dólares.
El “Hoy no circula” y el “Doble hoy no circula” aumentaron las pérdidas generadas por ausentismo laboral y, desafortunadamente, la calidad del aire no ha mejorado, motivo por el cual es urgente acrecentar la cantidad de unidades de transporte público, pero que también que éstas sean sustentables.
La senadora Silvia Garza también resalta que a partir del 1 de julio, al entrar en vigor la norma emergente de verificación vehicular, el transporte público deberá someterse a verificación bajo normas más exigentes, “lo que ocasiona una urgencia para renovar la flotilla, ya que de no hacerse desde este momento puedo asegurar no la pasarán, ya que de conformidad con la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad el 80 por ciento del transporte público de la zona metropolitana del Valle de México ya cumplió su vida útil”.
En el país, explica, la Zona Metropolitana del Valle de México no es la única que cuenta con problemas en la calidad del aire; de las 59 zonas metropolitanas existentes, 30 tienen más de 500 mil habitantes, en donde se concentran el 47.5 de los mexicanos, y en muchas de ellas la calidad del aire es peor que el que se respira en la Ciudad de México.
Por ejemplo, el estudio Global Urban Ambient Air Pollutión Database, de la Organización Mundial de la Salud, señala a Monterrey como la ciudad más contaminada, con partículas en suspensión de menos de 2,5 micras (PM2,5) y con PM10. En esta ciudad, se consumen siete millones de litros de gasolina, únicamente en transporte público, lo que genera dos mil toneladas de PM10.
Otro caso es la zona metropolitana de Guadalajara, Jalisco, en donde por cada mil habitantes hay 405 vehículos, lo que convierte a Guadalajara en la segunda entidad más motorizada del país y octava más contaminada. En tanto que, en el Estado de México, el Subsecretario de Movilidad ha reconocido que 50 por ciento de las 170 mil unidades de transporte público de pasajeros son vehículos viejos y contaminantes.
Finalmente, la senadora Garza Galván expone que, según datos del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo, el parque vehicular en México aumenta alrededor de ocho por ciento anualmente, es decir, que se tiene un vehículo por cada cuatro personas; sin embargo, destaca que 60 por ciento de la población utiliza el transporte público.