Número-115
- Actualmente, los criterios para la disolución del matrimonio impide el libre desarrollo de la personalidad.
- Prevalece mayor proporción de mujeres separadas, divorciadas o viudas con 16.4 por ciento, frente al 7.2 por ciento de los hombres.
La Comisión Permanente hizo un llamado a los congresos locales ajustar sus códigos civiles o familiares y procesales, a fin de derogar y reformar aquellas disposiciones sustantivas y procesales que regulen las causales de divorcio.
El llamado se hizo a los congresos de Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Guanajuato, Jalisco, Nuevo León, Oaxaca, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sonora, Tabasco, Veracruz y Zacatecas a fin de que armonicen sus códigos con los más altos estándares a nivel internacional en la materia.
En las consideraciones del dictamen, se precisa que actualmente la redacción de los ordenamientos legales que regulan la disolución del matrimonio en dichas entidades impide a las personas ejercer su dignidad humana y el libre desarrollo de la personalidad, pues en otras entidades se han derogado las causales de su disolución y, al mismo tiempo, se resuelven las controversias con mayor prontitud.
De acuerdo a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) es inconstitucional que se exija demostrar una causa para disolver el matrimonio cuando no hay consenso mutuo, ya que se impone una carga procesal de acreditar las circunstancias conflictivas para otorgarlo y de no existir no habrá solución a un conflicto conyugal.
Al presentar el dictamen, la diputada Bárbara Botello, del Grupo Parlamentario del PRI, dijo que datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), reportan que durante 2014 seis de cada 10 mexicanos estaban casados o en unión libre, en las mujeres prevaleció una mayor proporción de separadas, divorciadas o viudas, es decir, el 16.4 por ciento, frente al 7.2 por ciento de los hombres.
Lo anterior refleja que ellas regresan al estado civil “soltera” en una relación de dos a uno frente a los hombres, y la incidencia aumenta en las mujeres en el rango de edad de entre los 30 a 59 años, dijo.
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