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El Senado de la República avaló la minuta que modifica la Ley General de Salud, que establece que las personas que en vida no hayan manifestado su negativa a que sus órganos sean utilizados para trasplantes, se aplique el consentimiento tácito siempre y cuando éste sea avalado por algún familiar del donante.
Además, instituye que cuando la muerte de un donante esté presuntamente relacionada con la averiguación de algún crimen, se desconozca su identidad o no se encuentre a sus familiares, el Ministerio Público intervendrá para la extracción de órganos y tejidos.
En el documento se indica que en el país existen quince mil 170 personas en espera de un trasplante y en lo que va de este año sólo se han podido realizar poco más de 3 mil, principalmente de riñón.
Sin embargo -- se resalta-- si el número de trasplantes efectuados se ha incrementado de manera positiva, lo es también de personas en espera de uno.
Por ello, los senadores consideraron que estas enmiendas garantizarán el incremento de órganos necesarios para cubrir la demanda de trasplantes en México, así como la regularización del proceso para asegurar la transparencia en donaciones y trasplantes.
En los cambios realizados a la Ley se contemplan sanciones de 6 a 17 años de prisión y multa por el equivalente de ocho mil a 17 mil días de salario mínimo al que ilícitamente obtenga, conserve, utilice, prepare o suministre órganos, tejidos y sus componentes, cadáveres o fetos de seres humanos.
De igual forma, se implementa que los comités internos de trasplantes de los establecimientos que realizan estas actividades, sean responsables del proceso de asignación, distribución y trasplante de órganos, tejidos y células.
Lo anterior, en coordinación con el Centro Nacional de Trasplantes y deberán contar con un coordinador hospitalario de donación de órganos y tejidos.
Al fundamentar la minuta, el senador panista Ernesto Saro Boardman destacó que la lista de personas que esperan la donación de órganos crece constantemente y “lamentablemente con los problemas de diabetes” se incrementaron los problemas renales, por lo que hay miles de personas esperando un riñón.
Por ello, enfatizó el presidente de la Comisión de Salud, las modificaciones garantizarán, por ley el aumento de órganos para cubrir la demanda y permitirán implementar una campaña permanente para concientizar y promover la donación de éstos.
También del PAN, el senador Guillermo Tamborrel Suárez dijo que esta reforma representa un paso importante para salvar miles de vidas “todos los años” en nuestro país.
No sólo son las quince mil 170 personas que hoy están en espera de un trasplante sino se estima que pudiera haber otra cantidad igual o mayor que no se han registrado en la lista, por lo que este tema nos tiene que preocupar, advirtió.
En tanto, el senador Francisco Arroyo Vieyra, del PRI, dijo que es necesario iniciar un proceso parlamentario enfocado en recomendar a la Secretaría de Salud que promueva políticas públicas que permitan establecer en México empresas dedicadas a procesar hemoderivados.
Consideró que permitir este tipo de establecimientos en el país, beneficiaría a los enfermos de hemofilia y quemaduras con mejores precios en los tratamientos de hemoderivados.
Informó que México gasta 250 millones al año en importar hemoderivados, “pero nos dimos cuenta también que el manejo de los residuos de la sangre eran muy complicados y gastamos una cantidad muy importante de dinero en cremarlos”.
Por el PRD, el senador Armando Contreras Castillo resaltó que con la reforma se fortalecerá la cultura de la donación y trasplante de órganos, a fin de aumentar la esperanza de vida de quienes padecen una enfermedad que no se cura de manera normal.
Reconoció que esta medida no es moralmente aceptable para algunos sectores, pero también "es moralmente inadmisible provocar de manera indirecta que laguna mutilación o problemas de órganos deje inválida a un persona o le provoque su muerte".
“Éste es un asunto que nos compete a todos, pues todos podemos caer en una enfermedad renal, hepática, pulmonar o cardiaca crónica”, advirtió.
A su vez, el senador Antonio Mejía Haro, del PRD, comentó que el incrementó en el consumo de drogas en jóvenes y la obesidad, conlleva a la necesidad de más trasplantes de riñones.
“La vida tan acelerada que tenemos provoca también muchos accidentes, que en ocasiones requieren con frecuencia del trasplante de órganos, por eso es importante la aprobación de este dictamen”, agregó.
El senador Luis Walton Aburto, de Movimiento Ciudadano, coincidió en que aparte de la legislación se requiere una campaña para generar una cultura de donación como un acto altruista.
Dijo que como toda reforma legal, ésta debe ser acompañada de las políticas públicas y presupuesto, pues sólo una cuarta parte de los hospitales considerados para el programa de trasplantes cuentan con los recursos necesarios.
La minuta se envió al ejecutivo federal para sus efectos constitucionales.
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