Número-359
- Se utilizarán remanentes de Banxico para prepagar deuda: Luis Madrazo Lajous.
- Piden senadores del PAN y PRD evitar “moches” en la colegisladora.
En el foro “Paquete económico 2016: Los desafíos de la nueva realidad fiscal”, funcionarios públicos informaron que la deuda pública podría llegar a 47.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) el próximo año y se espera un recorte al gasto equivalente a 221 mil millones de pesos.
En tanto, senadores de los grupos parlamentarios del PAN y PRD comentaron que se debe evitar la práctica del “moche” en la Cámara de Diputados y vigilar los recursos que se destinen a obras.
Al respecto, el senador Ernesto Cordero Arroyo, del Grupo Parlamentario del PAN, refirió que los diputados señalaron que aumentaron en 17 mil millones de pesos la Ley de Ingresos, de los cuales nueve mil provendrán de aprovechamientos, “que quién sabe de dónde salieron”, y de un incremento en el tipo de cambio que “está medio dudoso”.
Dijo que como senadores tienen la responsabilidad de aprobar la miscelánea fiscal y ver qué se hará con esos 17 mil millones de pesos, pues “pensando en la sostenibilidad de las finanzas públicas, lo peor que podemos hacer es permitir que se lo repartan en la Cámara de Diputados como si fuera su dinero y como si fuera botín”.
El senador Mario Delgado Carrillo, del Grupo Parlamentario del PRD, se pronunció a favor de transparentar el Ramo 23 en el Presupuesto de Egresos, con el objetivo de evitar la práctica de destinar recursos de manera desordenada a obras, los cuales son el origen de la corrupción y del “moche”.
Luis Madrazo Lajous, jefe de unidad de Planeación Económica de la Hacienda Pública, informó que el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público, que es la medida más amplia de la deuda que tiene el país, va llegar a 47.8 por ciento del PIB en 2016.
Asimismo, el funcionario de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) dijo que en el paquete económico del próximo año se propone una reducción del gasto de 221 mil millones de pesos, es decir, del 1.2 por ciento del PIB.
En este sentido, precisó que el paquete fiscal que se encuentra en el Senado para su discusión busca hacer frente a la volatilidad económica y está construido sobre premisas realistas, “sobre las cuales, hay una enorme certidumbre de que se van a observar, porque es necesario bajar la incertidumbre sobre los ingresos que se van a obtener”.
Con la propuesta fiscal, dijo, se pretende que la deuda se mantenga estable hasta 2017 y comience a disminuir en 2018.
Para ello, explicó, se propone una medida adicional que es utilizar los remanentes del Banco de México y usar 70 por ciento para prepagar deuda o para emitir menos deuda el próximo año; mientras que el 30 por ciento restante se destinaría a apoyar el fondo de estabilización de los ingresos presupuestarios para evitar las presiones sobre las finanzas públicas.
Comentó que no hay certeza de lo que pasará con los precios del petróleo en el futuro, por lo que es fundamental que las finanzas públicas en México se piensen como si no fueran a subir los ingresos petroleros porque no pueden depender de ello.
Previamente, Ricardo Miranda Burgos, director general de Análisis e Investigación Económica de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), indicó que el déficit presupuestario y su acumulación determinan el crecimiento acelerado del endeudamiento de algunos gobierno locales, sobre a todo, a partir de 2009 cuando comenzó la crisis financiera global. “La deuda aumentó de 2008 a 2014 a una tasa media de crecimiento real anual de 12 .4 por ciento”, precisó.
Refirió que al mes de septiembre de este año, 11 entidades federativas acumularon el 76.6 por ciento de la deuda y 16 municipios concentraron el 39.9 por ciento de la misma.
Por ello, dijo que con el objetivo de mantener la estabilidad y sostenibilidad a mediano plazo en las finanzas y la deuda pública es recomendable fortalecer las instituciones fiscales del ámbito federal y local.
En este sentido, señaló que es necesario que en las fases positivas del ciclo económico se ahorren los ingresos que no tienen un carácter estructural o estable, a fin de evitar el incremento del gasto con recursos inciertos, pues de lo contrario, se asumirían compromisos, obligaciones y pasivos para los cuales no se tendría certeza financiera en su cumplimiento e impactar en el riesgo país, las tasas de interés, inflación, menor inversión, consumo y empleo.
Gerardo Esquivel Hernández, coordinador ejecutivo del Instituto Belisario Domínguez, dijo que se debe dar el debate respecto a si es necesario fortalecer las finanzas públicas mediante el ajuste del gasto o el fortalecimiento de los impuestos.
Hizo notar que en la actualidad existe una fragilidad en las finanzas del país ocasionada por la caída de los ingresos petroleros y advirtió que el mayor ajuste al gasto que se pretende hacer el próximo año es en el área de inversión, lo que implicará un impacto en el crecimiento económico.
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