Número. 343
- Senadora Angélica de la Peña presenta el libro “¡Ya basta! Acabemos con el bullying”.
- México, primer lugar de acoso escolar; el origen es la desigualdad social.
El Senado de la República impulsará políticas y acciones a concretas para combatir y revertir la violencia en las escuelas y, de esta forma, revertir la posición de primer lugar que ocupa México a nivel mundial en casos de bullying, apuntó la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, Angélica de la Peña Gómez.
Se trata, especificó, de cuatro acciones: Definir políticas educativas y públicas, a las que se deberá dar seguimiento para obligar a su aplicación; establecer una línea telefónica de denuncia; reforzar la regulación de programas de televisión con contenido violento; y de las campañas de publicidad que promuevan la violencia, en particular contra las mujeres.
El objetivo es atender de manera más integral y puntual este fenómeno, lo que requiere en primer término que se reconozca, subrayó la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos. Consideró que un grave error del profesorado y directivas de diversas escuelas es negar que este fenómeno exista en sus planteles.
Al presentar el libro “¡Ya basta! Acabemos con el bullying”, De la Peña Gómez consideró que una de las causas por las que se ha incrementado la violencia escolar es el que se retiró hace 25 años la enseñanza de Ética y Civismo, tanto a nivel Primara como Secundaria, por lo que las actuales generaciones de padres no cuentan con herramientas para inculcar valores en sus hijos.
De la Peña apuntó que una de las aportaciones más importantes del escrito, es mostrar que en México el bullying es distinto a otros países, pues para los niños y niñas mexicanos bulear significa un asunto de poder, lo que abarca incluso la actitud que se muestra hacia maestras y maestros, de ahí la necesidad de emprender una política educativa integral que atienda de forma eficaz este fenómeno.
La directora general de Quejas, del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), Hilda Téllez, refirió que las escuelas son el primer laboratorio de la violencia social manifestada por los adultos.
Esta violencia social, “se engendra a partir de la desigualdad que es el gran flagelo en el país, por la condición económica, clase social. La supremacía de una persona hacia otra está presente”, destacó la funcionaria al considerar que se requiere hacer uso de todos los elementos para combatir el acoso escolar.
Consideró que la obra ofrece herramientas para iniciar la identificación del bullying, y procesos claros para su atención, lo que permite iniciar la reconstrucción social desde las escuelas y atender eficazmente este preocupante fenómeno que, en casos extremos, deriva en que niños y jóvenes lleguen a situaciones de discapacidad permanente.
Cristina Jáuregui, autora del libro, expuso que el propósito del mismo es impulsar una educación para la paz y revertir la posición de México como primer lugar en bullying, según reportan las estadísticas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Refirió que el problema es complejo: los padres no tienen elementos para enfrentar esta problemática; los maestros pueden aplicar todas las herramientas para su atención, pero no cuentan con el respaldo de papás o mamás para hacerlo, ni de las autoridades escolares.
Odette Rodríguez de Anda, autora del Manual del libro “¡Ya basta! Acabemos con el bullying”, expuso que un elemento importante es difundir en todas las escuelas esta obra, ya que proporciona herramientas para que los infantes y adolescentes se empoderen y logren enfrentar la violencia escolar.
Proporciona ocho tips, que permiten al menor alejarse de situaciones de acoso: Investiga, que es identificar a un buleador y alejarse de él. Comunica, es decir, infórmalo a tu maestro, padres, compañeros y, de ser necesario, a otros adultos. Escribe, es una forma de platicar el problema. Actúa, toma acciones para evitar la violencia. Calma, que implica mantener la tranquilidad. Alto, que significa poner un freno al acoso, por ejemplo, al negarse a participar en él. Amigos, formar grupos de compañeros que no están de acuerdo con la agresión. Y Cambio, que significa generar con estas acciones un nuevo sistema de convivencia, libre de violencia.
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