BOLETÍN-1170 Urge reestructurar sistema nacional de investigación agrícola.
Especialistas, funcionarios y representantes de productores expusieron ante senadores la urgencia de reestructurar el Sistema Nacional de Investigación Agrícola para garantizar la autosuficiencia alimentaria, la sustitución de importaciones y el desarrollo del mercado interno.
Al respecto, el senador Heladio Ramírez López, presidente de la Comisión de Desarrollo Rural, manifestó que México tiene un rezago tecnológico y de investigación en el sector agropecuario, lo que profundiza la crisis que se vive actualmente en el campo.
Por ello, destacó que la Comisión a su cargo impulsa una iniciativa para instituir una ley agrícola, que dé especial relevancia a las políticas de investigación y permita hacer frente a retos como el cambio climático.
En este sentido, consideró que se debe fortalecer los sistemas Nacional de Investigación y Transferencia Tecnológica, ya que actualmente “hay tanta dispersión que casi todas las dependencias tienen sus instancias de capacitación y muy pocas cumplen con ese propósito”.
Además, el legislador priista acusó que cada año disminuyen los presupuestos para la investigación, en especial del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP).
Ante este panorama, subrayó, es necesario “darle fuerza” a este tipo de políticas, a efecto de apoyar a las nuevas generaciones de investigadores y que las instituciones que los forman cuenten con mayores recursos.
En tanto, el senador panista Jesús Dueñas Llerenas se pronunció por “retomar el camino” y garantizar el abasto suficiente de granos básicos, pero también desarrollar energía a partir de biocombustibles.
Dijo que “a pesar de todos los problemas, el campo mexicano está creciendo” y “hay un potencial grandísimo” en cultivo de flores, comestibles y frutas, a tal grado que Estados Unidos “nos contempla como un proveedor de alimentos a futuro”.
Sin embrago, tenemos que trabajar para contar con buenos técnicos y científicos, que son indispensables para el futuro de nuestro país, destaco el legislador de Acción Nacional.
En su oportunidad, el senador perredista Antonio Mejía Haro señaló que la investigación a nivel general en el país no ha sido una prioridad para el gobierno, ya que sólo se destina el 0.39 por ciento del Producto Interno Bruto.
En el caso de la investigación agropecuaria, refirió, sólo se aplica el 0.4 por ciento del PIB agropecuario, que “no es nada comparado incluso con países con igual y menos crecimiento económico”.
Mencionó que esto obedece a la lógica de un modelo económico neoliberal “que hoy está agotado y donde se implementaron políticas agropecuarias incorrectas bajo la premisa que era más barato importar que producir”.
Por su parte, Pedro Brajcich Gallegos, director general del INIFAP, coincidió en que se necesita realmente de una política para la investigación del campo mexicano.
Explicó que mediante la generación de conocimientos científicos y la innovación tecnológica agropecuaria se daría respuesta a las demandas y necesidades de los diferentes tipos de productores del país.
Ante ello, indicó que uno de los objetivos del Instituto es contribuir al desarrollo rural sustentable y mejorar la competitividad y mantenimiento de los recursos naturales existentes en el medio rural.
Sin embargo, aclaró que los presupuestos asignados a esta dependencia no son suficientes, por lo que se han buscado alianzas tanto a nivel nacional como internacional para ampliar sus recursos.
En tanto, José Antonio Mendoza Zazueta, secretario técnico del proyecto Conocimiento y Cambio en Pobreza Rural y Desarrollo UNAM-SAGARPA, aseguró que en los últimos 25 años la plantilla de investigadores prácticamente se redujo a la mitad.
Ello, agregó, coincide con “todo un proceso iniciado a principios de los ochenta de desmantelamiento de las agencias estatales vinculadas con el sector agropecuario”.
Al referirse a los programas de investigación que desarrolla la Universidad Autónoma de Chapingo, su rector, Carlos Alberto Villaseñor Perea, dijo que el eje estratégico se basa en promover una mejor vinculación con la comunidad intelectual y científica nacional e internacional.
Informó que en la actualidad la Universidad cuenta con 34 programas de investigación, además de que aumentó su matrícula en un 20 por ciento, ya que ingresarán cerca de dos mil 250 estudiantes, de los cuales el 22 por ciento son de origen indígena.
A Su vez, el ingeniero Carlos Salazar Arriaga dijo que urge implementar una reingeniería del Sistema Nacional de Investigación, como una política de Estado orientada a la autosuficiencia alimentaria, a la sustitución de importaciones y al desarrollo del mercado interno.
Recordó que nuestro país adoptó un modelo agroexportador que privilegia la apertura comercial y limita el fortalecimiento del mercado interno.
“No existe una política nacional de largo plazo, ni planeación ni coordinación y hay duplicación de líneas de investigación que no son congruentes con las aspiraciones de la sociedad, el Estado y de los propios particulares”, subrayó el secretario general de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México.
El debilitamiento institucional provocó que el INIFAP perdiera presencia territorial y vinculación con los sectores productivos y “esto demuestra que el campo no es prioritario”, aseveró.
Al respecto, Pedro Díaz Hartz, presidente de la Federación Nacional de Productores de Arroz, manifestó que “es preocupante lo que está sucediendo con la investigación en México”, pues hay un rezago de 25 años en el sector.
Las instituciones públicas y las políticas agropecuarias requieren una reingeniería total porque con la apertura comercial con América del Norte los productores mexicanos compiten en condiciones asimétricas y desleales, pues los países socios tienen alta tecnología, investigación constante, menores costos de producción y altos subsidios.
René Fonseca Medina, subdirector de Estudios Económicos del Consejo Nacional Agropecuario, advirtió que la crisis alimentaria “se vuelve a manifestar con mucha fuerza”, por lo que es indispensable incrementar la producción interna de alimentos.
Para ello, dijo, es necesario canalizar mayores recursos a los procesos de innovación, que es la herramienta para aumentar la producción.
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