Número-825
- Se busca preservar la perspectiva de género para las mujeres indígenas ante el panorama de desigualdad.
- En la realidad social prevalece la “discriminación múltiple” hacia la mujer indígena: Pérez Magaña.
El Pleno del Senado avaló con 82 votos reformar la fracci6n V del artículo 3 de la Ley de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, para agregar el término “igualdad”, con la finalidad de incluir el enfoque de género en políticas, programas y acciones de gobierno, la promoción de participación, respeto, equidad y oportunidades plenas para las mujeres indígenas.
Con ello se busca preservar la perspectiva de género para las mujeres indígenas como elemento normativo y ante el panorama de desigualdad que predomina en el país.
Se busca hacer posible el mandato constitucional que exige su incorporación al desarrollo, mediante el apoyo a los proyectos productivos, la protección de su salud, el otorgamiento de estímulos para favorecer su educación y su participación en la toma de decisiones relacionadas con la vida comunitaria.
Lo anterior debido a que en la sociedad mexicana prevalece la discriminación a las mujeres, traducida en menos oportunidades de educación, menores sueldos para trabajos iguales, y en conductas estereotipadas sobre los roles que la mujer debe asumir que, incluso, se fomentan en los medios de comunicación.
El presidente de la Comisión de Asuntos Indígenas, Eviel Pérez Magaña expresó que en la realidad social prevalece la “discriminación múltiple” hacia la mujer indígena, “por ser mujer, indígena y pobre”.
Esto obliga a impulsar el derecho de acceso a las mujeres indígenas a las políticas, programas y acciones de la Administración Pública Federal, porque sólo a través de la igualdad se tiene acceso al mismo trato y oportunidades entre mujeres y hombres.
La senadora del Partido de la Revolución Democrática, Angélica de la Peña Gómez, señaló que seis millones de mujeres indígenas sufren severos rezagos de desnutrición, mortalidad, analfabetismo, desigualdad, violencia de género, precariedad y menores oportunidades para acceder a la salud y educación.
Refirió que 57.5 por ciento de las mujeres indígenas que trabajan perciben menos de dos salarios mínimos, y 19.6 por ciento no percibe ningún tipo de remuneración.
Por tal motivo, al establecer la participación, respeto, igualdad, equidad y oportunidades plenas, deben aplicarse de manera franca y precisa a las mujeres indígenas, a fin de resolver su situación de “enorme discriminación, por ser mujer, indígena y pobre”.
El senador Isidro Pedraza Chávez, del PRD, expresó que el tema indígena es donde hay mayor rezago en cuanto al cumplimiento y observancia de la ley, “por ello se debe exigir su respeto, para evitar que quede como letra muerta y lograr la equidad y desarrollo de estos pueblos originarios”.
Con esta reforma se busca robustecer la ley y que el Congreso pase a una práctica de vigilancia de los programas, pues “no basta con la voluntad legislativa, falta la voluntad ejecutiva para que estas leyes no se queden rezagadas”, concluyó.
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