Comunicado-002
- Me conduciré con apego institucional, porque el Presidente del Senado representa la unidad
- Desde la izquierda actuaremos con responsabilidad en esta encomienda
México demanda un Poder Legislativo más fuerte, que permita hacer efectivo el equilibrio de Poderes en beneficio de la democracia y el desarrollo político de la sociedad, aseguró el senador Miguel Barbosa Huerta, al asumir la Presidencia de la Mesa Directiva del Senado de la República.
Con 85 votos a favor, 3 en contra de la Presidencia y 4 en contra de toda la planilla, el Pleno del Senado avaló la propuesta para que el senador Miguel Barbosa presida la Mesa Directiva durante el Tercer Año de Ejercicio de la LXII Legislatura, del 1 de septiembre de 2014 al 31 de agosto de 2015.
Al rendir la protesta de ley al cargo, agradeció la confianza a los coordinadores parlamentarios, el respaldo de sus compañeros del PRD e hizo un reconocimiento al trabajo realizado durante las presidencias de los senadores Ernesto Cordero Arroyo y Raúl Cervantes Andrade.
El nuevo Presidente del Senado también tomó protesta a la Mesa Directiva que lo acompañará durante un año, la cual quedó integrada de la siguiente forma: vicepresidentes, José Rosas Aispuro Torres (PAN); Arturo Zamora Jiménez (PRI); y Luis Sánchez Jiménez (PRD).
Como secretarios fungirán Lilia Guadalupe Merodio Reza (PRI); Rosa Adriana Díaz Lizama (PAN); María Lucero Saldaña Pérez, y María Elena Barrera Tapia (PVEM).
En su mensaje al Pleno senatorial, Miguel Barbosa Huerta afirmó que se conducirá con estricto apego a la normatividad institucional, porque el Presidente representa la unidad del Senado.
“Desde la izquierda, actuaremos con responsabilidad. Las relaciones del Senado de la República con los otros poderes de la Unión, con los poderes de los estados y del gobierno del Distrito Federal, con la Cámara de Diputados y las propias de la diplomacia parlamentaria, se realizarán de manera institucional y republicana por parte de esta Presidencia”, aseveró.
Subrayó que otros aspectos distintivos de su Presidencia serán la cordialidad parlamentaria, el respeto a las posiciones de las mayorías y minorías, compromiso con México y cumplimiento de los acuerdos.
“Son las bases del comportamiento institucional que los integrantes de la Mesa Directiva tendremos en este año legislativo”, indicó.
El Presidente de la Mesa Directiva señaló que el Parlamento es la casa de las leyes, y para lograr la buena ley el legislador tiene la alta responsabilidad de garantizar el bien común entre un mar de intereses, visiones y concepciones, en muchas ocasiones contrapuestas.
Como en ningún otro de los Poderes, el Legislativo condensa las demandas y aspiraciones de la gente en su dimensión social, histórica y política.
Señaló que el Parlamento constituye el lugar privilegiado para el debate y el consenso, porque se expresan los diversos puntos de vista de una sociedad en permanente cambio y las fuerzas políticas aceptan el gran acuerdo que significa la convivencia democrática.
Destacó que el Senado de la República ha experimentado un paulatino avance en la construcción y aplicación de las mejores prácticas de la actividad parlamentaria.
Dijo que desde 1988 el avance de la pluralidad, la rendición de cuentas, la existencia de una sociedad más informada y mayores niveles de participación, propiciaron que el Presidente de la República dejara de ser el principal legislador, para convertirse en una de las partes de un proceso de generación de acuerdos.
“En la Cámara de Senadores se han experimentado transformaciones que la han colocado en un lugar protagónico. No ha sido un proceso sencillo o simple, sino un paulatino avance de construcción y aplicación de las mejores prácticas del trabajo parlamentario”, indicó.
El Presidente de la Mesa Directiva del Senado mencionó que en este proceso el papel de la izquierda ha sido fundamental para la transformación del país. “Me refiero a los ideales, acciones y pensamientos de mujeres y hombres que lucharon por la igualdad, los derechos y las libertades”.
El senador Miguel Barbosa Huerta afirmó que en estos años de pluralidad la izquierda apostó por la democracia, lo cual abrió la puerta de los cambios políticos que le han transformado el rostro de México.
Apostar por la democracia es fortalecer las instituciones del Estado por medio de la crítica constructiva y significa lograr elecciones bajo principios que respeten la voluntad popular expresada en las urnas, lo cual constituye el cambio político más trascendente de nuestro país, señaló.
“Desde nuestra visión, el país necesita un Senado y un Congreso fuertes que permitan hacer efectivo el equilibrio de Poderes en beneficio de la democracia y el desarrollo político de la sociedad”, manifestó.
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