Nuestros sistemas están operando en contra de los intereses de los ciudadanos más pobres y vulnerables involucrándolos en prácticas informales que les resultan más eficientes para sobrevivir, aseguró el senador Ricardo García Cervantes, presidente del Capítulo Mexicano de la Organización Mundial de Parlamentarios contra la Corrupción.
Aseguró que las crisis económicas y en especial la última crisis global, que fue generada por la corrupción de las grandes empresas transnacionales y del sistema financiero mundial, han frenado el ritmo con el que se venía reduciendo la pobreza.
Durante la plenaria que abordó el tema sobre el vínculo entre pobreza y corrupción, indicó que aproximadamente 40 millones de seres humanos, adicionales a los que ya existían en el 2009, padecieron hambre en el 2010, mientras que 64 millones estaban sobreviviendo con menos de un dólar con 25 centavos al día.
Asimismo, mencionó que para 2015; se ha estimado que 1.2 millones de niños menores de cinco años morirán, 350 mil estudiantes quizá no completen la educación primaria y alrededor de 100 millones de personas adicionales no tendrán acceso a agua potable.
En tanto, José Antonio Ardavín, director del Centro de la OCDE en América Latina, manifestó que es evidente la existencia de un círculo vicioso en el que corrupción y pobreza son los elementos preponderantes, “lo que implica también que para salir de él, el combate a la una no puede disociarse del combate a la otra”.
Ejemplificó que en el caso de México, de acuerdo con el Índice Nacional de Corrupción y Buen Gobierno realizado por Transparencia Internacional, aproximadamente el 25 por ciento de los ingresos de las familias que ganan el salario mínimo “se les fue literalmente en el pago de sobornos en 2005”.
En este sentido, anunció que la OCDE trabaja en una iniciativa coherente y global contra la corrupción, la cual tendrá una perspectiva que abarque a todo el gobierno en su conjunto.
Se propone una mayor coordinación y coherencia entre todos los instrumentos de la OCDE, promover un compromiso más fuerte y sistemático con los responsables de elaborar políticas anticorrupción, con autoridades policiales y judiciales, empresas y organizaciones no gubernamentales, precisó.
A su vez, Eduardo Bohórquez , director ejecutivo de Transparencia Mexicana, destacó que el problema de la corrupción desvía las opciones del desarrollo, afecta las decisiones públicas y es el mejor instrumento para garantizar que la pobreza se perpetúe.
Externó que la evidencia es abrumadora, ya que “no hay un solo estudio que no muestre una amplia correlación entre la presencia de corrupción y bajos niveles de desarrollo social y humano”.
Planteó la necesidad de crear sistemas nacionales de integridad, dispositivos de cooperación para que los legislativos del mundo vigilen estrictamente a los ejecutivos y mecanismos que permitan que a las auditorías superiores y órganos de fiscalización en el mundo mayor garantía de independencia y autonomía, así como no privar a la sociedad del acceso a la información pública.
Por su parte, Jorge Malem Seña, catedrático de la Universidad Pompeu Fabra de Cataluña, dijo que no es posible eliminar la pobreza si no se elimina la corrupción.
“Si no luchamos decididamente contra la corrupción, ninguna política pública tendiente a eliminar la pobreza tendrá resultados”, explicó.
En ese sentido, el analista político señaló que la única solución es hacer un Estado fuerte con instituciones que funcionen.
Destacó que entre los efectos perniciosos que tiene la corrupción sobre los países están el que atenta contra la economía del país, degrada la posibilidad de crecimiento económico a largo plazo, es la responsable de que se descuiden necesidades básicas como salud, alimentación y educación, así como el aumento en el costo de bienes y servicios.
En tanto, John Williams, director ejecutivo en Jefe de la GOPAC, declaró que los parlamentarios deben rendir cuentas en una sociedad democrática, a través de las reglas gubernamentales, como lo hacen los ministros.
El Ejecutivo tiene que rendir cuentas, lo debe exigir el Congreso y los parlamentarios, agregó, porque así lo demandan los ciudadanos que quieren paz, prosperidad y un futuro mejor.
Williams aseguró que el reto de la GOPAC es construir una red de parlamentarios grande y fuerte para hacer que el Ejecutivo rinda cuentas y entregue prosperidad, que además “es su obligación”.
Para recuperar la confianza en sociedades con serios problemas de pobreza, como sucede en Latinoamérica, el senador colombiano Juan Manuel Galán, resaltó por su parte que son necesarias instituciones democráticas sólidas, especialmente a nivel local.
Además, dijo, se debe trabajar en la capacidad de actuación de los parlamentos de manera independiente y soberana frente al poder Ejecutivo, porque no hay una verdadera separación de poderes y los parlamentos se ven cooptados por intereses de todo tipo, menos por el general.
Asimismo, reconoció que hay otros factores que podrían ayudar a combatir la corrupción como la oposición fuerte, con capacidad de debatir y acceder a la información, y los medios de comunicación que investigan y “sacan a la luz la verdad”, que en ocasiones, por ello, sufren una censura política e incluso económica.
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