El proceso de dictaminación de la reforma política de la Ciudad de México se llevará a cabo en un “contexto adverso”, por lo que es necesario evitar que se impongan “criterios políticos” aseguró el senador Mario Delgado Carrillo.
Durante el encuentro que sostuvo la Comisión del Distrito Federal con organizaciones sociales y civiles para debatir sobre la reforma manifestó que se está “frente a un gobierno priista que está en reconfiguración del poder para volver a obtener todo el control”.
En su opinión, detrás de las reformas estructurales que se han llevado a cabo en los últimos meses, “hay una gran intencionalidad para concentrar el poder”, por lo que la Comisión debe ser un espacio neutral en el que los diversos sectores de la sociedad civil impulsen la construcción y redacción de un texto constitucional para la Ciudad de México.
Señaló que es “indispensable construir entre todos un momento fundacional para la ciudad, pues se trata de elaborar la mejor constitución en la historia del país”.
En este sentido, dijo que es necesario cambiar la relación de la sociedad con su gobierno, porque de lo contrario, esta reforma representará “un gran fracaso”.
Nosotros tenemos que plantear en la reforma una descentralización eficaz, inteligente, con pesos, contra pesos y con capacidad de gestión, argumentó.
Puntualizó que la Comisión ha llevado a cabo un proceso de dictaminación a puertas abiertas, “sin embargo, no está todo lo que quisiéramos”.
Aseguró que la Comisión está lista para dictaminar, ya que el anteproyecto de dictamen no tiene mayores observaciones por parte de los partidos políticos, debido a que viene de un proceso de negociación en el que se incluyen todas las fuerzas políticas y el acompañamiento del gobierno de la ciudad.
“La única garantía que tenemos para conservar nuestros derechos y la ruta de esta ciudad es la sociedad civil, entonces organicémonos para eso, seamos muy ambiciosos y elaboremos un texto constitucional”, puntualizó.
La senadora del PAN, Mariana Gómez del Campo Gurza manifestó que es necesario llevar a cabo un trabajo puntual para evitar una reforma incompleta, “por lo que debemos entrarle de lleno y hacer lo necesario para que no sea una reforma política parchada o que sólo sirva para salir del paso”.
Advirtió que es indispensable cambiar el esquema administrativo de las delegaciones, ya que estas apenas reciben el 16 por ciento del presupuesto total del DF, tan sólo 25 mil 400 millones de pesos y de esa cantidad, 7 de cada 10 pesos se van en pago de nómina y menos de dos pesos son destinan a obra pública, “entonces es muy difícil dar resultados de esta manera”.
“Es un momento histórico para que nosotros desde la reforma política del DF, podamos ser lo suficientemente eficientes para encontrar esa figura que permita que los ciudadanos tengan servicios públicos de primer nivel”, finalizó.
El representante del Movimiento derechos plenos Capital Soberana, Edgar Cortez Morales señaló que el proceso de elaboración de la reforma política para el DF ha carecido de espacios de participación ciudadana, “al grado que esta reforma se ha desarrollado en la paradoja de pretender cambiar a la Ciudad de México sin los ciudadanos”.
Compartimos el propósito que la alienta, sin embargo, el proyecto de dictamen es omiso por completo en lo que se refiere a la participación ciudadana, debido a que en ningún momento se dan garantías para que el proceso constituyente local sea realmente participativo, plural, incluyente y democrático, dijo.
El representante de la Promotora por una Reforma Democrática para la Ciudad de México, Ulises Lara López, advirtió que es necesario convocar a un constituyente que tenga toda la soberanía y capacidad suficiente para que los ciudadanos definan el futuro de organización que se quiere en la administración pública del Distrito Federal.
“Necesitamos de manera urgente un ordenamiento general, que establezca las relaciones entre el gobierno local y federal y abone al desarrollo del país”, opinó.
En tanto, la representante del Frente Amplio Social, María del Pilar Berrios Navarro, subrayó que hay un “divorcio” cada vez más amplio entre la clase política y la sociedad civil, por lo que solicitó crear mayor número de espacios con el objetivo de tener avances incrementales en la reforma.
“Lo que se requiere para iniciar una transformación real del régimen político es modificar la relación entre el gobierno y la sociedad, a fin de que la ciudadanía controle a sus representantes y estos cumplan efectivamente su mandato”, estableció.
El representante del Frente Popular de la Ciudad de México, Benito Mirón Lince, propuso que en el dictamen se establezca la conformación de una Asamblea Constituyente que sea ciudadana, donde estén representados los diferentes sectores de la sociedad.
Asimismo, se pronunció por cambiar la estructura económica de la ciudad, “porque si nos quedamos sólo en la esfera del cambio político y no enlazamos los programas sociales con la parte productiva, estas reformas no servirán de mucho”.
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